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PUERTO VIEJO

Marcelo...

    osunahi@hotmail.com
    Para los ‘morenistas’ radicales, no es la opción para que gane la encuesta, a pesar de que dentro de la historia de vida del ahora ex canciller se destaca que, en distintas ocasiones, ha colaborado con Andrés Manuel López Obrador, guardándole probada fidelidad; de hecho, en el año 2000 declinó en favor del hoy Presidente de la República, en la contienda por la jefatura del Distrito Federal.

    Desde su concepción, el Poder Judicial de la Federación, ha sido planteado como el contrapeso entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, cuidando que las decisiones de ambos se enmarquen en los dictados constitucionales, y en su caso, a petición de parte, revisar y dictaminar que esto se cumpla y, en consecuencia, aprobar o rechazar las iniciativas planteadas por dichos poderes. Así está asentado en la Constitución que juraron cumplir y hacer cumplir los representantes populares y los funcionarios al servicio del Estado, sin embargo, a la hora de que la Suprema Corte les dicta un rechazo reniegan de ello, alegando arbitrariedad, invasión de ámbitos jurisdiccionales y protección de intereses facciosos de los integrantes del supremo tribunal de la nación.

    En esa sintonía anda el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha reaccionado de manera energúmena ante la decisión de la Corte que ha parado en seco y de forma definitiva su proyecto de reforma electoral, furia que, en todo caso, debería dirigir en contra de sus asesores jurídicos y de la bancada legislativa por el mal trabajo realizado. Por supuesto, una vez más, ha expresado su intención de lograr que los integrantes del supremo tribunal sean electos por la vía del voto popular y ya no por propuesta del Presidente de la República ante el Senado.

    Para conseguir su objetivo, el partido del Presidente, tiene que cuajar un triunfo de carro completo en el proceso electoral del 2024, lo cual, no está tan fácil. Por lo pronto, está ya en pleno curso la pasarela de los que aspiran y suspiran por convertirse en el candidato a la Presidencia de la República portando la bandera morenista.

    Y la primera “corcholata” (“cacharola” para los mazatlecos) de Morena, ya marcó presencia en el municipio mazatleco y en el sur de nuestra entidad. Me refiero al hijo de don Marcelo Ebrard Maure y doña Marcela Casaubón Lefaure, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, uno de los aspirantes fuertes a llevarse la candidatura del partido guinda para competir, el próximo año, por la presidencia de México.

    Los ancestros de Marcelo, tanto por la línea paterna como por la materna, eran de origen francés, destacando que Jean Baptiste Ebrard, fundador de la cadena comercial Liverpool fue su tío abuelo.

    Marcelo lleva en su haber tres matrimonios y su cónyuge actual es la diplomática hondureña Rosalinda Bueso, con la cual, ha procreado dos hijos, mismos que complementan una quinteta con los tres que trajo al mundo cuando estuvo casado con su primera esposa, Francesca Ramos Morgan.

    El ahora ex Secretario de Relaciones Exteriores, domina, además del español, el inglés y el francés; obtuvo la licenciatura de Relaciones Internacionales por el Colegio de México y una especialidad en Administración Pública, en la Escuela Nacional de Administración de París, Francia, evidencias que nos muestran a un hombre académicamente preparado.

    A su bagaje académico, Ebrard Casaubón, agrega una larga carrera en la administración pública, tanto en el ámbito Ejecutivo como en el Legislativo. Es decir, que el que fuera marido de Francesca Ramos Morgan y Mariagna Prats, reúne los elementos necesarios para ser un buen candidato por Morena, o por cualquier otro instituto electoral, para la presidencial del próximo año.

    Sin embargo, para los “morenistas” radicales, no es la opción para que gane la encuesta, a pesar de que dentro de la historia de vida del ahora ex canciller se destaca que, en distintas ocasiones, ha colaborado con Andrés Manuel López Obrador, guardándole probada fidelidad; de hecho, en el año 2000 declinó en favor del hoy Presidente de la República, en la contienda por la jefatura del Distrito Federal.

    Marcelo tiene los argumentos necesarios para ser considerado como una muy buena opción electoral para Morena; de no resultar electo, ya veremos si se disciplina o busca otros caminos, considerando que sus 64 años de vida representan todo un hándicap para una próxima ocasión. ¡Buenos días!