Es preocupante la crisis de valores que arrastra a muchos adolescentes y jóvenes, lo que los hace fácil presa de personas sin escrúpulos que los enganchan y enrolan en las filas de la violencia, terrorismo o crimen organizado.
El fenómeno es mundial, no se circunscribe solamente a la geografía de nuestro país o entidad federativa, como muestra un reportaje que publicó el diario español El País, en su edición de este domingo 10 de noviembre, en las páginas 12 y 13 de la sección Internacional. El reportaje en cuestión se titula: “Adolescentes que matan en Nápoles por unas zapatillas”, firmado por Íñigo Domínguez, corresponsal de ese medio informativo en Roma.
Un chico de 17 años asesinó a otro de 19, llamado Santo Romano, en la comunidad de San Sebastiano al Vesuvio, cerca de Nápoles, por el simple hecho que le ensuciaron unas zapatillas Versace, de 500 euros. Lo más dramático del asunto es que Santo Romano no fue quien manchó las zapatillas, sino que se metió en la trifulca para intentar poner paz.
Pero, no es el único caso de asesinatos de menores de manera totalmente absurda. El reportaje afirma que han sido tres en los últimos 15 días. La semana anterior, Emanuel Tufano, un adolescente de 15 años, murió en un tiroteo efectuado por menores de edad en el centro de Nápoles. Asimismo, el sábado murió de un disparo en la frente un joven de 18 años, Arcangelo Correra, en pleno centro de la ciudad.
Las publicaciones en redes sociales también hacen apología de la violencia y del delito: “fotos en redes sociales con poses de matón, con armas, cadenas al cuello y ropa cara”. Así se marcan las tendencias, los modelos de conducta y de éxito en un sistema profundamente enfermo.
¿Propongo alternativas?
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