En México, cada Navidad nos dan Gato X Liebre al vendernos tiburón en lugar de bacalao. Esta situación ocurre porque no existen los mecanismos de información para garantizar que la especie que nos ofrecen sea realmente la que nos dicen y, en consecuencia, tomamos decisiones de consumo en la oscuridad, las cuales ponen en peligro los mares o dañan nuestros bolsillos.
En Oceana hemos investigado si el bacalao que nos venden en pescaderías, restaurantes y supermercados de la Ciudad de México, realmente lo era. Nos dimos cuenta de que casi la mitad de las veces recibimos una especie completamente distinta al bacalao que nos ofrecieron. En pescaderías, el porcentaje de engaño fue de 55 por ciento. Esta práctica afecta la salud de los mares y los bolsillos de los consumidores.
Nuestros resultados muestran que, en vez de bacalao, nos vendieron siete especies distintas de tiburón o productos de acuacultura como la tilapia. Un caso que vale la pena resaltar fue la venta de tiburón martillo como si fuera bacalao. ¿Por qué nos preocupa este caso? El tiburón martillo (Sphyrna lewini) es una especie considerada en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto quiere decir que se enfrenta a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre y existe una alta probabilidad de que, sin siquiera saberlo, lo estemos comiendo.
Esta situación es preocupante, en primer lugar, porque el consumidor recibe una especie que no pidió y porque paga altos precios por una especie que no lo vale. El bacalao cuesta en promedio hasta tres veces más que la tilapia. El precio de la sustitución no solo la pagan los mares, sino también nuestros bolsillos.
Las y los consumidores no deberíamos resignarnos a vivir en la opacidad, ni a que cada Navidad comamos tiburones en peligro o especies más baratas a las que pagamos. Es necesario conocer el recorrido de la pesca del barco al plato y para ello debe existir una Norma Oficial Mexicana de Trazabilidad de Pescados y Mariscos.
El proyecto de esta Norma existe desde hace más de dos años. Sin embargo, el proceso de aprobación está detenido por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), la autoridad encargada de la regulación de la pesca en nuestro país, y cada año que pasa, cada Navidad que somos engañados, esta autoridad encuentra nuevas excusas para evitar que avance para evitar que recibamos Gato X Liebre o, en este caso, tiburón por bacalao.
A nuestras lectoras y lectores frecuentes, les pido una disculpa ya que cada año les recordamos que existe una alta probabilidad de que, en vez de comer bacalao, muchas veces comen otras especies sin siquiera saberlo. Pero es necesario denunciar públicamente esta situación, ya que cada Navidad que pasa sin que tengamos una Norma de Trazabilidad e información sobre el origen del pescado que llega a nuestras mesas, es una Navidad en la que nuestro menú podría incluir a una especie en peligro, sin siquiera saberlo.
Desde Oceana te queremos invitar a que esta Navidad te sumes a exigir información transparente y confiable sobre el pescado que comes y garantizar que el bacalao a la vizcaína, realmente lo sea.
Firma nuestra petición para exigir a la Conapesca la aprobación de la Norma de Trazabilidad https://ca.engagingnetworks.app/page/129293/action/1?ea.tracking.id=redirect.
*La autora Mariana Aziz (@marianaaziz) es directora de campañas de Transparencia de Oceana en México (@OceanaMexico).