"Modelo de formación en Dueñez"
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El desarrollo de los sucesores necesita apoyarse en un modelo efectivo de formación en la Dueñez.
Algunas familias empresarias han decidido que sus hijos no se contraten en sus negocios. Luego, cuando crecen, resienten lo complicado que es atraerlos al grupo familiar. Otras familias deciden mantener a los hijos trabajando dentro de las propias compañías, pero los preparan para operar negocios, no para gobernarlos como dueños.
Es entonces frecuente enfrentar el desafío de cómo heredar nuestro patrimonio si nuestros hijos no saben trabajar juntos, si son tan diferentes y no comparten la misma querencia, si no sienten pasión por la empresa y no saben ser buenos socios.
Alistar a los hijos para asumir un rol activo en la Dueñez exige definir con antelación cuál es el rol que pretendemos que asuman. Si queremos que se involucren o no en la operación de los negocios, pero que gobiernen desde arriba y conduzcan los caminos de creación de valor, necesitamos enfocar su preparación de manera especial para eso.
La ruta de crecimiento de los miembros de la siguiente generación para compartir la Dueñez Empresaria tiene que diseñarse de manera profesional. No es solamente un tema de aprender a administrar negocios. Es más bien educarlos para llegar a ser buenos socios, buenos consejeros, y que sepan aportar valor en un sistema de gobierno colegiado.
Para este propósito proponemos un modelo de formación que cubra tres fases fundamentales, la parte práctica en el quehacer de los negocios (70% del su aprendizaje), la guía de asesores y mentores que les orienten (20%) y la fase conceptual que les de una estructura básica de pensamiento (10%).
El modelo esta concebido como el pensum o curriculum de un plan de aprendizaje genérico. Cada uno de los hijos podrá cubrirlo a su propio ritmo y secuencia. La idea es que cada uno diseñe y siga este recorrido de manera flexible y personalizada.
Algunas actividades pueden ser comunes y programables, otras las efectuará cada uno según su agenda, sus necesidades y sus circunstancias. La idea es que cada hijo vaya avanzando en su programa individualizado, pero seriamente comprometido con proyectos, juntas, asesorías y programas que él mismo acuerda con su propio coach.
La fase práctica abarca años de dedicación a cubrir puestos de creciente responsabilidad en la organización. Esto le otorga conocimientos y experiencias de los negocios del grupo y de administración de empresas en general. De esta forma el joven adquiere sensibilidad y vivencias, y se cultiva en las exigentes labores de la gestión empresarial.
También la fase práctica ha de incluir el manejo de proyectos de cambios organizacionales o de nuevos negocios. Estos últimos le ayudan a experimentar el tipo de intervenciones que posteriormente podrá manejar desde los órganos de gobierno en los que participe.
La fase de orientación de coaches o mentores es esencial en el programa. Cada uno irá buscando líderes con señorío y don de consejo dentro y fuera de la organización que puedan interesarse seriamente en aconsejarlos y guiarlos. Por ningún motivo ninguno de los jóvenes debe omitir el contar con un asesor en cada etapa de su proceso de formación.
Por último, la fase conceptual puede ser tan versátil como las anteriores. Unos estudiarán carreras y maestrías en diversos campos de la administración, otros complementarán sus estudios con cursos específicos en escuelas de negocios.
Por un lado necesitan aprender conocimientos generales de negocios (Comercialización, Operaciones, Finanzas, Desarrollo Organizacional, etc). Igualmente requerirán ser entrenados en habilidades de gestión (liderazgo, negociación, manejo del tiempo, trabajo en equipo, etc.)
Por otra parte necesitan también adquirir principios, modelos y herramientas de Dueñez y Gestión del Valor (Valuación de empresas, Generación, Multiplicación y Captura de Valor, Gobierno Corporativo, etc.)
La Dueñez no se aprende por herencia ni por contagio. Si queremos preparar a nuestros hijos a ser buenos dueños y buenos socios, trabajemos de manera enfocada en su preparación.
Carlos A. Dumois es Presidente y
Socio Fundador de CEDEM.
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.