"¿Para qué sirve el juicio de amparo?"
david@bufetealvarez.com
No se preocupe, mis colaboraciones rara vez son técnicas porque no van dirigidas a los abogados sino a ciudadanos a quienes quiero informar de diversos temas relacionados con el mundo de los abogados, pero escribiendo “en español”.
Podría aventarme un rollo técnico sobre los actos de autoridades contra los que procede el amparo y las dos vías para hacerlo valer, pero eso no sería de gran utilidad.
Mejor le pongo unos ejemplos de casos reales manejados por mi despacho, en donde el juicio de amparo ha logrado resultados claros, concretos y, por decirlo de alguna manera, hasta espectaculares.
Empecemos con el más reciente. Como seguramente habrá leído, se ganó un amparo para obligar al Ayuntamiento a hacer todo lo necesario para evitar accidentes en los cruces de ferrocarril de la ciudad.
Aunque a regañadientes (eso pasa cuando tenemos malos gobernantes), el Ayuntamiento ha tenido que cumplir la sentencia de amparo. Pase usted por los cruces de ferrocarril de la ciudad y se dará cuenta de lo que le digo.
En este ejemplo el juicio de amparo tuvo un fin claro y obviamente importante: evitar accidentes en los cruces de ferrocarril y, por ende, evitar lesiones y muertes. ¿Qué bien más importante que la vida y la salud humana?
Tomemos otro ejemplo. ¿Recuerda que a un ex Alcalde se le ocurrió la idea (secundado por los regidores en turno) de cambiar el nombre de la Avenida Reforma para ponerle el nombre de una señora a la que aprecia mucho?
Si bien entiendo, comprendo y aplaudo la muestra de agradecimiento del ex Alcalde para la señora, no estoy de acuerdo en que se utilice el poder y los bienes públicos para esas cosas.
Pues bien, contra el cambio de nombre de la Avenida Reforma se presentaron varios amparos. Los jueces de distrito que los tramitaron concedieron la suspensión para que no se llevara a cabo el cambio de nombre de la avenida.
Seguramente anticipándose a que el amparo se ganaría, el Ayuntamiento dio marcha atrás y en una sesión de cabildo dejó sin efectos el acuerdo para cambiar el nombre de la Avenida Reforma.
La moraleja de este asunto es que, se puede usar con éxito el amparo para poner freno al uso del poder para fines personales de los gobernantes en turno.
Va otro ejemplo. Estando por salir un ex Gobernador del Estado, se le ocurre, con la complicidad de los diputados locales de aquel entonces, modificar la Ley del Notariado para el Estado de Sinaloa, con el fin de regalar notarias a sus amigos, antes de dejar el puesto.
Varios notarios, valientes por cierto y sin temor a las represalias, decidieron ampararse. El objetivo del amparo era suspender el otorgamiento de notarias a los cuates del gobernador. Ese objetivo se cumplió y no fue sino hasta tres años después, que el siguiente gobernador pudo otorgar notarias, pero teniendo que sujetarse a un procedimiento de exámenes. Por cierto, algunas de esas notarias se otorgaron a abogados muy talentosos. Otras de plano se otorgaron a burros que tocaron la flauta.
Como algunos tribunales colegiados de este circuito tenían criterios encontrados sobre si procedía la suspensión para que no se otorgaran las nuevas notarias, solicitamos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidiera la contradicción de criterios.
Afortunadamente ganó el criterio de que la suspensión sí procedía y además sin tener que otorgar una garantía (fianza o billete de depósito). Esta contradicción de tesis ha sido utilizada con éxito en otros estados del país, donde los gobernadores que van de salida quieren regalar notarias a sus amigos o familiares.
Como vemos, el juicio de amparo es una herramienta sumamente eficaz para ponerle frenó al uso abusivo del poder, o para obligar a los gobernantes a hacer lo que deben hacer.
Si donde usted vive tiene problemas de agua potable, drenaje, no pasa la basura, no hay seguridad pública, las calles no están pavimentadas, el pavimento esta roto y pasan años sin que lo reparen, por ponerle solo algunos ejemplos, sepa que puede acudir al juicio de amparo. No es rápida la solución, pero vale la pena la espera.
Y si su preocupación es que no tiene dinero para pagar a un abogado que sea experto en amparo, no se preocupe, en lo personal y como filosofía de mi despacho, creemos que tenemos el deber de prestar servicios legales gratuitos a quienes no tienen recursos económicos suficientes.
Si necesita ayuda legal, póngase en contacto conmigo (en esta colaboración aparece mi dirección de correo electrónico) y, sin cobrarle un solo centavo le diremos que puede hacer o la asesoraremos legalmente.
Eso sí, como nuestros recursos son limitados, aclaro que debe tratarse de un asunto que afecte no solo a una persona, sino que tenga un impacto mayor, es decir, que afecte a usted y a sus vecinos, su colonia, o a la ciudad entera, como los dos primeros ejemplos que le platique.
Por fin de año tomaremos unas breves vacaciones. Le deseo un 2020 lleno de salud y éxito. Nos vemos en enero.