Neurotecnología y derechos humanos. Un desafío central en la agenda global

    La protección de los neuroderechos como derechos humanos es fundamental en un mundo cada vez más influenciado por la tecnología. La propuesta presentada coloca a México a la vanguardia en la protección de los derechos humanos en el ámbito de la neurotecnología, ofreciendo un modelo sólido a seguir para otros países.

    La neurotecnología avanza a pasos agigantados, impactando áreas tan diversas como la medicina, la educación y el entretenimiento por mencionar algunos. Desde implantes cerebrales que mejoran las funciones cognitivas hasta interfaces cerebro-máquina que permiten el control de dispositivos con la mente, estos avances presentan tanto oportunidades como desafíos. En este contexto, surge la necesidad de hablar y poner sobre la agenda global el tema de los neuroderechos, un conjunto de derechos fundamentales que buscan salvaguardar la privacidad, identidad y autonomía mental de las personas frente a estas tecnologías.

    A nivel global, el desarrollo de la neurotecnología ha propiciado un debate que es necesario conocer. La capacidad de estas tecnologías para alterar y monitorear la actividad cerebral plantea preguntas éticas y legales urgentes. Nos toca hacernos preguntas que hace no mucho podrían parecer preguntas de una película de ciencia ficción: ¿Se pueden manipular los pensamientos y el funcionamiento del cerebro? ¿Qué sucede con los sesgos culturales y la discriminación que puede existir en el desarrollo de la tecnología? ¿Qué significan las brechas tecnológicas en este contexto y qué implicaciones tienen para la sociedad y la humanidad? ¿Qué y cómo se puede regular?

    A nivel internacional se han desarrollado varias iniciativas relacionadas con ello. Chile en 2021 se convirtió en el primer país en incorporar los neuroderechos a su Constitución. La reforma protege la privacidad mental, la identidad personal y el acceso equitativo a tecnologías avanzadas, prohibiendo la manipulación sin consentimiento. Se trata de una iniciativa de vanguardia en la protección de los derechos humanos en el ámbito neurotecnológico.

    En Colorado, Estados Unidos, se aprobó una ley que declara los datos neuronales como información sensible y que protege la privacidad de los pensamientos, estableciendo un marco de protección a nivel estatal. Estamos hablando de un ángulo central de la privacidad: la privacidad mental.

    La Fundación de Neuroderechos trabaja para integrar los derechos humanos a un mundo en el que la neurotecnología está abriendo un nuevo terreno de juego y campo de interacción y convivencia para las personas, las sociedades, los Estados, los gobiernos, y que implica la participación de nuevos y viejos actores de la política y la sociedad.

    En México, a iniciativa de la Senadora Alejandra Lagunes, se presentó hace unos días una iniciativa pionera para regular las neurotecnologías y proteger los neuroderechos. Esta propuesta, conocida como Ley General de Neuroderechos y Neurotecnologías, busca garantizar la dignidad humana y proteger los derechos relacionados con la actividad cerebral y mental. Esta propuesta pone al país a la vanguardia de uno de los temas más relevantes de la agenda global actual.

    Algunas cosas que hay que destacar es que es una propuesta de amplio alcance, ya que la ley abarca múltiples derechos y sectores: desde la salud hasta la educación y la seguridad, buscando asegurar una protección integral. Propone una gobernanza robusta en el sentido de plantear la creación de una Comisión de Neuroética y Neuroderecho para garantizar la supervisión y la implementación adecuada de la ley. Busca la protección de datos neuronales al reconocer que se trata de información personal sensible y establece medidas claras para su protección.

    Esto plantea la necesidad de considerar los recursos necesarios para su instrumentación y supervisión, así como la estructura administrativa necesaria y la capacitación acorde a ello. Inevitable también pensar el equilibrio necesario entre la regulación y la innovación de tal manera que los derechos de las personas estén protegidos y que a la vez se fomenten la innovación tecnológica y se promueva el desarrollo científico.

    Dada la rápida evolución de la neurotecnología, la normativa debe actualizarse regularmente para mantenerse al día con los avances y ser vigente. Esto en sí es un gran desafío.

    Uno de los ángulos más importantes a tener en cuenta es el consentimiento informado, el derecho a la eliminación de datos, la transparencia y la privacidad. Asegurar que el consentimiento informado sea realmente comprendido y voluntario, otorgar a los individuos el derecho a solicitar la eliminación de sus datos neuronales, la transparencia sobre el tema y la privacidad son aspectos críticos para el éxito de la ley .

    La protección de los neuroderechos como derechos humanos es fundamental en un mundo cada vez más influenciado por la tecnología. La propuesta presentada coloca a México a la vanguardia en la protección de los derechos humanos en el ámbito de la neurotecnología, ofreciendo un modelo sólido a seguir para otros países. Es esencial que las y los legisladores, las y los investigadores y la ciudadanía se involucren en este debate y apoyen iniciativas que aseguren un desarrollo tecnológico ético y humano.

    El futuro nos alcanzó. Es necesario estar a la altura del desafío.

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    Internacionalista y politóloga, fundadora de Mujeres Construyendo

    www.mujeresconstruyendo.com

    @LaClau Animal Politico / @Pajaropolitico