Lo políticamente correcto que también destruye

EL OCTAVO DÍA
    Hay una terrible sensibilidad en muchas partes del mundo que está llamando al linchamiento virtual, simbólico o físico, como autoafirmacion de los valores propios o de un solo sector de la comunidad.

    En estos tiempos de ceguera hay un deseo de desaparecer y censurar -“ghostear”, “funar”, dicen los jóvenes - lo mismo a un Premio Nobel de Literatura que a las caricaturas de Speedy González.

    Hay una terrible sensibilidad en muchas partes del mundo que está llamando al linchamiento virtual, simbólico o físico, como autoafirmación de los valores propios o de un solo sector de la comunidad.

    Es imposible tener la razón en todo, aunque sí hay valores y derechos humanos indiscutibles como la igualdad y el respeto a las creencias, pero, ¿llevarla al absurdo de borrar escritores o borrar fragmentos de Mark Twain porque llama “negros” a los antiguos afroamericanos por los que siempre tuvo simpatía?

    Me entero que poema “If” de Rudyard Kipling, Premio Nobel y un clásico de la literatura universal, ha sido borrado en la Universidad de Manchester, Inglaterra, por un grupo de estudiantes.

    La acusación es que lo señalan de ser un texto imperialista, a favor del hombre blanco y la cultura colonial inglesa, de la cual existe en las élites liberales un actual complejo de culpa sostenido.

    Ese fue un texto muy leído en su tiempo. If significa SI en inglés, usado en calidad de pregunta, y en los talleres literarios se cita como un ejemplo de cómo repetir varias veces una palabra sin enfadar al lector (Como otro buen poema, “Sabia virtud de conocer el tiempo”, de Renato Leduc, que también gozó una popularidad que podríamos decir similar, aunque no equivalente).

    Uno de sus versos, «If you can meet with Triumph and Disaster and treat those two impostors just the same» («Si te encuentras con el Triunfo y la Derrota y a estos dos impostores los tratas de igual forma») está escrito en la pared de la entrada de jugadores de la pista central del torneo británico de tenis Wimbledon.

    La cuarteta que reza “Si puedes apilar todas tus ganancias / y arriesgarlas a una sola jugada; / y perder, y empezar de nuevo desde el principio / y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida” es usada en un episodio de los Simpson donde Homero está a punto de apostarlo todo, pero es detenido por su padre.

    Sí: If es un poema donde un padre le habla a su hijo dándole consejos. Eso lo hacía visible en tarjetas y carteles, antes de que los memes nos dijeran cómo pensar y actuar. Si usted lo busca en sus telarañas sociales virtuales lo puede encontrar con música o leído en voz alta por celebridades.

    Pero... caray, el poema en sí no tiene nada de racista o negativo. ¿Lo habrán leído los chicos de Manchester, unidos en esa cruzada?

    Kipling estaba orgulloso de haber nacido en Bombay y sus personajes más entrañables son la gente sencilla de su tiempo, como Kim y el lama sabio que lo acompaña por toda la India. El libro de la selva, ni se diga.

    Otro al que está criticando mucho es a Neruda, pero por machista. Curiosamente, Neruda inició el fuego contra ese poema de Kipling. En Confieso que he vivido, sus memorias, narra que el decadente y multimillonario argentino Natalio Botana tenía enmarcado ese poema en su casa lujosa y lo pone como una oda al imperio británico.

    Pero los niveles han llegado a los dibujos animados de mi infancia; he buscado algunos para mostrárselos a mi hijo y me entero que han sido eliminados de no pocas páginas porque se consideran ofensivos.

    Aunque mi familia tenía un gusto por la música clásica y tenía buenas colecciones de discos, mi gusto nació viendo las caricaturas.

    ¿Se acuerdan, gente de mi edad, del pájaro minah, uno que daba saltitos seguido por un nativo con un hueso en la cabeza bajo la música de “La gruta de Fingal” de Mendelssonh? Pues dicha animación ha sido prohibida hace ya rato en Estados Unidos por mostrar estereotipos raciales.

    Hasta ahora que le asesté a mi hijo esta vieja caricatura, me di cuenta que el pájaro minah surge de un bosque de baobabs, los mismos que menciona en su libro el conde de Saint-Exupery. (La caricatura es de 1939 y El Principito, se escribió unos pocos años después. ¿Se habrá inspirado un poco de ahí el conde volador?)

    Por puro amor a la comprobación me puse a ver capítulos de Speedy González en inglés original. Quedé intrigado tanto por su pronunciación de la lengua de Shakespeare y ver como los demás “mexicanos” de la animación hablaban un extraño invento de jerga entre español, inglés y portugués, pero no ofendido.

    Cuando uno pronuncia mal, a veces nos dicen que hablamos como Speedy González.

    Lo que me sorprendió fue saber que algunos episodios tienen títulos muy literarios, como uno que homenajea a la novela “El camino del tabaco” de Erskine Caldwell, muy leída en los sesenta, pero aquí le ponen “Tabasco road”.

    Por otro lado me topo, oh infierno de los infractores, ahí junto a Speedy González al poema de Kipling “Por el camino de Mandalay”, que se puso de moda por una adaptación musical de Frank Sinatra.

    “Por el camino de Mandalay”, era bastante citado en esa época...y el otro episodio se clasifica y se pronunciaba mexicanizándolo como “Camino a Andaley”, parecido a, grito de “Ándale”).

    Pero los tiempos cambian y la gente: he visto recientemente memes de gente joven que homenajean a Tranquilino, el primo lento del ratón más veloz de todo México, porque están seguros de que el personaje vivía perfectamente drogado. ¿Será? Toda vueltas, como lo predijo el filósofo Nietzsche.

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    domicilioconocido@icloud.com

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