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"Opinión"

"Lo citado..."

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    osunahi@hotmail.com

     

    Alentada por nuestro desorden irresponsable de todos los días y acentuado durante las fiestas decembrinas, la ola de la pandemia volvió a levantar altura con el consecuente incremento de contagios y muertes; por supuesto, esta nueva arremetida alargará la duración del estado de alerta sanitario. ¿Por cuánto tiempo? A como están las cosas, esto pinta, por lo menos, para dos años más, con cientos de miles de fallecidos y un impacto económico brutal; ya veremos si nos toca vivir para contarla.

    Por lo pronto, damos cuenta de la terminación del arrebatado mandato presidencial de Donald Trump y la llegada de su sustituto Joseph Biden, con 78 años de edad a cuestas, circunstancia que lo coloca en el tope de la esperanza de vida para los estadounidenses. Con tantos calendarios encima, no cualquiera se anima a tomar un trabajo tan desgastante como lo es una Presidencia de la República que exige a los titulares estar alertas la mayor parte del día, sobre todo, de una nación con carácter de liderazgo mundial.

    La pura circunstancia cronológica, así como adversos episodios de su vida, me despiertan simpatía por Joseph Robinette Biden Jr., el nuevo Presidente de la República de la Unión Americana, a quien se puede tomar como un caso exitoso de vida; de inspiración para todos aquellos que hemos llegado a la edad madura y que nos resistimos a echarnos en la tumbona del ocio a esperar que lo inevitable haga su arribo. Y así como Biden, a nivel local, encontramos el referente de otros personajes que frisan los 80 y continúan empujando fuerte sus emprendimientos empresariales.

    La presencia física del nacido en Scranton, Pensilvania da la apariencia de que es un tipo nacido y criado en cómodas sábanas de seda, pero no hay tal, ya que, en sus primeros diez años de vida, la familia de Joe cayó en la pobreza, aleccionadora cuando se tienen miras de largo alcance, y todo mundo a trabajar para completar el gasto familiar.

    Pero el hijo mayor de Joseph Robinnette Biden y Catherine Eugenia Finnegan, no solo sufrió los mordiscos de la pobreza, ya que también fue objeto de la burla de sus compañeros de barrio y escuela por la tartamudez que sufría, defecto que en algunas ocasiones todavía lo alcanza y contra el cual, luchó con horas de recitación poética.

    Cuentan los biógrafos de Biden, que el nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, en su etapa estudiantil no se destacó por ser una lumbrera, pero su constancia y proyecto de vida le permitieron conseguir el grado en Artes con especialización en historia y ciencias políticas. Después de ello, consiguió el título de abogado.

    Con 24 años de edad, contrajo matrimonio con Neilia Hunter, con la cual procreó tres hijos y justo cuando el matrimonio llegaba a su sexto aniversario, Neilia muere en un accidente automovilístico junto con uno de sus retoños. Otra vez la vida poniendo a prueba el carácter del futuro Presidente de los estadounidenses, quien tuvo la suerte de encontrar consuelo para sus heridas en su actual esposa, Jill Jacobs, una maestra de educación básica, quien a la fecha continúa activa y pretende continuar haciéndolo a pesar de su nuevo estatus de Primera Dama.

    La carrera política de Biden arranca como concejal de su comunidad, durante tres años y de ahí procuró un escaño en el Senado, dando la sorpresa al derrotar al experimentado Senador Caleb Boggs, con lo cual, se metió a las grandes ligas de la política estadounidense, pasando largos años en el Senado hasta llegar a la vicepresidencia en la gestión de Barack Obama.

    Lo citado son algunos pincelazos de la biografía de Joseph Biden, un hombre que ha sabido superar dolorosas adversidades a lo largo de su vida y quien a sus 78 años de edad, se convierte en un referente para que los septuagenarios entendamos que todavía quedan restos de humedad en nuestra existencia, amenazada por la tentación de la comodidad del "yo ya cumplí". ¡Buenos días!