Se percibe abiertamente que Rocha Moya toma en sus manos la tarea de poner orden en el estado, que no haya nadie por encima de las instituciones del Estado, ni de su potestad como Gobernador. Ese es el mandato popular y tiene todo el apoyo de la sociedad.

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    Sinaloa por fin se encauza por buen sendero en aspectos cruciales para su desarrollo, acorde con la transformación que vive el País, lo que pone a los sinaloenses de muy buen estado anímico, sobre todo en sus expectativas en el futuro. La economía de bienestar se aprecia como algo prioritario, por parte del grueso de la sociedad sinaloense.

    El pueblo de este próspero estado ve con buenos ojos la actuación de su actual Gobernador, el doctor Rubén Rocha Moya. Reconocen su desempeño como el de un gobernante que tiene interés en atender con diligencia la problemática del estado, sobre todo los asuntos más controversiales y con un marcado interés de la sociedad en que sean resueltos. Hay asuntos en la agenda política de la entidad, los más acuciantes, cuya solución no debe posponerse más, existe una fuerte demanda social porque se resuelvan sin más contratiempo.

    Se percibe abiertamente que Rocha Moya toma en sus manos la tarea de poner orden en el estado, que no haya nadie por encima de las instituciones del Estado, ni de su potestad como Gobernador. Ese es el mandato popular y tiene todo el apoyo de la sociedad. Por esa ruta, estamos seguros, que el pueblo lo va a premiar y apreciar su actuación como un Mandatario que tiene claro su compromiso con los sinaloenses. Estamos seguros que el Gobernador Rocha Moya no va a fallarle al pueblo en su responsabilidad de transformar al estado democráticamente, en todos sus aspectos. Hay, reiteramos, asuntos de suma urgencia que deben resolverse, así como superar rémoras caciquiles para que el estado se encauce por la senda democrática sin contratiempo, eso está más claro que el agua.

    Los sinaloenses son un pueblo privilegiado dentro de la geografía del País y está muy politizado, ni duda cabe. Por lo mismo, los ciudadanos de esta entidad no aceptan que figuras prepotentes intenten imponer sus fueros sobre núcleos sociales. Eso es intolerable a estas alturas de la historia social de esta próspera parte de la República. La gente tiene muchas expectativas en el gobierno del doctor Rocha Moya, éste cuenta con el consenso social y toda la legitimidad para establecer la democracia en la vida social de Sinaloa y que desaparezcan los feudos de poder intocados en el estado.

    Hay actitudes del Gobernador muy esperanzadoras en el sentido que señalamos de ordenar la casa. Confiamos que lleve a cabo profundos cambios en el fortalecimiento de la participación democrática, la libertad y la justicia, que con tanta fuerza reclama la ciudadanía del estado. En ese rumbo vemos se enfila actualmente el Gobierno del Estado, cumpliendo con el mandato popular que le otorgó la más alta votación alcanzada por un gobernante entre todas las entidades del País. Gracias a esa legitimidad, el Gobernador de Sinaloa cuenta con amplio consenso por parte de la ciudadanía, de eso hay certeza plena.

    Esta entidad, después de los gobiernos del General Gabriel Leyva Velásquez y del gobierno del licenciado Francisco Labastida Ochoa, quienes con el mismo ímpetu desarrollaron en la entidad gobiernos interesados en llevar al pueblo justicia, cultura y democracia, ha habido más bien opacidad o medianía en los gobiernos ulteriores. En todos los rincones del estado los gobiernos que señalamos dejaron grata memoria entre la ciudadanía. Ahora, los deseos más sentidos de los sinaloenses son que el gobierno de Rocha Moya supere en muchos aspectos esos dos regímenes de grata memoria que tuvo el estado y que hasta el presente la gente recuerda con palabras laudatorias.

    El pueblo no olvida a los buenos gobernantes, que premia con buenos comentarios; y a los gobiernos nefastos, por el contrario, castiga con su repulsa y enojo permanente. No podemos dejar de subrayar estas actitudes antagónicas del pueblo con relación a los gobernantes que han desfilado en la historia política de la entidad. Lo subrayamos para que no se olvide que sobre los gobernantes siempre recae el juicio de la historia. Hoy, afortunadamente, en el País y en Sinaloa soplan vientos favorables a la democracia. Esto fortalece la esperanza de los ciudadanos de que la agenda social sea atendida, perciben buenos tiempos por venir, están bien seguros que los asuntos de gobernanza marchan con buen rumbo.

    La ciudadanía labra con alegría su porvenir, no tiene flaquezas en lograr consolidar su progreso, quieren una entidad donde florezca la democracia a plenitud. Por eso, pone toda su fe en los buenos gobiernos y les otorga su resuelto respaldo para lograr una sociedad plena de derechos y libertades.