Por una Universidad Integradora

ENTRE COLUMNAS
24/02/2025 04:01
    Los miembros que integramos el Cuerpo Académico Consolidado ‘Movimiento migratorio y desarrollo regional’ adscritos a la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS en Mazatlán, hemos iniciado un humilde esfuerzo en días recientes con uno, de varios conversatorios que tenemos pensado organizar sobre distintos temas y problemas que aquejan a la sociedad sinaloense.

    A lo largo de la historia, las universidades públicas autónomas han evolucionado en cuanto a su función y su relación con la sociedad. El destacado académico Jofré Vartanián, quien ha sido rector de la Universidad Latina de Costa Rica, y vicepresidente de la Unión de Universidades de América Latina, identifica cuatro grandes etapas de las instituciones educativas en nuestro continente: 1. La “elitista”, que abarca de 1538 a finales del Siglo 19; 2. la “Abierta” que surge con el movimiento de Córdova en 1918 y se extiende hasta finales de los años 60; 3. La “desarrollista” surgida en el marco de la globalización; y finalmente, 4. La Universidad “Integradora”.

    Esta última se refiere a un modelo en el que las universidades asumen un rol determinante en la sociedad integrándose abiertamente a los distintos sectores económicos y sociales. En ese sentido también los recursos materiales y humanos de las universidades, puesto que dependen de recursos públicos, no tienen posesión exclusiva, sino que están siempre a disposición de toda la sociedad: las bibliotecas, auditorios, canchas deportivas, áreas verdes, gimnasios, baños, etcétera, no son propiedad exclusiva de nadie, sino que son de toda la sociedad y, por lo tanto, todos pueden tener acceso a esos recursos.

    De acuerdo con este enfoque moderno y con visión de futuro, las instituciones de educación superior, no sólo forman académicamente a sus estudiantes, sino que también participan activamente en la solución de problemas de su entorno inmediato. Es una parte importante de su responsabilidad social.

    Inspirados en este modelo de Universidad, los miembros que integramos el Cuerpo Académico Consolidado “Movimiento migratorio y desarrollo regional” adscritos a la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS en Mazatlán, hemos iniciado un humilde esfuerzo en días recientes con uno, de varios conversatorios que tenemos pensado organizar sobre distintos temas y problemas que aquejan a la sociedad sinaloense.

    Consideramos necesario que, para cualquier toma de decisión, es necesario en primer lugar, hacer un diagnóstico del problema: discutir, hablar, conocer opiniones, saber dónde estamos parados y cómo se llegó a esa situación. No cabe duda que el principal problema que tenemos en Sinaloa actualmente es la violencia y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad social, participar de manera activa en el análisis de este problema.

    A raíz de este exitoso primer ejercicio que realizamos el pasado 17 de febrero, en el que hubo múltiples participaciones de la comunidad universitaria y distintos sectores de la población, líderes de otros Cuerpos Académicos de la Universidad Autónoma de Sinaloa en esta región sur, se acercaron a nosotros con la intención de estrechar lazos y formalizar convenios de colaboración en materia de investigación, vinculación y difusión.

    Después de varias charlas que hemos tenido, planeamos organizar un Primer Congreso de Cuerpos Académicos del Sur de Sinaloa, una iniciativa propia que ha surgido “desde abajo” con cuatro objetivos básicos: 1. Reforzar el sentido de comunidad entre todos los miembros de la universidad en esta región sur; 2. Identificar los problemas sociales en los que, como investigadores, podemos incidir aportando propuestas de solución; 3. Estrechar lazos entre académicos, empresarios y gobiernos locales; 4. Identificar temáticas afines entre los distintos grupos de investigadores y desde distintas disciplinas y áreas del conocimiento.

    Y es que, hay problemas allá afuera, que deben ser abordados de manera inter y trans disciplinar. Solo para ejemplificar esta idea, pongo como referencia mis líneas de investigación principales, que son las de turismo y la migración internacional. En el desarrollo de la actividad turística se ven involucrados en su planeación urbana, ingenieros, arquitectos, ambientalistas; en sus impactos, sociólogos, economistas y oceanólogos. Desde estas disciplinas tenemos mucho por aportar, y lo hacemos, pero de manera desarticulada y por separado. Para que el fenómeno sea analizado desde distintas perspectivas, es necesario que trabajemos en proyectos conjuntos.

    Pongo otro ejemplo relacionado con la migración internacional. Ante la inminente deportación de migrantes sinaloenses desde Estados Unidos, muchos se enfrentarán a dificultades de inserción económica y social. Otros, podrían regresar con afectaciones de salud física y mental, será importante entonces, analizar el fenómeno de manera inter disciplinar desde la economía, la antropología, la sociología, pero también con una vinculación con la medicina, la psicología y/o la enfermería.

    En la construcción de esta vinculación Universidad-Sociedad de la que hablo aquí, además de fomentar esta “vinculación horizontal” al interior de las universidades, y hacia afuera con los sectores productivos y de gobierno, habrá también que considerar la “vinculación vertical” invitando a estudiantes de programas educativos de grado y posgrado, acompañándolos en toda su formación, e incluso durante su inserción laboral después de pasar por las aulas.

    El tipo de Universidad Integradora, debe ser el modelo a seguir, no solo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, sino en todas las universidades públicas autónomas del estado. Poniendo a disposición de la sociedad todos sus recursos materiales y humanos para alcanzar mayores niveles de desarrollo económico y social en la región.

    Es cuanto...