Marcianos en el Senado

    Mientras los legisladores y seudocientíficos se divierten en su afición ovni, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología, Conahcyt, deja sin becas a verdaderos científicos en formación que están trabajando en centros de estudios y laboratorios para el tratamiento de enfermedades terminales, nuevas vacunas, el uso eficiente de energías renovables y la recuperación de especies en peligro de extinción

    El Senado de la República es la representación legislativa del federalismo mexicano, cada uno de los legisladores y legisladoras están ahí como representantes del Pacto Federal, en otras palabras, personificando la pluralidad de intereses de las entidades federativas que decidieron, soberanamente, reunirse en una nación.

    Don Miguel Ramos Arizpe, clérigo novohispano, plantea desde la Constitución de 1824 los primeros esbozos de un México bicameral. Esta idea federalista buscó la representación política de los estados en un cuerpo legislativo y deliberativo para los entonces 19 estados y cuatro territorios federales.

    Posterior a la intervención francesa y el breve periodo imperial de Maximiliano -1864 a 1867-, el Presidente Juárez propone la restitución del Senado. Sebastián Lerdo de Tejada, en su calidad de Secretario de Gobernación, fue el encargado de convocar a elecciones para el resurgimiento de la cámara alta. Después de grandes dificultades se promulga en septiembre de 1874 la Constitución Política Mexicana en donde queda plenamente restablecida la Cámara de Senadores.

    El breve recuento histórico de los párrafos anteriores trata de recuperar la importancia y solemnidad del cuerpo legislativo que recibió hace unos días la sorpresiva visita de alienígenas. Jaime Maussan, conocido presentador de televisión, famoso por sus “investigaciones” sobre el fenómeno ovni, llegó al salón verde del Senado de la República para presentar, junto con otros expertos ufólogos, “evidencia científica” sobre la existencia de vida extraterrestre.

    Audiencia Pública: “Fenómenos Anómalos no Identificados” fue el nombre del evento que inauguró el legislador morenista Sergio Gutiérrez Luna, dando apertura a los trabajos de divulgación en un polémico encuentro que se volvió la burla de la comunidad científica nacional e internacional, cuando el periodista peruano Jois Mantilla presentó ante la audiencia a las famosas “momias de Nazca”, unos monigotes cenizos de apariencia humanoide resguardados en cajas de madera con una vitrina de cristal para la apreciación de los curiosos, crédulos o incrédulos.

    Como en feria popular, tal como los charlatanes presentan las rarezas en la “casa de los fenómenos”, donde por 10 pesos puedes ver a la “mujer cocodrilo”, “el gallo pingüino”, “el becerro de dos cabezas” o “la ratoncita con cuerpo de lagartija” en el Senado de la República se exhibieron, bajo protesta de decir verdad, dos cuerpos diminutos que según sus presentadores corresponden a seres no humanos de naturaleza extraterrestre.

    Más allá de la exhibición del surrealismo mexicano, algunos de los legisladores presentes aseguraban ser creyentes sobre la existencia de “vida inteligente en el cosmos” y “que estamos a punto de entrar en una era de nuevos conocimientos nunca antes revelados a la humanidad” y que “valdría la pena legislar en conjunto con otras naciones” sobre este fenómeno de naturaleza interplanetaria.

    Mientras los legisladores y seudocientíficos se divierten en su afición ovni, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología, Conahcyt, deja sin becas a verdaderos científicos en formación que están trabajando en centros de estudios y laboratorios para el tratamiento de enfermedades terminales, nuevas vacunas, el uso eficiente de energías renovables y la recuperación de especies en peligro de extinción.

    A estos embaucadores cósmicos -me refiero a los legisladores- que permitieron el desfiguro de poner en tribuna cuerpecillos fosilizados de dudosa procedencia, habría que exigirles que, ya en plan serio, debatan sobre la opacidad en la asignación de recursos a cursantes de posgrado y las múltiples injusticias que se dan en el mundo académico. Quieren encontrar vida inteligente en Marte, porque entre sus curules ya perdieron toda esperanza. Luego le seguimos.