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"ÉTHOS"

"Motores de ejemplaridad"

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    rfonseca@noroeste.com
    @rodolfodiazf

     

    Los jóvenes siempre buscan modelos de vida y de conducta. Ansían encontrar trazos y pautas a seguir, ejemplos inspiradores que los motiven al seguimiento e imitación.

    Lo lamentable es que no siempre hallan los mejores ejemplos. La insaciable sed de auténticos ídolos la mitigan en charcos ponzoñosos y malolientes. Su falta de suculentos platillos la sacian con las sobras que caen de improvisadas mesas.

    Si no existen posters y retratos de míticos héroes, cualquier dibujo barato servirá como sustituto para emular sus ilícitas acciones, como apuntó Jorge Yarce en su libro Valor para vivir los valores:

    “La crisis de valores en la sociedad actual puede mirarse bajo el prisma de la falta de héroes, es decir, de personas que encarnen valores y a quienes valga la pena imitar. Hay demasiada mediocridad y conformismo, demasiada aspiración al éxito económico y al disfrute del poder como metas supremas de la vida”.

    Por desgracia, agregó, en el seno familiar escasean los modelos ejemplares, de ahí que los jóvenes se vean impelidos a buscar paliativos con los cuales tapar los hoyos de su ansiedad:

    “Muchos eligen el modelo equivocado. Como no hay padres “modelos”, o escasean, los hijos a veces escogen al deportista famoso que es un modelo en la práctica de un deporte pero que, a veces, en su vida personal es poco ejemplarizante. Es un ídolo de barro cuya fragilidad no le permite a quien lo admira forjar una construcción seria de valores. Ese tipo de “héroes” son héroes para admirar, no para imitar. Los medios de comunicación se han encargadode fabricar montones de estos “héroes”.

    Yarce subrayó: “Por esto, los padres, los maestros y los jefes, cuando encarnan los valores que quieren promover, pueden convertirse en “motores de ejemplaridad”.

    ¿Vivo los valores? ¿Soy motor de ejemplaridad?