Novenario perredista,
el camino al Mictlán

    PARM, PPS, PCM, PCD, PES, RSP, Nueva Alianza, Fuerza por México, PCN, Partido Cardenista, PDM y otros más reciben hoy al PRD, el último partido nacional en colgar los tenis.

    ¿A dónde van los que no están? Los que ya no están aquí es porque son peregrinos al Mictlán.

    El inframundo de los partidos, el lugar oscuro, denso, profundo, en donde se deben purgar las penas para resurgir después de pasar las nueve casas. En el sincretismo español con el mundo prehispánico, nueve días de luto después del entierro, novena para reflexionar sobre la vida y los deberes hechos o inconclusos del que la tierra ha dejado. PARM, PPS, PCM, PCD, PES, RSP, Nueva Alianza, Fuerza por México, PCN, Partido Cardenista, PDM y otros más reciben hoy al PRD, el último partido nacional en colgar los tenis. Este es el novenario perredista y su camino al Mictlán.

    I. Itzcuintlán, la primera parada después de la declaración de la muerte con el 2.4 por ciento de la votación total. Es al lugar en donde habitan los perros, los consagrados de Xólotl custodio de Tonatiuh, que dio vida a la insignia partidista, el sol azteca que representó la grandeza de la izquierda pero que ahora duerme porque así lo dispuso la soberana mayoría.

    II. Tepetl Monamictlán, para cruzar los cerros que se abren y se cierran, como las urnas que trituraron la esperanza entre dos aliados que terminaron siendo los verdugos. La indefinición ideológica que los unió con sus eternos enemigos, desdibujando su lucha para sumarlos en un frente común en donde siempre supieron que eran los más débiles.

    III. Itztepetl, la montaña de obsidiana, hogar y morada del señor del castigo, quien despoja a los muertos de sus prendas, alhajas y posesiones. Así entrega el difunto PRD las prerrogativas, subvenciones, las banderas, el mobiliario y los edificios incluyendo el emblemático de Benjamín Franklin 84.

    IV. Izteecayan, el lugar de los vientos gélidos y tempestuosos que fragmentan y pulverizan los falsos liderazgos que llevaron al partido a la tumba. Ahí se terminarán de partir, los grupúsculos de foro nuevo sol, nueva izquierda, izquierda democrática nacional, alternativa democrática, patria digna y otras tribus que sirvieron para pelearse como fieras las migajas de plurinominales con las que se quedaron.

    V. Paniecatlacoyán, la casa en donde está el desierto sin gravedad, en donde flotarán los pocos representantes populares que quedan a merced del mejor postor. Sin partido y con curul, serán presa de las mayorías, para entregarse al poder, al PAN o al PRI que es el próximo partido llamado al Mictlán.

    VI. Timiminaloayán, el lugar de los arqueros, las flechas que vuelan tratando de impactar cada una de las palabras en el inoportuno discurso de J. Zambrano, el falso líder que los condujo a la derrota, el soberbio que afirma que el PRD resurgirá, que seguirán adelante sin prerrogativas públicas y sin registro. Que renacerán de las cenizas y buscarán reinventarse. Lo que no hicieron antes, lo quieren hacer después.

    VII. Teocoyocualloa, el lugar de la fiera salvaje, representada por el jaguar que les quitó el corazón, la esencia y el alma. La casa del recuerdo en donde está inscrita con sangre la fecha del domingo 9 de septiembre de 2012, el día de la renuncia a su militancia perredista del tabasqueño que 12 años después, sería el verdadero sepulturero del partido.

    VIII. Apanohualóyan, el lugar del baño de agua negra, el nado en la podredumbre que representa la inmundicia, después de cerrar el paso a los ciudadanos, a los jóvenes y nuevos valores que pidieron una oportunidad en la izquierda y les fue negada por la repartición de los espacios entre los mismos. Un conjuro de muerte a todos los partidos que no forman bases, no construyen liderazgos sociales y reciclan élites avejentadas.

    IX. Chiconauhmictlán, la zona de niebla, el punto final en el camino en donde llega la redención desde la reflexión, la autocrítica sobre las decisiones tomadas y los errores cometidos. Ahí es en donde el muerto deja de ser y se une al todo, siendo nada. Recordando que nadie es eterno, y que no habrá nada humano que dure al paso del tiempo.

    Descanse en paz, el Partido de la Revolución Democrática (1989-2024)