Periodismo generado por Inteligencia Artificial

Alejandro De la Garza
02/04/2023 05:14
    Los avances tecnológicos siempre le provocan al escorpión una sensación distópica. La chatarra tecnológica nos abrumará antes de que llegue el tecnológico paraíso futuro, como se puede leer en cualquier novela de ciencia ficción o como se observa también en casi todas las series y películas futuristas. En cuanto a las respuestas del ChatGPT, el alacrán definiría a este sistema como una ‘máquina conjetural’, pues aunque tiene capacidad para decir cosas sensatas, parece más una persona que aparenta saber de cualquier tema y luce convincente durante una conversación superficial, pero al profundizar en la discusión se termina por entender que esa persona habla de oídas o, sencillamente, no sabe bien de lo que habla.

    @Aladelagarza / SinEmbargo.MX

    El sino del escorpión ha seguido con interés la discusión en torno al ChatGPT, ese prototipo de robot conversacional lanzado apenas en noviembre del año pasado por OpenAI (otra compañía de prosaico multimillonario Elon Musk). El Chat Generative Pre-training Transformer (Transformador Generativo Preentrenado), es una inteligencia artificial basada en un modelo de lenguaje diseñado mediante técnicas de aprendizaje supervisado (aporte de parámetros, información, contextos, matices, control y descarte de lenguaje sexista y racista, etcétera), así como por técnicas de refuerzo, mecanismo de retroalimentación que le permite sostener de forma coherente una conversación de chat con el usuario, quien recibe la impresión de estar “interactuando” con otro humano. La curiosidad llevó al escorpión a acceder a la plataforma e interrogar a esta IA sobre temas periodísticos y políticos, con lo cual se sumó al más de millón y medio de usuarios inscritos en el sitio en tan sólo dos meses.

    Como todos los avances tecnológicos, particularmente en materia de inteligencia artificial, las opiniones sobre sus alcances y consecuencias van de la admiración acrítica al catastrofismo más ordinario. Hay quienes ven en este desarrollo tecnológico un avance en bien de la sociedad, pues facilitará las tareas de consulta y comprobación de datos en materia de investigación y educación a través de una herramienta más “viva” y actuante que Google, un mecanismo capaz de hallar matices y contexto a toda información solicitada, además de exponerla de una forma narrativa original, coherente y bien escrita.

    Por otro, lado, hay quien ya avizora una nueva alteración disruptiva del conocimiento humano, pues se alega que así como la automatización del trabajo manual (robots en fábricas y centros fabriles) desplazó a muchos trabajadores e impulsó una transformación en los medios de producción, esta nueva disrupción va dirigida al trabajo intelectual y creativo, lo que transformará, entre otras tareas, las de investigación y estudios académicos, el periodismo, el funcionamiento de los medios de comunicación masiva y hasta la literatura y la escritura misma. Y aún, por la capacidad de comprobar y completar códigos de programación y algoritmos, esta IA también cambiará nuestras prácticas digitales, se insiste.

    Ya abundan los ejemplos de estudiantes que en Estados Unidos presentaron ensayos sociales y literarios, o estructuraron códigos de programación, desarrollados totalmente por ChatGPT, sin que los profesores pudieran detectar la intromisión de esta inteligencia artificial. Pero, desde otro ángulo, se ha señalado la inexactitud y ambigüedad de sus respuestas, además de advertirse sus nocivos efectos políticos al facilitar la emisión de comentarios automatizados para alterar elecciones o procesos democráticos. Además, se comprobó que el ChatGPT era capaz de escribir malware y correos electrónicos de phishing. Estos reparos y dudas han llevado a la prohibición del uso de esta herramienta en las escuelas de varios estados de la Unión Americana.

    Ante la avalancha de opiniones encontradas, el alacrán no resistió la tentación de acceder a este robot y hacerle tres preguntas para calibrar sus respuestas. Las tres respuestas contuvieron alrededor de 200 palabras cada una. La primera interrogante fue sobre el futuro del periodismo ante la IA. El alacrán abrevia la respuesta:

    “Veo gran potencial en el uso de la IA, como modelo del lenguaje, en el periodismo. Ofrece la habilidad de asistir al periodista en la comprobación de datos, análisis algorítmico de información, e incluso en la redacción de artículos. La IA puede también generar información personalizada de acuerdo con los hábitos de lectura e intereses informativos de los usuarios. Actualmente ya se utiliza la escritura automatizada de noticias (en la revista Sport Illustrated y en varias más, según ha leído el venenoso), por su velocidad y capacidad de recolectar información al instante. El futuro de la IA en el periodismo es promisorio, pero exigirá acercarse al fenómeno de una manera extremadamente reflexiva para aprovechar sus aportes y minimizar sus riesgos”.

    La segunda pregunta fue si tenía información sobre la situación del periodismo en México. La respuesta abreviada: “México es un país con una larga tradición periodística y un muy diverso horizonte de medios periodísticos. No obstante, es también un país donde los periodistas enfrentan retos significativos, incluida la violencia, la intimidación y la censura. Según Reporteros Sin Fronteras, México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas y, al menos, 143 periodistas han sido asesinados desde el año 2000, además de enfrentar ataques y amenazas. Uno de los retos más significativos para los periodistas mexicanos es enfrentar la cercanía entre el poder político y el poder mediático. Muchos de los medios pertenecen a poderosos personajes o corporaciones con intereses económicos y políticos, por lo que pueden ser parciales y ejercer la censura. Esto es especialmente cierto en regiones donde prevalecen los grupos criminales y los traficantes de drogas. Pero a pesar de estos retos, México también cuenta con un periodismo independiente vibrante, con muchos periodistas de medios independientes comprometidos con investigar y reportar temas sobre corrupción, derechos humanos y justicia social”.

    Finalmente, el venenoso interrogó al ChatGPT, sobre su información del actual Presidente de México. Aquí la respuesta resumida: “Mi información llega hasta septiembre de 2021 y pudo haber cambiado desde entonces. El Presidente de México es Andrés Manuel López Obrador. Llegó al cargo en diciembre de 2018 tras ganar la elección de julio de ese año. Es un político de izquierda que ha participado en la política mexicana durante varias décadas. Fue alcalde da la Ciudad de México de 2000 a 2005 y participó sin éxito en las elecciones de 2006 y 2012 antes de ganar en 2018. Se ha enfocado en combatir la corrupción, reducir la violencia y la desigualdad, y promover el crecimiento económico. Ha implantado numerosos programas sociales, como becas para estudiantes de bajos ingresos y apoyos para personas mayores y discapacitadas. También ha desarrollado políticas para fortalecer la soberanía de México, como la cancelación de la construcción de un nuevo aeropuerto y el impulso a la producción doméstica de energía”.

    Los avances tecnológicos siempre le provocan al escorpión una sensación distópica. La chatarra tecnológica nos abrumará antes de que llegue el tecnológico paraíso futuro, como se puede leer en cualquier novela de ciencia ficción o como se observa también en casi todas las series y películas futuristas. En cuanto a las respuestas del ChatGPT, el alacrán definiría a este sistema como una “máquina conjetural”, pues aunque tiene capacidad para decir cosas sensatas, parece más una persona que aparenta saber de cualquier tema y luce convincente durante una conversación superficial, pero al profundizar en la discusión se termina por entender que esa persona habla de oídas o, sencillamente, no sabe bien de lo que habla.

    ¿Sustituirá pronto una inteligencia artificial al escorpión en su columna semanal?