Primer Premio Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa: Mirna Medina y 'Las rastreadoras'
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La desaparición forzada, es sin duda, un delito que violenta todos los derechos humanos, pues no sólo vulnera directamente los derechos de las víctimas y afecta la estabilidad de las familias, sino que es un crimen que busca el sometimiento de la población en general, por medio de un contexto emocional de intimidación y terror colectivos.
Para los familiares de las víctimas, lo más angustiante es el desconocimiento del paradero de los desaparecidos, no tener idea del estado actual de la víctima y el lugar donde se encuentra, y el día a día se convierte en una lucha para encontrar la verdad.
En Sinaloa es preocupante el tamaño del problema, pues según el portal de la Fiscalía General del Estado, existen hasta el día de hoy 3,917 personas desaparecidas o no localizadas, y la cifra crece cada día.
En ese contexto es que se ha decidido, el pasado 25 de noviembre, otorgar el Premio Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa, en su primera edición, a la activista Mirna Nereida Medina Quiñonez. Ella es líder y fundadora del colectivo de búsqueda “Las rastreadoras” del municipio de El Fuerte.
Luego de la desaparición de su hijo en el año 2014, Mirna comenzó a buscarlo de todas las formas posibles para dar con su paradero. Ese fue el principio de la organización para la búsqueda de desaparecidos, así como el movimiento para la exigencia a las autoridades de manera organizada para lograr el esclarecimiento de los casos de desaparición.
En aquel año inician su búsqueda sin conocimientos forenses, y el 19 de junio tienen su primer hallazgo de una fosa clandestina en la comunidad de Mochicahui, El Fuerte. En septiembre de ese mismo año 2014, encabezó la primera marcha por los desaparecidos en la cabecera municipal.
Desde su inicio, no ha parado su trabajo de búsqueda y la impartición de talleres en materia de derechos humanos, por lo que instalaron una pequeña oficina para atender y gestionar a las familias con personas desaparecidas de la zona norte de Sinaloa que comprende los municipios de Choix, El Fuerte, Ahome, Guasave y parte de Sinaloa de Leyva.
Actualmente Mirna y “Las rastreadoras” han conseguido que se vinculen proyectos que visibilizan más este fenómeno, como el de un panteón para personas no identificadas que han sido inhumadas sin el perfil genético. El proyecto implica exhumar los restos que están en fosas comunes como personas no identificadas y extraer la muestra genética para hacer el cruce con los perfiles genéticos de las familias que aún buscan a su desaparecido.
Hasta el día de hoy el colectivo ha localizado 121 cuerpos de desaparecidos, pero su principal objetivo es encontrar con vida a las víctimas, y para ello primero buscan en hospitales, dependencias de gobierno, cárceles, centros de rehabilitación y lugares recurrentes de las víctimas, logrando así encontrar a algunas personas con vida.
Su incansable labor es un ejemplo de amor y valentía, y ha inspirado a miles de personas en todo México. Honor a quien honor merece.
Es cuanto...