Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil mayormente negativa, en donde los principales índices neoyorquinos concluyeron en rojo, luego de un rally de varias semanas y con la mira puesta en datos económicos de los siguientes días. El Dow y SP500 cayeron por primera vez en tres jornadas, mientras que el Nasdaq hiló dos caídas. Los tres indicadores bajaron juntos por segunda vez en dos semanas. Los indicadores vienen de una racha de cuatro semanas de ganancias, a partir de la expectativa de que ya no habrá mayor apretamiento monetario, permaneciendo cerca de su puntaje más elevado desde comienzos de agosto.
Los inversionistas asimilaron que la venta de casas nuevas retrocedió en octubre más de lo esperado, mientras que esperan conocer los resultados de la temporada promocional de Black Friday para evaluar el comportamiento del consumo. Además, los participantes del mercado tienen en la mira información de los próximos días como la confianza del consumidor estadounidense, la balanza comercial, el ingreso y gasto personal y, sobre todo, el índice de precios deflactados.
El mercado espera que la inflación siga su ruta hacia la meta de la Reserva Federal de manera que el regulador monetario no emprenda más alzas de tasas de interés. Incluso, los operadores ya especulan sobre cuándo el banco central comenzará el recorte de tasas, lo que podría ocurrir tan pronto como en mayo de 2024, de acuerdo con el seguimiento de CME Group. El desempeño económico de otras economías como la de China, la probabilidad de una extensión en la tregua entre Israel y Hamás y nuevas perspectivas corporativas también están entre los pendientes de los siguientes días.
Hoy se publicará la confianza del consumidor del mes de noviembre, el cual lleva tres meses manteniendo una tendencia a la baja. Mañana conoceremos la segunda estimación del crecimiento económico durante el tercer trimestre. El jueves se dará a conocer la inflación de gasto personal de octubre (el indicador favorito de la Reserva Federal para medir el avance de los precios) y el viernes se dará a conocer el reporte de administradores de compras manufacturero de noviembre y el gasto en construcción de octubre.
En México, el mercado de valores mantuvo el tono negativo este lunes, luego de varias semanas dominadas por avance y pese a que los últimos datos económicos no fueron sumamente desfavorables. Los indicadores hilaron dos bajas por primera vez en dos semanas y presentaron el lunes el ajuste más intenso de las últimas siete semanas. El mercado asimiló que México retornó a los crecimientos tanto en exportaciones como en importaciones durante octubre, lo que llevó al país a su cuarto déficit comercial mensual consecutivo. Hacia adelante, los inversionistas esperan la publicación del informe trimestral de Banco de México, la tasa de desempleo, las remesas mensuales y la generación de empleo formal.
En asuntos energéticos, observamos que los precios del petróleo cayeron ayer por tercer día al hilo, mientras que los inversionistas se alistaban a la decisión sobre el nivel de la producción de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo del próximo jueves. Así, el precio del contrato de diciembre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 68 centavos para marcar 74.86 dólares, mientras que el precio del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, cayó 59 centavos para cotizarse en 79.89 dólares por barril.
Los inversionistas esperan que Arabia Saudita y Rusia podrían prorrogar los recortes voluntarios de suministro hasta principios de 2024 y que el cártel petrolero y sus aliados podrían discutir planes para reducir aún más la producción. Según algunos analistas el problema radica en que los pequeños productores del grupo, sobre todo los países africanos como Angola y Nigeria, no estarían dispuestos a llevar a cabo las reducciones planteadas por Arabia Saudita. Hace unas semanas, la Agencia Internacional de Energía dijo que espera un ligero superávit en los mercados petroleros mundiales en 2024, incluso si las naciones productoras extienden sus recortes hasta el próximo año.
En temas cambiarios, tenemos que el peso mexicano arrancó la semana con pérdidas, en una jornada con escasa información económica y mientras que los inversionistas evalúan el futuro monetario en varias economías avanzadas. De acuerdo a los registros del Banco de México, la moneda mexicana cerró en 17.14 pesos por dólar, una pérdida de poco más de un centavo respecto al cierre de la jornada anterior. Mientras, el Índice Dólar, DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó nuevamente de forma marginal para colocarse en 103.22 unidades, su nivel más débil en tres meses.
En las últimas jornadas, los operadores de mercado han evaluado que los datos económicos en Estados Unidos han aumentado la expectativa de que la Reserva Federal no volverá a subir las tasas de interés, a pesar de que el banco central estadounidense todavía se guarda la posibilidad de hacerlo, al menos así quedó establecido en las minutas de la reciente reunión de la autoridad monetaria. A lo largo de la semana, los miembros del banco central estadounidense estarán presentes en una serie de eventos públicos, destacando la participación de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, programada para el viernes. En particular, se anticipa que los funcionarios sigan reforzando el mensaje de “no más incrementos en tasa” y la necesidad de “mantener la tasa elevada por un par de meses”. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.