México, sin soberanía en educación

    La pandemia provocó que un millón 254 mil alumnos ya no regresaran a la escuela y de los que sí están en la escuela, sólo tres de cada 10 estudiantes son capaces de aplicar las matemáticas para resolver problemas.

    Aunque en columna anterior ya se ha tratado sobre las deficiencias, ineficiencias e insuficiencias de la educación en México, se requiere profundizar algo más a la luz del “alboroto” que suscitó el informe de la llamada prueba PISA, que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en el que se señala que en 2022 México descendió a niveles inferiores a los logrados en 2009 en el sexenio de Felipe Calderón, y los logrados en 2018, último año de Peña Nieto. En este sexenio, México descendió en comprensión lectora, ciencias y matemáticas.

    Como los resultados pusieron en evidencia el retroceso educativo en este sexenio, provocó el rechazo del Presidente López Obrador, descalificando todo el proceso acusándolo de “liberal” y desconociendo los resultados publicados y prácticamente se retiró a México de la prueba PISA.

    Cuando existen organizaciones ciudadanas que defiendan las decisiones autoritarias de los gobernantes, se pueden lograr cambios favorables; la red Mujeres Unidas por la Educación, académicos, asociaciones civiles, fundaciones y otros como Mexicanos Primero, exigieron a la titular de la SEP que México “cumpla con los requerimientos para participar en la aplicación de la prueba PISA 2025. México había aparecido como una de las 91 naciones con los peores puntajes, junto con Costa Rica y Colombia; esta prueba se aplica tanto en escuelas públicas como privadas, rurales y urbanas por lo que los resultados son los mejores que se obtienen a la fecha.

    Después de esto y de algunos amparos, el Presidente tuvo que dar marcha atrás y reconocer la necesidad y conveniencia de aplicar la prueba pues, aunque ya se habían pagado 3.5 millones de pesos, no se iniciaba la prueba piloto ni se habían elegido las 50 escuelas y las preguntas, pero eso sí, el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, manifestó en entrevista a El Universal, publicada el 17 de mayo, que él no estaba de acuerdo en las pruebas estandarizadas y “esta evaluación internacional carece de sentido”, y acusó además que “la semilla del neoliberalismo sigue presente en las aulas... y que se requerirán 6 años más de la Nueva Escuela Mexicana para desterrarla”.

    Todavía el 18 de junio “la OCDE difundió un estudio en 64 países para explorar hasta qué punto los estudiantes generan ideas creativas” en el que México obtuvo sólo 29 puntos, “4 menos que el promedio, en expresión escrita y visual, resolución de problemas sociales y científicos” según el capítulo de Mentes Creativas, Escuelas Creativas.

    Todavía hasta el 24 de junio, según Mexicanos Primero, “persiste la incertidumbre en cuanto a la participación de México en PISA 2025, pues la SEP no ha realizado la prueba piloto... y tampoco existe información sobre acciones de mejora que se hayan realizado en los aprendizajes, atendiendo a los resultados de PISA 2022”. También declara que “el derecho a aprender de 30 millones de estudiantes se vio comprometido en el ciclo escolar 2023-2024... por el cambio de modelo educativo, por los nuevos libros de texto y por la reducida inversión de sólo 96 pesos por docente al año para la formación continua de maestros... Además, no se sabe qué resultados tuvo la evaluación diagnóstica que la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) aplicó al inicio del ciclo escolar”.

    Mejoredu informó por su parte que de 238 mil escuelas de educación básica y media superior, 26,463 no cuentan con electricidad, 56,109 no tienen agua y 5,950 planteles no tienen sanitarios; además de que en 25 por ciento de las entidades del país tuvieron que adelantar el cierre del ciclo escolar por el calor, la falta de agua o de energía eléctrica.

    De acuerdo con la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad de México Evalúa y del Tec de Monterrey, “de cada 100 niños y niñas que inician la primaria en México, sólo 28 consiguen egresar de universidad”, además, según el Proyecto Aprender Parejo, la pandemia provocó que un millón 254 mil alumnos ya no regresaran a la escuela y de los que sí están en la escuela, sólo tres de cada 10 estudiantes son capaces de aplicar las matemáticas para resolver problemas.

    Si a la problemática anterior se le agrega la escasa inversión en educación, se explica el atraso de México en esta área; según Data México de la Secretaría de Economía, publicado en el Diario Noroeste, los salarios de los maestros apenas rebasan siete mil pesos mensuales en promedio.

    Así pues, si en algo estamos retrasados y estamos perdiendo “soberanía” es en la educación de los mexicanos.

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    cp_rafaelmorgan@hotmail.com