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"OBSERVATORIO"

"Los muertos ‘no anotados’ por Covid-19"

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OBSERVATORIO

    Datos acumulados degradan la confianza

     

    A las horas de que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel aceptara la petición de periodistas, activistas y organizaciones de la sociedad para que reporteros puedan preguntar y los ciudadanos interactuar al momento en que el Secretario de Salud, Efrén Encinas Torres, da a conocer las actualizaciones diarias por el impacto del Covid-19 en Sinaloa, empezaron a salir los casos “acumulados” de fallecimientos, para que junto a ellos muriera también una parte de la confianza que la población deposita en sus autoridades.
    Técnicamente podría tener lógica la justificación oficial de que se revisó el sistema de concentración de información y se encontraron decesos que no fueron contabilizados, pero para la gente que atiende las indicaciones del confinamiento en casa eso es una burla, así como al segmento que sigue en las calles y alega la inexistencia de la pandemia se le otorgan elementos que soportan tal despropósito.
    El 24 de abril, un día después de que Quirino Ordaz aceptó las propuestas de la “Carta de rendición de cuentas en Covid-19” que fue acompañada de 60 firmas y se implementará a partir de hoy, el informe que dio en la tarde la Secretaría de Salud estatal sorprendió a muchos. Ese día el número de víctimas cobradas por el virus ascendió a 25, pero de estas solamente una ocurrió entre jueves y viernes; el resto son casos rezagados desde el 8 de abril.
    Después, en el reporte de la tarde del sábado 25, se dieron a conocer otros 9 decesos por coronavirus y todos derivan de un segundo reajuste de las estadísticas. De nuevo, ningún fallecimiento en las 24 horas recientes; todos ocurrieron del 13 al 24 de abril. Es decir, desde que la pandemia fue elevada a la fase 3 ha habido más muertes, sin embargo, éstas ocurrieron antes de que la contingencia subiera a tal nivel.
    Todo esto se volvió un enredo. A ver: ¿Bajó de jueves a sábado la cifra de defunciones por Covid-19 y aumentó el número de recuperados, como lo muestran el ISSSTE y Hospital Civil de Culiacán que publicaron la alta médica de cinco pacientes? Con ánimo de ser optimistas, ojalá que sea este escenario el que se desprende de los 34 desenlaces letales que salieron de la nada y una sola muerte en 48 horas.
    La Secretaría de Salud del Gobierno de Sinaloa está obligada a resolver tantos galimatías. Inclusive el del adulto mayor de El Opochi, Guasave, que falleció el miércoles 22 de abril luego de ingresar al Hospital General de la cabecera municipal donde fue diagnosticado con problemas cardiacos. Tras ser estabilizado regresarlo a su domicilio, en la noche falleció y junto a él murió su esposa, desprendiéndose los servicios funerarios y velorio sin que nadie supiera que el coronavirus fue la causa del deceso pues el resultado de la prueba se conoció un día después.
    Causal o casualmente en las ciudades de Culiacán, Mazatlán, Los Mochis y Guasave se reportó el relajamiento de las acciones de aislamiento domiciliario medido con el gran número de personas que transitan en sus automóviles. En las redes sociales se cuestionó la súbita alza en los datos de fallecimientos como una implosión que afecta la credibilidad de las autoridades sanitarias.
    Resultó insuficiente la explicación del Secretario Encinas en el sentido de que “es importante aclarar que hubo algunos comentarios del área de la plataforma a nivel federal, en donde señalaban alguna modificación en los modelos de captura, de repente hubo cifras muy notorias, ante la situación nosotros nos dimos a la tarea de hacer una revisión en campo, también para revisar los diversos aspectos que incluyen las plataformas y los casos notificados... Encontramos algunos casos pendientes de anotar en la plataforma del registro de los casos que han fallecido”.
    Dos cuestiones deben aclararse para restablecer la fe en las instituciones como fundamento para que la gente siga quedándose en casa. Uno, por qué después de decretarse la fase 3 se reducen los fallecimientos por Covid-19 y aparecen las muertes “rezagadas”; dos, el motivo por el cual los decesos “no anotados” se ventilan horas después de que periodistas y núcleos cívicos solicitan que se realicen conferencias de prensa virtuales donde los reporteros puedan realizar preguntas a las autoridades gubernamentales; que éstas puedan ser vistas por la población de forma universal y que se homologuen los criterios informativos locales a los federales.
    Transparencia y plena veracidad de la información son los puntales sobre los que descansará la estrategia de combate al coronavirus en Sinaloa durante la fase 3. No debe repetirse el descuido o actuación premeditada que llevó a ocultar los fallecimientos que ahora emergen y dañan el importante flujo de la realidad que los sinaloenses requerimos para tomar decisiones en consecuencia.

    Reverso
    ¿Y quién fue el enterrador,
    De los muertos acumulados,
    El que hizo mal la labor,
    De los dos veces sepultados?

    Reclamos endémicos
    Otro informe que le hace falta al Gobierno de Sinaloa es aquel que dé cuenta de los apoyos Covid-19 que ha enviado la Federación y dónde se han entregado, y los que han sido adquiridos por la suma de esfuerzos estatales, también con el correspondiente destino. Este balance ayudará a que se conozca la dimensión de la respuesta que cada ámbito de gobierno ha ofrecido a los sinaloenses, y acabe ya el debate politizado, ocioso por la carga intrínseca de resentimientos, entre quienes atribuyen la ayuda a uno u otro nivel de autoridad.
    alexsicairos@hotmail.com