Nos intimida un Estado paralelo: Valadés. Impunidad por la ‘acción de la inacción’
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A la dominación del miedo que igual desde Sinaloa permea hacia todo el País, o que desde el resto del territorio nacional fluye a la tierra de los once ríos, el jurista sinaloense de dimensión internacional, Diego Valadés Ríos, la atribuye a que operan en México fuerzas paraestatales, o una especie de Estado paralelo, que están imponiendo acciones de carácter paratributario a través de secuestros, extorsiones y cobro de derecho de piso, entre otros delitos, sin que los ciudadanos podamos contar siquiera con el apoyo de las autoridades e instituciones legítimas para que nos defiendan.
Con la puntualidad que apremia por la zozobra que ronda en estos días, reflexiona que aquel que tiene como función natural, originaria, la defensa de nuestros derechos nos tiene olvidados y no procede a defendernos de la acción delincuencial que viola cotidianamente las garantías de todos los mexicanos porque a algunos los secuestra, a muchos los extorsiona, pero a todos nos intimida. “No hay nadie en este País que esté al margen del miedo”.
El ex Procurador General de la República y Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictó el 27 de enero la conferencia “Política y Derechos Humanos”, organizada por el Colegio de Periodistas y Escritores José C. Valadés, que preside la periodista Carmen Aída Guerra Miguel. Allí consideró que en tal atmósfera de miedo el Estado mexicano se ha caracterizado por la acción de la inacción que da lugar al fenómeno generalizado de la impunidad que su vez alimenta el desarrollo decidido de la delincuencia en perjuicio de nuestros derechos humanos.
“Somos objeto de una exacción tributaria que impone una verdadera gabela a millones de mexicanos”, reiteró al señalar al gobierno como responsable con base a lo que ocurre en otras partes del mundo, (Alemania, Italia España y Estados Unidos, por ejemplo) donde las respectivas Cortes han razonado que si a la persona “A” la ha afectado impunemente en sus derechos la persona “B”, es porque la persona “C”, llamada Estado, no actúa adecuadamente para defender a un particular frente a otro particular.
En la disertación, en el Culiacán que el 5 de enero vio vulneradas todas las garantías civiles, Valadés Ríos deploró el hecho de que la construcción de los derechos humanos hasta este momento consista en ver al Estado como adversario de los derechos humanos, porque en México las acciones denunciables ante las instancias del ombudsman son las cometidas por el poder. “No solamente se trata hoy de la potencial violación de derechos humanos por particulares, sino por parte de entes que actúan como poderes paraestatales”.
Expuso que si bien es cierto que México cuenta con uno de los mejores elementos normativos en materia de derechos humanos, que se traducen en tratados internacionales, universalidad, y progresividad, se da una gran disimilitud entre lo que prescribe la norma y lo que ocurre en la realidad. Aquí destacó el trabajo de periodistas y medios de comunicación en lo referente a la tendencia de homogeneizarse las condiciones culturales, debido a que ellos son promotores de igualación a través de transmitir la información, así como defensores de las libertades públicas.
Propuso que al ser México el País que más padece la inseguridad, junto a los comunicadores se formule un informe de lo que ha ocurrido hasta este momento, en el Siglo 21, como un elemento de referencia para saber cuándo se comenzó a invertir el proceso y a establecer mecanismos de recuperación para el ejercicio verdaderamente libre de la comunicación en el país.
Planteó la pregunta de si los mexicanos estamos hechos para la justicia. “Por supuesto que sí. El género humano es el mismo y lo que varía son las condiciones culturales y las decisiones políticas”, respondió y alertó que mientras sólo tengamos una democracia en la que somos titulares del poder por un día cada seis años, estamos perdidos. “Para ser titulares del poder todos los días necesitamos que sean nuestros representantes políticos los que actúen. Si los representantes políticos pudieran evaluar la política de seguridad y de justicia del país, el panorama sería distinto, toda vez que la decisión de quiénes actúen y cómo actúen hoy la toma una sola persona”.
Desde la calidad moral sustentada en la trayectoria íntegra tanto en el servicio público, sistema judicial y la academia, Valadés Ríos señala las salidas de emergencia consistente en más y mejores jueces y, sobre todo, “mejor sistema representativo para que todos los días sean nuestros representantes los que digan: reprobamos lo que se está haciendo en salud, en educación o en lo que toque; y viceversa, que puedan decir: los representantes de la nación aplaudimos a los que están liberando al País de la esclavitud a la que nos tienen sometidos los delincuentes nacionales”.
En síntesis, el integrante del Colegio de México y Colegio de Sinaloa nos trajo el viernes el indispensable tragaluz del conocimiento para que en tiempos bárbaros aprendamos no sólo a quejarnos de la casi normalizada desventura trágica sino, principalmente, podamos iluminar con la participación ciudadana los atajos que nos saquen del laberinto de la violencia y el miedo que de ésta emana.
Estás de pie, Sinaloa ven,
No volverás a trastabillar,
Porque juntos vamos a luchar,
Para que jamás seas rehén.
Dicen los que descifran el más allá que muy pronto se reúnen las almas que hicieron una vida terrenal juntos y así, yuxtapuesto a la obra humanitaria de su esposa, Rosalía Camacho que falleció el 7 de marzo de 2022, debemos evaluar el gobierno de Jesús Aguilar Padilla en Sinaloa (2005-2010) y una vez que emprendió el viaje sin retorno nadie puede juzgarlo porque al ya no estar aquí sale sobrando la alevosía de los vivos. Ojalá que donde esté sea reconfortado, o quizá reconvenido, por los suyos que partieron antes que él.