Los culiacanenses tenemos muy grabado el recuerdo del “jueves negro”, que tuvo lugar el 17 de octubre de 2019, cuando se realizó un operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán. Sin embargo, esta semana tuvimos un “miércoles negro”, en que lamentamos el fallecimiento de tres queridos personajes:
Isidro Guerrero Macías, más conocido como el “Padre Chilo”, originario de Iraguato, Navolato. Fue Rector del Seminario de Culiacán y lo nombraron en 1997 Obispo de Mexicali. Amigo de muchos años.
Gerardo Osornio Ortiz, periodista y catedrático, quien publicó su columna deportiva, titulada “El fanático”, en el periódico Noroeste. Me tocó convivir con él siendo director editorial y me invitó a charlar con su grupo de Comunicación de la Universidad México Internacional.
Sergio Jacobo Gutiérrez, originario de Navolato, fue político, académico, director general del ISIC, amigo y apreciado ser humano. Durante la misa de cuerpo presente que se ofreció ayer a las 4 de la tarde en la Parroquia del Carmen (coincidentemente, los tres permanecerán algún momento en ese templo, pues a Gerardo Osornio se le ofreció una misa de cenizas a las 7 de la tarde, y el cuerpo del ex Obispo de Mexicali será velado el sábado por la noche. A las 8 de la mañana del domingo se le ofrecerá ahí una misa y, posteriormente, el Obispo Jonás Guerrero Corona celebrará otra misa en catedral, a las 10 de la mañana, para que sea sepultado en Iraguato), el párroco, Miguel Soto, expresó que Sergio tuvo calidad moral y oficio político para buscar el bien común.
Exaltó su capacidad para formar familia, así como para cabildear políticamente, ser docente, escritor y enamorar a otros jóvenes de la buena política. Explicando el capítulo 14 del evangelio juanino, precisó que Cristo es el camino, verdad y vida.
¿Cuál es mi camino?