Mazatlán como destino de turismo médico por excelencia
Un dolor de garganta en días recientes me llevó a visitar al médico que consulta en la farmacia que está cerca de mi casa en Mazatlán. Mientras esperaba mi turno, me sorprendió compartir la sala de espera con una señora estadounidense de edad avanzada, que al igual que yo, estaba ahí por una molestia respiratoria.
Al platicar con ella, me comentaba que, por una consulta general de ese tipo, en Estados Unidos hubiera pagado por lo menos cien dólares (unos 2 mil pesos mexicanos). Pero aquí pagó tan solo 100 pesos. Tal vez en una clínica privada se habría elevado a quinientos o mil, pero aun considerando el consultorio más costoso, sigue siendo mucho más económico atenderse en este lado de la frontera.
Así como ella, hay miles de estadounidenses que vienen a territorio mexicano aprovechando las ventajas comparativas, para atender sus “achaques” dentales y/o enfermedades propias de la edad. Algunas crónico-degenerativas como diabetes, asma, artritis o cáncer.
Además del diferencial en la renta, particularmente en ciudades como Mazatlán, los estadounidenses y canadienses, pueden disfrutar de un clima cálido durante su recuperación, así como un trato amable y digno por parte de las, y los trabajadores de la salud.
A esta movilidad con fines sanitarios, se le conoce como turismo médico, y en México ha tenido una tendencia creciente en los últimos años. De hecho, México se ubica como el segundo lugar más importante para el turismo de salud en el mundo, solo después de Tailandia.
De acuerdo a la Secretaría de Turismo, las entidades que más han impulsado y aprovechado este mercado son Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Jalisco, Sonora, Tamaulipas, Nuevo León y la Ciudad de México. Y hay algunas ciudades específicas que se han consolidado como destinos médicos por excelencia como Tijuana, Mexicali, Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.
El turismo (y la migración) por motivos de salud será una constante en los años venideros en México debido al factor demográfico en Estados Unidos (y otros países), pues un segmento muy importante de su población es ya mayor de sesenta y cinco años de edad. Si en 1950 esta población representaba el 8 por ciento de su total, en 1998 creció a 13.5 por ciento, y se prevé que en el año 2050 este porcentaje se eleve a 25 por ciento.
En la actualidad, el número de personas mayores de 65 que se agregan a la población mundial es de 9 millones de personas al año, pero se espera que la población de esta edad se eleve a 21 millones por año entre el periodo de 2045 y 2050. Las razones que influyeron en este envejecimiento de la población mundial han sido varias, pero en otra colaboración abundaré en ellas.
Pues bien, en aquel ranking que elaboró la Secretaría de Turismo no aparece siquiera el estado de Sinaloa como destino para el turismo de salud, aun cuando en el estado se tiene la infraestructura hospitalaria, el capital humano, y algo muy importante, la cercanía con Estados Unidos. En especial Mazatlán cuenta con una amplia y creciente oferta hospitalaria accesible para todos los tamaños de billeteras.
Otra ventaja competitiva que tiene Mazatlán, con respecto a otros destinos, es que existe una amplia comunidad extranjera ya establecida en la ciudad de manera permanente o semi-permanente, y que requiere de todos estos servicios.
La demanda para estos servicios médicos está ya presente, y será una constante en los años próximos. Se trata de un mercado que genera más de 5 mil millones de dólares al año en nuestro país, y que bien puede convertirse en una importante palanca para el desarrollo económico local y regional para Sinaloa.
Solo falta que los distintos sectores involucrados, llámese empresarios, gobierno, y las universidades como formadores de recursos humanos, se pongan de acuerdo para impulsar al puerto como el destino de turismo médico por excelencia en todo el noroeste de México, e incluso ¿por qué no? convertirlo en una marca-ciudad.
Es cuanto....
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