¿Qué más se puede decir sobre el nuevo informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático que no se haya dicho ya? Hemos estado viviendo en carne propia las consecuencias del cambio climático y siendo realista, lamentablemente este es sólo el comienzo. Para muchas personas interesadas en las cuestiones ambientales, todo lo que se menciona en el estudio parecerá bastante familiar, las conclusiones a las que llegan son solo reafirmantes.
Este estudio cita más de 14 mil estudios, cuenta con las contribuciones de 750 personas y fue aprobado por 195 naciones. El consenso sigue siendo el mismo: el cambio climático es real, el panorama es alarmante, desesperanzador y parte del daño que hemos ocasionado a este punto ya es irreversible. Hemos visto últimamente más noticias hablando sobre muertes, sequías e incendios debido al intenso aumento de la temperatura. Quienes participaron en el estudio aseguran que desde 1970, las temperaturas de la superficie global han aumentado más rápido que en cualquier otro período y que los últimos cinco años han sido los más calurosos registrados desde el año 1850.
El panel de las Naciones Unidas considera que se necesita un esfuerzo coordinado y puntual entre las naciones para reducir las emisiones y el uso de combustibles fósiles. Estados Unidos representa cerca del 4 por ciento de la población mundial, tan solo este país ha consumido durante un largo tiempo el 25 por ciento de la energía mundial. Muchas naciones se comprometieron con los objetivos del acuerdo climático de París en 2015, cuyo objetivo es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados y trabajar en conjunto para mantenerlo por debajo de los 1.5 grados centígrados. Este nuevo estudio, toma como referencia ese compromiso y menciona que se incumplirá con el mismo a menos de que las naciones se comprometan a reducir sus emisiones de carbono.
El equipo de ciencias reporta que se publicará un nuevo estudio en 2022 que se enfocará en cómo el cambio climático afectará a la región del litoral, las fincas y a los sistemas de atención a la salud. También se pretende lanzar otro informe para abordar de manera más puntual las estrategias para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero.
A nivel individual, también podemos aportar algo, empezando por tomarnos un momento para cuestionar todos nuestros hábitos, incluyendo los de consumo. Un ejemplo es eliminando o al menos reduciendo el consumo de carne y otros productos de origen animal. Este mismo Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU aseguró en 2019 que hacer cambios hacia dietas más basadas en plantas es una gran oportunidad para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2020 otro estudio de Nature Sustainability menciona que la tierra desplazada por los alimentos de origen animal tiene el potencial de capturar 52.5 gigatoneladas de carbono en la biomasa.