Por un gobierno por el que valga la pena luchar

21/09/2024 04:02
    El buen gobierno se sujeta al poder de la sociedad que le ‘concesiona’ ese poder, pero no se lo regala ni se lo otorga incondicionalmente, la sociedad se reserva el derecho de retirar esa concesión en cualquier momento, no sólo durante una nueva elección en la que la sociedad juzga si un gobernante o el grupo político que lo propuso es digno de reelección, o bien, si durante su mandato queda claro que no se está cumpliendo con las leyes y propuestas que le dieron origen.

    Siempre parece ser más fácil exponer cómo se hace un mal gobierno, que explicar y manifestar cómo se puede tener un buen gobierno; he aquí algunos elementos que comúnmente se identifican con un gobierno aceptable por la sociedad:

    1. Desde luego el buen gobierno se sujeta siempre a un Estado de Derecho. Nace bajo una estructura jurídica acordada por la sociedad a la que se pretende gobernar; por lo tanto, la primera obligación de una sociedad es darse las leyes que la rigen y un gobierno que la dirija. Así, se debe reconocer que el gobierno existe para servir a la sociedad y no la sociedad para servir al gobierno.

    2. El buen gobierno se sujeta al poder de la sociedad que le “concesiona” ese poder, pero no se lo regala ni se lo otorga incondicionalmente, la sociedad se reserva el derecho de retirar esa concesión en cualquier momento, no sólo durante una nueva elección en la que la sociedad juzga si un gobernante o el grupo político que lo propuso es digno de reelección, o bien, si durante su mandato queda claro que no se está cumpliendo con las leyes y propuestas que le dieron origen.

    3. El buen gobierno es el que reconoce los derechos humanos, los derechos personales y sociales de los ciudadanos y de la comunidad; a) deberá reconocer el derecho a la vida, que incluye el derecho a la salud y a la seguridad propia, familiar y organizacional; b) debe reconocer también el derecho a la libertad, que incluye derechos a elegir y ser elegido, expresarse y opinar libremente, respetando los derechos de los demás; incluye la libertad de tránsito, de educación, de cultura, etc.; c) se deberá de reconocer el derecho a la verdad, a estar informado y de poder a su vez informar, denunciar la mentira y el control que quiera ejercer el poderoso, sea del gobierno o de las organizaciones; d) por último se deberá respetar el derecho a la justicia, la de otorgar a cada quién lo que le corresponde y a lograr paz y tranquilidad social, inhibiendo y prohibiendo legalmente los actos contra la convivencia social.

    4. El buen gobierno no gobierna sólo, sino que lo debe hacer en conjunto con la sociedad. Lo que haga el gobierno le afecta o le favorece a los ciudadanos; el buen gobierno debe buscar la participación social y debe poner siempre en primer lugar al ciudadano y a sus organizaciones. La sociedad puede y debe exigir un gobierno respetuoso de la ley, organizado, eficiente, honesto y competente.

    5. El buen gobierno es el que nace de un proceso democrático, de acuerdo con instituciones y leyes electorales, en las que se respete no sólo a la mayoría, sino también a las minorías, porque finalmente las mayorías se dan a respetar con la fuerza del número, pero las minorías sólo tienen la fuerza de sus ideas, mismas que en algún momento la sociedad puede llegar a aceptar y convertirlas en gobierno de una nueva mayoría.

    6. Un buen gobierno acepta y promueve que la sociedad lo vigile, con facultades no sólo de criticarlo sino también de denunciarlo por sus malas prácticas. Se quiere un gobierno donde se evalúen las políticas públicas y las actuaciones y decisiones gubernamentales en función de sus resultados, de sus impactos buenos o indeseables para la convivencia social.

    7. Se quiere un gobierno abierto, donde la regla sea: “toda la información del gobierno desde ser pública; la excepción es el secreto”. La información pública debe proporcionarse a los ciudadanos en forma gratuita y de distribución general, utilizándose todos los medios informativos; toda información pública se puede reutilizar y distribuir sin más limitaciones que el respeto al derecho ciudadano a su privacidad personal y familiar. Además, se requiere precisar claramente los asuntos de “seguridad nacional”, es decir, lo que perjudica a la nación sin confundir con “lo que perjudica al gobierno”, porque “gobierno no es igual a nación”.

    8. Finalmente, sin ser lo último, un gobierno dedicado a proporcionar servicios públicos empezando por la educación, la salud, el cuidado del medio ambiente, la seguridad pública completa y eficiente, vías de comunicación, ciudades amigables, buenas relaciones internacionales, el cuidado de los más pobres y necesitados.

    Se requiere pues un gobierno sin miedos, sin controles ilegales, sin corrupción, sin mentiras, sin divisiones y sin represiones, lo cual está muy lejos del gobierno que actualmente padecemos.

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    cp_rafaelmorLgan@homail.com