Otro trimestre negativo para el peso

CONTEXTO FINANCIERO
    El peso mexicano viene de dos semanas consecutivas de depreciación, alcanzando un retroceso de 6.9 por ciento frente al dólar estadounidense de julio a septiembre, de tal forma que hiló (tras perder 9.6 por ciento en el segundo trimestre) sus dos peores trimestres desde el comienzo de la pandemia o desde hace cuatro años.

    Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil mixta en Asia, negativa en Europa y positiva en América. El mercado de valores neoyorquino terminó este lunes con ganancias marginales para concluir un mes y un trimestre de clara tendencia positiva ante los últimos datos económicos y el cada vez más laxo panorama monetario. El Dow Jones y el SP500 marcaron nuevos máximos históricos; el primero lo logró por séptima ocasión en el mes, mientras que el segundo marcó un hito por sexta ocasión. En tanto, el Nasdaq, que está muy cerca de su mejor puntaje, subió por quinta vez en seis días y quedó muy cerca de su mejor nivel en las últimas diez semanas.

    Los índices concluyeron tanto un mes como un tercer trimestre de avance. Septiembre significó el quinto positivo seguido para el Dow Jones y el SP500, mientras que trimestralmente el Nasdaq y el SP500 enlazaron cuatro periodos de alza. El mercado incorporó ayer que el optimismo de negocios de Chicago subió en septiembre, cuando los analistas esperaban un retroceso.

    Paralelamente, el ánimo pudo verse impulsado por Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, quien reiteró que más recortes de tasas de interés podrían llegar este año, particularmente dos de 25 puntos base. Sin embargo, el funcionario no abandonó la cautela, señaló que no deben tomarse los movimientos como algo seguro, que el regulador no tiene prisa por la normalización y seguirá actuando con base en los datos.

    Por otra parte, los portafolios comenzaron a posicionarse de cara a las importantes actualizaciones que traerá la semana, entre las que destacan la nómina privada, la tasa de desempleo y la nómina no agrícola estadounidense. La información del mercado laboral ha ganado importancia en las cotizaciones como un barómetro de la salud de la mayor economía mundial, a la vez que no deja de ser uno de los principales indicadores dentro del panorama de política monetaria.

    De este lado de la frontera, las bolsas de valores concluyeron la jornada de ayer con retrocesos, extendiendo el tono con el que cerraron la semana previa, con la mira puesta en información de los siguientes días. Los inversionistas pudieron tomar en cuenta que el Subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, está próximo a dejar su encargo como el segundo funcionario financiero más importante de México, a contracorriente de un cambio de administración que buscaba la continuidad de los principales funcionarios de la Secretaría de Hacienda.

    Por otro lado, las principales autoridades financieras, reunidas en el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, señalaron que la economía de México enfrenta una mayor aversión al riesgo debido al cambio de gobierno y a la elección de Estados Unidos. Sin embargo, también se señaló en un comunicado que el sistema financiero nacional mantiene una adecuada capacidad para absorber choques, gracias a que las instituciones nacionales tienen niveles adecuados de capital y de liquidez. Los inversionistas están a la expectativa del cambio de administración y toma de poder de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y de qué tanto podría distanciarse de su predecesor.

    En asuntos energéticos, tenemos que el precio del petróleo ajustó ayer derivado de la débil demanda de China y las preocupaciones sobre el aumento de la oferta, elementos que contrarrestaron las preocupaciones sobre una creciente guerra en Oriente Medio a medida que Israel intensifica los ataques a los grupos de milicianos libaneses. Así, el crudo estadounidense, West Texas Intermediate, para entrega en noviembre cerró con una baja de un centavo para establecerse en 68.17 dólares por barril, mientras que el petróleo europeo, Brent del Mar del Norte, para entrega en diciembre, bajó 21 centavos para marcar a 71.77 por barril.

    La caída se produce después de que China dijera el lunes que su sector manufacturero continuó desacelerándose en septiembre, lo que restringió la demanda del principal importador de petróleo a pesar de las medidas de estímulo anunciadas por el banco central del país la semana pasada. El aumento de la oferta de Libia y los barriles adicionales que llegarán al mercado en diciembre, ya que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados deshicieron recortes de suministro de 2.2 millones de barriles por día, también están pesando sobre el mercado.

    En temas cambiarios, observamos que la moneda mexicana concluyó las operaciones del lunes con un desempeño plano, en medio de una tendencia negativa que la llevó a marcar uno de sus peores trimestres de los últimos años. De acuerdo con los registros del Banco de México, el peso cerró la sesión en 19.69 unidades por dólar en su versión interbancaria, un retroceso apenas perceptible (de menos de un centavo) respecto al cierre del día previo. En tanto, el Índice Dólar, o DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, aumentó marginalmente para cerrar en 100.76 unidades.

    El peso mexicano viene de dos semanas consecutivas de depreciación, alcanzando un retroceso de 6.9 por ciento frente al dólar estadounidense de julio a septiembre, de tal forma que hiló (tras perder 9.6 por ciento en el segundo trimestre) sus dos peores trimestres desde el comienzo de la pandemia o desde hace cuatro años. Según varios analistas, es claro que el tema político local está detrás del nerviosismo que ha generado este movimiento. Esta semana serán dados a conocer datos mexicanos como la inversión fija bruta, el consumo privado, la entrada mensual de remesas y el reporte de administradores de compras manufacturero. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.

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