Es bien sabido que desde pequeños tratamos de imitar a las personas que tenemos a nuestro alrededor, sobre todo a los más cercanos a nosotros, como padres, hermanos y maestros, esto es un método natural de aprendizaje también llamado Aprendizaje Vicario, así que desde niños observamos lo que nos rodea y es como aprendemos algunas de las cosas más importantes en nuestra vida, como los valores o la manera de resolver conflictos y el modo de manejar nuestros impulsos. Esta manera de aprender es una constante en las distintas etapas del crecimiento, en algunas personas se desarrolla más que en otras, pero nunca desaparece.
Existe un proceso de la Programación Neurolingüística (PNL), llamado Modelado, desarrollado por Richard Bandler y John Grinder, en el que de manera consciente tratas de igualar e imitar las conductas y comportamientos de una persona exitosa intentando reproducir dichas conductas en una determinada situación con el fin de integrar los recursos que la llevaron al éxito en mis propios comportamientos y así obtener resultados diferentes, “mejores”, a los que obtenías antes de hacer el proceso de modelado.
En el lenguaje empresarial se le podría llamar benchmarking o comparación referencial, es decir, ya sea a nivel empresa o personal, hacer una comparación entre tus comportamientos, tus competencias, tus estrategias, tu manera de resolver problemas etc., y los de la persona, “personaje”, empresa o negocio que podrían servirte de inspiración para mejorar o lograr tus objetivos. O como dice el dicho popular: “El que con estrellas se junta, a brillar aprende”.
Esta es una invitación a observar y buscar esas estrellas que brillan cerca de nosotros y, si no las hay o no las puedes encontrar, busca un lugar donde puedas rodearte de algunas y aprender sus mejores prácticas, para una mejora continua.
Gerente de Vinculación de Proyectos.
ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo.
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