La semana pasada recibí un recuerdo de Facebook con un mensaje que dirigí a los sinaloenses después de la elección de 2018. Por considerarlo de interés reproduzco algunas ideas de dicho comunicado.
“Podemos decir con claridad que el pasado 1 de julio (2018) vivimos los mexicanos un proceso democrático ejemplar. Fue ejemplar de parte de los ciudadanos porque entendieron que el voto sirve para premiar o castigar y así lo hicieron.
También entendieron que un proceso electoral es un proceso de contratación donde el patrón, el pueblo, contrata empleados que llamamos gobernantes. Y así el pueblo decidió que había que correr a los que habían abusado del poder y a quienes no llenaron sus expectativas como aspirantes, por lo que decidieron contratar a otros.
Aquí es muy importante que la gente entienda que no va poder deslindarse de la responsabilidad de haberlos contratado; por lo tanto, el pueblo deberá ser vigilante y exigente de que cumplan con su trabajo.
La responsabilidad ciudadana quedó manifiesta con la alta participación de los electores. También hubo una gran participación ciudadana activa y responsable de funcionarios de casillas, representantes de partidos y candidatos, y de observadores electorales. Estos ciudadanos patriotas le dieron un día a la democracia para que el proceso se desarrollara en orden y en paz.
Mi reconocimiento a las autoridades que contribuyeron con profesionalismo a garantizar el ejercicio del derecho humano de participación política. Pero también manifiesto mi reclamo y reproche a las autoridades que no actuaron como árbitro imparcial.
Igualmente persiste la actitud de muchas autoridades ejecutivas, legislativas, electorales y judiciales que siguen creando condiciones de inequidad entre los candidatos de partidos y los candidatos independientes, por lo que se hace necesario reformar la ley para ampliar los derechos políticos de los ciudadanos que no nos da la gana participar a través de un partido político.
Reconozco que de los cuatro candidatos al Senado que participamos en Sinaloa, obtuve el último lugar; pero también hay que aclarar que logré más votos que el PRD, el Verde, el PT, Movimiento Ciudadano, el Panal y el PES.
Lo anterior obliga volver a poner a discusión el tema de la reducción de financiamiento a partidos políticos. La prueba es que un candidato independiente logra mucho más votos que seis partidos y que esta campaña no le costó al erario público. Mi reconocimiento a quienes se atrevieron a ser candidatos independientes e intentar con su trabajo y ejemplo mover conciencias y empoderar a los ciudadanos.
A los triunfadores les hago un llamado para que antepongan siempre los intereses de la nación y de los mexicanos por encima de sus intereses personales o de grupo.
Yo por mi parte seguiré trabajando por el bien de la comunidad y lo haré a través de contribuir a la formación de la ciudadanía y enfocaré mis esfuerzos para promover jóvenes en la política. Jóvenes que quieran participar para servir y no para servirse. Jóvenes que entiendan que la política es una actividad noble que busca el bien de la comunidad.
A la política le urge más generosidad y menos egoísmo, le urge más verdad y menos mentira; más respeto y menos abuso del poder; más honestidad y menos corrupción; más responsabilidad y menos populismo. Solamente con generosidad, con verdad, con respeto, con honestidad y con responsabilidad podremos hablar de un verdadero cambio, de otra manera el país seguirá atado a sus lastres”, concluí el 11 de julio de 2018.