Hace algunos días tuve la gran oportunidad de visitar algunos centros de migrantes en la frontera de Texas y la verdad es que salí sorprendida positivamente. Conocí algunos albergues que reciben a jóvenes menores de edad no acompañados en los Estados Unidos. Éstos principalmente vienen de El Salvador, Guatemala y Honduras y son atendidos indirectamente por Southwest Key, una organización sin fines de lucro.
Me sorprendió mucho ver que, contrario a mis creencias, los gobiernos de los Estados Unidos sí ponen atención y dinero (invierten) en la atención a los migrantes y lo hacen bien.
La organización que nos permitió conocer sobre este trabajo tiene muchos años trabajando en la atención a estos grupos y lo hace de manera excepcional. Entre los servicios que reciben los jóvenes están no solo la alimentación y dormitorio, como algo básico, sino atención y revisión médica, entretenimiento, atención emocional y jurídica.
Vale la pena mencionar que se tiene el cuidado diferenciado, es decir, no todos los menores están juntos. Por un lado se atiende población de 10 a 17 años y en otro a los recién nacidos, junto con su madre, hasta los 10 años.
La profesionalización de las labores es fundamental, y se observa, y sobre todo se siente, el cariño de parte de quienes participan y forman parte de estos servicios. Entre ellos se llaman la FAMILIA Southwest y no cabe duda que por lo visto sí lo son, pues la hermandad se ve cuando uno está presente.
Estar esos dos días con estos jóvenes y escuchando a sus directivos me abrió los ojos y el corazón para ver de otra manera y comprender desde otro contexto el tema migratorio. Lo conocía en nuestro País y sobre todo en Monterrey, con la atención que he visto por parte de mis amigos de Casa Monarca, en Santa Catarina, y Casa Nicolás, en Guadalupe, más no comprendía todo lo que puede llegar a estar detrás.
Ahora mismo veo de manera diferente las dificultades que vive un niño y todo por lo que tiene que pasar para llegar a encontrarse o reencontrarse con sus familiares, y cómo dejó su corazón roto al abandonar un país por motivos desconocidos, que van desde mejora económica, pasando por huir de persecución política o de seguridad, en donde sus madres prefieren dejar de verlos a pensar que les pueden quitar la vida.
Al mismo tiempo que escribo este artículo, el tema electoral que tenemos frente a nosotros por el proceso electoral 2024 se vincula, pues deberemos votar por la Presidencia de la República y el Congreso.
Entonces, ya el tema migratorio se debe visualizar para saber qué tipo de legisladores vamos a elegir, analizando si estos consideran medidas en pro o en contra de los migrantes y qué políticas públicas tendrían los gobiernos que nos están o estén proponiendo algo frente a nosotros.
También será fundamental ver la política pública que se aplica o aplicará ante la falta de trabajadores en el norte del País y ver cómo se podría incluir a las personas provenientes de otros países para quedarse legalmente a trabajar y dotar de infraestructura esas ciudades, y a ellos de derechos para poder que no sean sometidos a las extorsiones que viven tradicionalmente por motivos de corrupción de distintas personas dentro de los tres niveles de Gobierno, pues como dice un dicho anónimo, los derechos humanos no necesitan pasaporte.
-
@tatclouthier