La cosa está que arde para el mundo y no sólo por el cambio climático que está provocando el irracional trato que le estamos dando a la salud de nuestro medio ambiente, sino también con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que amenaza con escalar el grado de guerra multinacional, o de plano, mundial. Por lo pronto, como una respuesta a la integración de tropas de Corea del Norte al ejército ruso, como apoyo a sus embestidas a Ucrania, el Gobierno estadounidense surtió a los ucranianos con misiles de largo alcance, para que se defendieran del poderío de las huestes de Putin, quien no la ha pensado dos veces para advertirnos de una alerta nuclear, la cual hace décadas que no escuchábamos.
Esperemos que los atizadores de este conflicto le bajen a su codicia de poder y de dominio territorial; para nada me gustaría vivir otro evento inédito trágico como lo fue la pandemia del Covid. Recemos a San Judas, el santo de las causas perdidas, para que se nos haga el milagrito y, por lo pronto, permítaseme retomar un tema al que anteriormente me había referido; esto es el renglón de la seguridad social para las personas que optan por generar un emprendimiento como forma de allegarse recursos, bien sea como productores, comerciantes o prestadores de servicios.
Obviamente, al lanzarse por la actividad independiente, quien así lo decide no recibe las prestaciones de seguridad social que benefician a los que trabajan bajo el amparo de una relación dependiente de un patrón. Mucha gente que toma la vía empresarial procura conseguir el favor de alguien que cuente con registro patronal ante el IMSS para que los den de alta ante el instituto, como si fueran parte de su nómina; práctica fraudulenta que, de ser descubierta por la autoridad, pone en riesgo a ambas partes, y a pesar de ello continúa en uso, no obstante que la Ley del Seguro Social presenta una opción que permite a los trabajadores independientes inscribirse ante la institución bajo una modalidad que les abre la puerta a recibir los mismos beneficios que cobijan a los asalariados.
Efectivamente, desde el 1 de diciembre del año anterior, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se le adicionó al artículo 13 de la Ley del Seguro Social el derecho para que los trabajadores independientes de manera voluntaria se afilien al régimen obligatorio; apertura que es conocida como Modalidad 10.
Bajo dicha modalidad, los afiliados y sus familiares dependientes, se convierten en derechohabientes de los siguientes renglones de aseguramiento: enfermedad y maternidad: invalidez y vida; servicios médicos y hospitalarios; cesantía en edad avanzada y vejez, así como guardería y prestaciones económicas.
Tal adición a la Ley del IMSS puede considerarse como uno de los grandes logros de justicia concretados por López Obrador en favor de la gran masa de ciudadanos que procuran el pan de manera independiente.
Por supuesto, la modalidad 10 tiene un costo, el cual va en función del sueldo que se asigne el interesado en conseguir este beneficio para los no asalariados y sus familias; dicho trámite, milagrosamente, no resulta engorroso para los interesados. ¡Buen día!