Cuauhtémoc Celaya Corella
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Inge, mañana es el día fijado para que el paro de mujeres se lleve a cabo. Ya desde hace tres semanas, se ha ido conformando lo que mañana, el colectivo de mujeres ha propuesto realizar como protesta por la violencia de género. Desde la óptica gubernamental, las voces que han hablado, me parece han sido muy mediocres para atender este tema. Principalmente algunas mujeres Secretarias, que por decisión propia o por encargo, buscan reivindicar las explicaciones del jefe máximo.
Pero esto de la confrontación, está subiendo más rápido de lo que pensé. Los todavía creyentes en las promesas de la 4T y defensores de los errores, siguen creyendo que esto del paro es cosa de la derecha, aunque ideológicamente no tengan claro qué es. Siguen viendo por su retrovisor a conservadores. Y la verdad, si llegaren a estar en esto los enemigos políticos del régimen, se manifestaran. Las mujeres no necesitan padrinos para protestar lo que creen justo.
Pero el Presidente busca mantener el discurso del odio y la confrontación. Lucra con los sentimientos y emociones de la gente, sobre todo la de abajo y la ignorante.
México está preso desde hace mucho tiempo, primero de los partidos, después de los políticos, y luego de los gobernantes. Muchos discursos y muy poca acción, muchos problemas y casi cero soluciones. Una desatención grave de la realidad. Discursos que se replican, como se barre la escalera, de arriba a abajo.
Carecemos de voces inteligentes, de opiniones centradas, de firmeza en acciones, y mientras eso existe, el gobierno improvisa por carecer de valor para enfrentar los problemas. El río revuelto y nuevos oleajes de corrupción deben estarse dando, lo sucedido con el medicamento contaminado para enfermos de Pemex, es el botón de muestra.
México, de la mano de su gobierno, camina hacia atrás, o más bien el mundo avanza y al estar anclado en su diatriba ideológica, buscando corruptos sin encontrarlos, y generando sólo expectativas para buscar ocultar la ineficiencia como gobierno, México va en retroceso económico, social y político.
El tiempo dará la razón, y no tardará mucho en hacerlo. De los datos que algunas encuestadoras dieron sobre el posicionamiento del Presidente, llamó mi atención, Inge, uno de especial manera: Cuando la encuestadora pregunta si el país va por buen camino, el 17 por ciento opinó que no, en febrero de 2019, para noviembre, había subido al 29 por ciento y en la medición de febrero 2020, había alcanzado el 40 por ciento.
De ello se concluye Inge, que de cien personas, 40 consideran que la conducción del gobierno va mal. Entonces, ya no son los neoliberales, ni los conservadores, ni los fifís, ni las mafias, sino que es un sector muy considerable que comienza a despertar y a ver la realidad. De seguir esta tendencia, a los asesores y al Presidente mismo, ni su miopía evitará que vean que van en caída franca y que, de alcanzarse un 50 por ciento en esa caída, ya no la pararán los programas sociales, ni las mañaneras, ni ninguna otra fuerza.
Ya dejaron de ser, pienso yo, los 30 millones de mexicanos que apoyaron la llegada de este movimiento. Los datos así lo expresan.
De continuar la tendencia, se esconde un gran peligro para ese momento, cuando el redentor se sienta traicionado y reaccione impulsivamente, y podría caer en decisiones peores que llevaran a reprimir a sectores de población que no se dejan engañar, porque descubrieron el engaño. Pero habrá que pagar el precio por despertar.
Pero volviendo al paro de mujeres. Me dijo un conocedor del derecho y observador político: Se me hace que está careada con las mujeres, la tiene perdida López Obrador. ¿Tú cómo ves, Inge? Piensas igual. Les asiste la razón ante la incapacidad de una política pública que proporcione seguridad y justicia. Es un movimiento auténtico, mucho más que las perjudiciales protestas de la CNTE.
De tal manera que si llevas a la balanza el actuar de gobierno, son más los negativos que los positivos. Aunque muchos no lo acepten.
Habrá que esperar los resultados de la acción “El 9 ninguna se mueve”, y ver la secuencia de sus acciones. Sólo las mujeres se animaron a rayar las puertas de la casa hogar presidencial e incluso, intentar incendiarlas.
¿No crees Inge, que en lugar de atacarlas verbalmente, hubiera sido más inteligente entender las razones del encono y planear con el gabinete de seguridad acciones para ofrecer justicia para las denuncias, y buscar bajo cualquier circunstancia, trabajar coordinadamente con los gobiernos estatales para bajar el índice de feminicidios?
¿Que qué es inteligente, me preguntas?
Nota aparte: ¿Por qué las calles del centro de la ciudad están tan descuidadas y sucias, Inge?