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"Medicina del Deporte"

"Prevención y recuperación de lesiones deportivas"

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MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, ¿usted realiza actividad física deportiva, o es sólo actividad de la vida diaria? Porque recuerde que actividad física es todo trabajo muscular con gasto de energía, y esto involucra toda actividad que se realice, ya sea de manera automática (corazón, intestino, etcétera) o por actividades que usted quiere realizar (caminar, nadar, correr, actividades diarias, etcétera), pero sea cual sea su actividad física, sepa usted que esto le va a ayudar a la prevención de patologías.
    El ejercicio es una modalidad terapéutica importante empleada en la habilitación y rehabilitación de pacientes, las lesiones del sistema músculo esquelético en el deportista son frecuentes por lo que un adecuado programa de ejercicios en la fase de preparación y entrenamiento, es esencial para la prevención de estas lesiones.
    Por otra parte, el ejercicio como tratamiento de lesiones del sistema muscular y óseo favorece la pronta recuperación y la permanencia en la actividad deportiva habitual.
    La fisiología del ejercicio y su efecto terapéutico han recibido una atención significativa en la literatura científica y médica en las últimas cuatro décadas, de manera que se revisan algunos conceptos recientes en el entendimiento de la actividad física como parte de la terapéutica ya sea como preventiva, tratamiento y recuperación de lesiones del sistema músculo esquelético y orgánico.
    El ejercicio como modalidad terapéutica siempre se ha utilizado (muévase y su atrofia será más lenta), para permanecer en “buenas condiciones”, siempre que se respeten las condiciones físicas y de salud del individuo, y si entendemos por ejercicio como cualquier actividad física que involucre la generación de una fuerza por la actividad muscular, existen tres conceptos fisiológicos para cuantificar el ejercicio: fuerza, trabajo y potencia.
    Las acciones musculares se caracterizan por un acortamiento en el eje longitudinal de las células musculares cuando estas son activadas. Basado en estas consideraciones, las acciones musculares se pueden dividir en estáticas o isométicas y dinámicas o isotónicas. La activación y repetición de estas fuerzas durante e el ejercicio, así como la energía y la fuerza que se producen con el movimiento, hacen posible una serie de adaptaciones bien coordinadas en varios órganos y sistemas corporales.
    Estas adaptaciones son benéficas para que el organismo cuente con una “defensa” ante las agresiones del ejercicio como de las actividades de la vida diaria.