Pacto Morena-PAS resuelve Mazatlán
Habemus Alcalde; non habemus justicia

OBSERVATORIO
27/10/2022 04:02
    ¿Cómo darle tan alta responsabilidad a alguien que tiene cuentas pendientes con la justicia? Obviamente a la sociedad sinaloense, particularmente a la mazatleca, esto no le gustó y quien se entrometió en la disposición ya tomada en lo local debe estar evaluando lo contraproducente de querer arreglar algo cuya entraña y complejidad se desconoce.

    alexsicairos@hotmail.com

    Porque las imágenes dicen más que mil palabras, en las fotografías de ayer hay un Rubén Rocha Moya muy circunspecto tomándole protesta a Luis Guillermo Benítez Torres como Secretario de Turismo, un “Químico” sonriente por el premio que recibe cuando lo que le esperaba es la vinculación a proceso judicial, un remasterizado Héctor Melesio Cuén Ojeda reposicionado en la relación con el Gobernador, y la felicidad de Édgar Augusto González Zataráin por la ascensión a la Alcaldía de Mazatlán debido a la negociación política que en la noche del martes desplazó a Flor Emilia Guerra Mena, que era la favorita del centro del País para asumir el gobierno marismeño.

    La política es así, a veces rueda de la fortuna y en ocasiones ruleta rusa. Lo único novedoso es que corre a mayor velocidad que antes pues las nuevas reglas establecen que aquello que hoy se tiene en las manos puede desaparecer en el minuto siguiente. Igual pasa con los acuerdos entre los entes del poder público: lo que ahorita se cae, enseguida procede a restablecerse quizás completo y topeteado.

    Al martes de gran complejidad política le siguió un miércoles resarcitorio. La decisión a favor de quien es el nuevo Presidente Municipal de Mazatlán requirió de nuevos movimientos en el ajedrez de la Cuarta Transformación en Sinaloa que hicieron regresar los acuerdos originales con el Partido Sinaloense, aquellos que libraron a Benítez Torres de ser inhabilitado para buscar la reelección en 2021, y que éste traicionó en cuanto obtuvo mayoría de votos.

    Entonces, haya sido como haya sido, González Zataráin es un elemento de confianza compartida entre el Gobernador Rubén Rocha Moya y el líder de facto del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda. Esto se verá pronto cuando el nuevo Alcalde restablezca el estado de cosas que reinó, y que Benítez desbarató, cuando en la integración del Gabinete de Mazatlán para el segundo período (2021-2024) los pasistas ocuparían cargos relevantes como la Secretaría del Ayuntamiento.

    Sin “El Químico” de por medio, el Movimiento Regeneración Nacional y PAS volverán a hacer “química” en Mazatlán. Es la estrategia para enfriar lo más pronto posible el enojo por la recompensa a quien en vez de responder por la carpeta de investigación que le abrió la Fiscalía General del Estado recibió un alto cargo en el equipo rochista y por eso Cuén Ojeda salió ayer a respaldar la decisión tomada por el Gobernador.

    El dirigente factual del PAS afirmó que, si él estuviera en el lugar de Rocha Moya, hubiera hecho lo mismo en lo que respecta a designar a Benítez Torres como Secretario de Turismo. “El Gobernador Rubén Rocha Moya tiene la responsabilidad, no solo desde el punto de vista ético y moral, sino como Gobierno, que guardar la estabilidad”, planteó y agregó que “hay generosidad de parte de Rocha en el sentido de respetar lo que es la posible inocencia que tiene ‘El Químico’ quien en este momento está gozando porque ya tomó protesta como Secretario de Turismo, y va a seguir un proceso judicial donde las autoridades correspondientes son las que van a decidir si es culpable o no”.

    Sin embargo, la misma pregunta de la víspera seguía vigente ayer porque la conversación pública trataba de deletrear qué presiones o injerencias interfirieron en el plan inicial que, insistimos, consistía en que Benítez le solicitara hoy al Cabildo licencia para separarse del cargo en tanto le hacía frente a la carpeta de investigación de la Fiscalía Anticorrupción que lo acusa de desempeño irregular de la función pública. Luego se decidiría que “El Químico” ya no regresaba al puesto y sería invitado a ser parte del equipo rochista.

    Hasta allí todo iba bien porque lo fundamental, abonar a la estabilidad de Mazatlán, se lograría con la sola salida del Alcalde. Pero algo cambió en cuestión de horas y estropeó el guión original la decisión de designarlo como Secretario de Turismo. ¿Cómo darle tan alta responsabilidad a alguien que tiene cuentas pendientes con la justicia? Obviamente a la sociedad sinaloense, particularmente a la mazatleca, esto no le gustó y quien se entrometió en la disposición ya tomada en lo local debe estar evaluando lo contraproducente de querer arreglar algo cuya entraña y complejidad se desconoce.

    Bien pudo operarse al revés: permitir primero que Benítez Torres acudiera a defenderse ante la Fiscalía y el aparato judicial y que una vez exonerado de culpas, sujeto solamente a alguna amonestación pública, llegara a la Secretaría de Turismo sin provocar el terremoto político y social del martes y miércoles que tendrá un costo para quien, algún día se sabrá, armó el rescate de quien iba directo a los tribunales y a donde llegó es al Gabinete de Rocha Moya.

    Por eso importa no irse con la finta de lo que hoy salta a la vista de los sinaloenses sino profundizar en el desarrollo del dossier que bien puede llamarse “El Químico y sus luminarias oscuras”. De hecho, no es posible atribuirle al Gobernador el desbarajuste en que terminó el caso Mazatlán porque el plan de Rocha era otro y si alguien lo duda que analice los rictus en las fotografías que circularon ayer relacionadas con el salvamento del todavía judicializado Benítez.

    Reverso

    No te agüites, mi Mazatlán,

    Por la inconclusa felicidad,

    En que nuevo Alcalde te dan,

    Pero rociado de impunidad.

    Nunca más otro patán

    Una vez investido por el Congreso del Estado mediante la vía de urgente resolución, bajo ninguna circunstancia el Alcalde sustituto de Mazatlán, Édgar Augusto González Zataráin, podrá reeditar las arrogancias y marrullerías que expulsan del cargo a Luis Guillermo Benítez ya que, al contrario, tendrá que realizar a contrarreloj la labor de rediseñar y redignificar el gobierno y restaurar a como pueda la estabilidad sin la sombra tenebrosa de su antecesor que intentará prolongarse más allá de la circunstancia de desterrado del poder por la acción popular. El pueblo tampoco le tolerará que le falle.