Mujeres del mar: mujeres pescadoras y su lucha por algo más que la pesca

Atarraya
21/09/2024 04:01
    Las mujeres pescadoras se ven a sí mismas no solo como trabajadoras del mar, sino como guardianas de la naturaleza y defensoras de sus comunidades. Entienden que su bienestar está intrínsecamente ligado al del ecosistema que les da sustento.

    Era martes por la mañana. Sabíamos que sería un día caluroso, así que nos preparamos para ello. Llevábamos bloqueador, sombrero y manga larga. Nos recogieron en una pequeña embarcación y nos dirigimos a la bahía de Altata en Sinaloa. En el aire se percibía el olor a sal y vegetación húmeda. Llegamos a un manglar, el cual, además de ser un ecosistema natural, era el sitio de trabajo de una comunidad cooperativa de mujeres pescadoras: las Almejeras de Santa Cruz.

    Las mujeres y sus familias nos recibieron con sonrisas y mucha hospitalidad. Con manos expertas, nos mostraron su labor diaria, cultivando ostiones en las tranquilas aguas. Cada movimiento era preciso y lleno de conocimiento. Sabían a la perfección cuál ostión estaba listo para ser recolectado, cuál tenía que dejarse en la raíz para que creciera, cuál iba a tener el mejor sabor y cuál ya no valía la pena recolectar.

    Mientras cosechaban los ostiones, sus hijas e hijos pequeños nadaban, disfrutando del agua fresca, en tanto los mayores se unían al cultivo de ostión. Los esposos capturaban pescado que después harían ceviche y freirían para quitar el hambre tras una jornada bajo el sol. Había trabajo para toda la familia.

    Al observar la destreza con la que cultivaban los ostiones, conversando sobre la pesca y su vida diaria, comprendí que sus demandas iban mucho más allá de simplemente mejorar las condiciones de la pesca. Lo que estas mujeres pedían era un reconocimiento más amplio de su papel en este sector, ser reconocidas como mujeres de mar. No quieren solo pescar más, sino vivir mejor. Varias de ellas comentaron que no solo necesitaban más pesca, también educación para sus hijos, acceso a la salud, y un sistema que las cuidara a ellas y a sus familias.

    Las mujeres pescadoras se ven a sí mismas no solo como trabajadoras del mar, sino como guardianas de la naturaleza y defensoras de sus comunidades. Entienden que su bienestar está intrínsecamente ligado al del ecosistema que les da sustento. Por eso, luchan por un medio ambiente sano, pero también exigen sistemas de cuidados que incluyan derechos humanos fundamentales como la educación y la salud, sabiendo que, sin ellos, no hay pesca que sea suficiente. Estas mujeres saben que la sustentabilidad no se logra solo con prácticas de pesca responsables, sino también con la creación de comunidades saludables, abundantes y resilientes.

    Estas mujeres pescadoras, en su lucha por un sistema de cuidados, están redefiniendo lo que significa ser pescadora. No solo están demandando más derechos. Buscan construir un nuevo paradigma donde la justicia social y ambiental se entrelazan. En donde la pesca, los programas, las instituciones y todo lo que forma parte de este sistema, las reconozca a todas: desde la que hace el arte de pesca con el que los hombres salen a pescar, hasta la que cultiva ostión o la que vende el pescado en el mercado. Ellas saben que solo a través de un enfoque integral es posible garantizar la sustentabilidad del mar y de las comunidades que dependen de él.

    El manglar, con su mezcla de agua dulce y salada, es un símbolo poderoso de la vida en la costa, una metáfora de la resistencia y la adaptabilidad. Así son estas mujeres, que no solo buscan sobrevivir, sino prosperar en un entorno que a menudo es duro y adverso. Son cuidadoras de un delicado equilibrio entre el mar y la tierra, entre la vida que surge del mar y la que depende de este.

    Llegó la tarde y me despedí de ellas con una profunda admiración. En cada una de esas mujeres vi a las guardianas del mar, pero también a las defensoras de un sistema de vida que respete, cuide y reconozca su rol como pescadoras, proveedoras, madres, hijas, hermanas, esposas.

    * La autora es Mariana Aziz

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