"Ojalá y no sea avara la medicina privada. Rodolfo Farber sugiere una ruta alterna"
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Sin ánimo de polemizar sobre si los empresarios dueños de hospitales se comportan o no de manera incorrecta en la actual emergencia de salud por coronavirus, Rodolfo Farber Lorda propone el abordaje de otro aspecto de la llamada “nueva realidad” que trae consigo la pandemia: la aversión que existe en ciertos segmentos de mexicanos, o de sinaloenses en este caso, a mencionar el tema de seguro de gastos médicos mayores.
Desde el conocimiento de esta área de la previsión ciudadana, quien fuera delegado estatal de Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, y desde la experiencia de 11 años en “Farber Consulting-Seguros Integrales”, aporta la contracara a lo publicado en este mismo espacio el miércoles 27 de mayo con el título “Covid y codicia en hospitales privados”. Vamos, pues, conociendo una más de las muchas autenticidades que serán redescubiertas cuando el virus nos permita deletrearnos como individuos o como sociedad.
Efectivamente, comienza la reflexión de Farber Lorda, los empresarios de hospitales pueden estarse comportando en forma no correcta, y recalca el “pueden”, porque considera difícil saber si están o no incumpliendo el Acuerdo (firmado el 13 de abril entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Asociación Nacional de Hospitales Privados, pactando la atención sin fines de lucro a pacientes infectados por el SARS Cov-2.) simplemente porque no sabemos cuáles son sus costos. “Podemos suponer (‘sospechar’), sólo que no sabemos con certeza”.
El objetivo ahora, agrega, es hacer ver la triste ausencia de las palabras “Seguro de Gastos Médicos Mayores” como medida de precaución básica para, desde luego, los que pueden pagar la prima del seguro, mismas que efectivamente no son bajas por varias razones, siendo la principal el alto costo de operación de los hospitales, honorarios médicos, medicinas, etc.
“Ojalá no fuera así, ojalá no hubiera avaricia en empresarios, ojalá etc. y más etc. Los asegurados de pólizas de Gastos Médicos Mayores son atendidos en hospitales privados que cobran altos precios por la necesidad de subsistir y ofrecer servicios adecuados. La falta de cultura sobre seguros es en México impresionante; es muy baja hasta en los medios de comunicación; en el ámbito de los gobiernos municipales, estatales y federales; en el ámbito empresarial. Me atrevo a decir que es baja en el mismo gremio de nosotros los ¡agentes de seguros!”
Para él mismo es un misterio, reconoce Farber, por qué la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, AC (AMASFAC) ni la de Aseguradoras (AMIS) no abren la boca para concientizar a la población sobre las conveniencias de estar asegurado en estos desastres masivos (igual para huracanes, terremotos, etcétera).
“Ni en la situación presente abrimos los ojos para proteger las economías de nuestras familias de los efectos de gastos médicos para los que, obviamente, no se tienen reservas. Actualmente, las aseguradoras están ofreciendo cubrir a las personas por Covid sin aplicar el ‘tiempo de espera’ que normalmente aplica. Esto, que es una muy buena medida, no se promueve, como si nos diera vergüenza o no sé qué pueda ser”.
En cuanto a cómo funcionan los seguros lo simplifica así: los sanos que pueden enfermarse y no se enferman ayudan con las primas que pagan a cubrir los altos costos de servicios médicos que los asegurados que sí se enfermaron generan. Para que “alcance”, el chiste es que sean más los sanos que los enfermos. Invita a que informemos esto y lo recalquemos a los sinaloenses.
Rodolfo Farber Lorda se atreve a poner el dedo sobre la llaga que ahora sangra. Su planteamiento sin duda es parte de la nueva toma de conciencia a que obligará la crisis universal de salud, ésta que nos pilló sin la más mínima idea (si no la tienen los gobiernos ¿por qué habríamos de poseerla los ciudadanos?) de por qué, cómo, cuánto y para qué la sacudida que experimenta el hábitat en el momento en que más profundo dormíamos encima de nuestras negligencias.
Y enseguida desfila el atemporal “ojalá”, la socorrida carnada popular para atrapar esperanzas. Ojalá que ahora sí lo entendamos, ojalá que el Presidente, Gobernador y los alcaldes sepan sacarnos de estas crisis, ojalá que los habitantes del planeta adquiramos la mentalidad de respeto a las reglas esenciales de la vida. Ojalá que al menos aprendamos a estar preparados en todos los sentidos para las catástrofes que vienen en fila.
Aunque redunde en lo odioso decirlo, también depende de los mexicanos y los sinaloenses que sucedan todos los buenos propósitos implícitos en el “ojalá”. Que nunca ocurra que la noche nos alcance tal como hoy, sin tomar las prevenciones adecuadas.
Reverso
Es lo más seguro del Seguro,
Que el veinte no nos va a caer,
Y al pasar este golpe duro,
A las desidias vamos a volver.
Los hacemos responsables
Las madres que buscan a los hijos que fueron víctimas de desapariciones forzadas incomodan todos los días a delincuentes que desean que su poder fincado en armas y burla a la ley le alcanzara también para acabar con la lucha de familias que quieren saber dónde están aquellos que un día la violencia les arrebató de los hogares. El Gobierno de Sinaloa debe cuidarlas, porque el hecho de que el miércoles derribaran a balazos un dron que Sabuesos Guerreras utiliza para rastrear fosas clandestinas es una señal de que pedirles clemencia a los criminales es igual a confiar en que las instituciones hagan el máximo esfuerzo para localizar a los desaparecidos. Y como no se puede acudir a la misericordia de los malandros, hacemos responsables a las autoridades federales y estatales de cualquier agresión contra las mujeres rastreadoras.