Lo barato sale caro: por qué no desaparecer al Coneval

    La desaparición del Coneval, que podría parecer un ahorro a simple vista, en realidad se traduciría en que la política de desarrollo social sea menos eficiente, los miles de millones de pesos que se le destinan cada año se desperdicien y se beneficie a menos personas.

    Hace poco más de un mes, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó un dictamen que plantea la extinción de siete organismos autónomos con el fin de generar ahorros para las arcas del gobierno y destinarlos al Fondo de Pensiones para el Bienestar. Esta reestructuración generará importantes retrocesos para el pleno ejercicio de los derechos de la población mexicana. Diversos sectores, organizaciones y especialistas se han pronunciado al respecto y han defendido a estas instituciones, pero quizás una de las desapariciones que menos revuelo ha generado es la del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

    La desaparición del Coneval es contradictoria con la máxima de la anterior administración, y que buscará continuar la que inicia: “Por el bien de México, primero los pobres”. Para cumplir con este objetivo de la mejor forma, es clave contar con una institución como el Coneval, pues provee insumos técnicos e independientes para la toma de decisiones basadas en evidencia, lo que permite la mejora constante de las políticas de desarrollo social que buscan reducir la pobreza y garantizar derechos sociales.

    Ante este contexto, es necesario recordar la importancia y el impacto que ha tenido el Coneval para el desarrollo del País; reflexionar sobre el costo de la dependencia; y analizar cuáles serían los impactos negativos de su desaparición.

    ¿Qué hace y cómo nos beneficia el Coneval?

    Quizá una de las principales razones por las que el Gobierno podría desaparecer al Coneval sin que hubiese mucha protesta es que la ciudadanía no conoce su trabajo ni cómo se traduce en algún beneficio concreto en su vida cotidiana. Es decir, no cuenta con respaldo popular para su defensa, como ha sucedido con otro tipo de instituciones que han logrado una mayor movilización pública para intentar detener reformas con objetivos similares. Es importante crear puentes amigables entre dependencias técnicas como el Coneval y la población, y el primer paso es socializar qué hace y su impacto positivo.

    Desde hace 19 años el Coneval ha trabajado en la generación de evidencia para el combate a la pobreza y la promoción de los derechos sociales. Lo hace básicamente mediante tres líneas de trabajo:

    -Medición multidimensional de la pobreza: mientras que en el resto del mundo la pobreza se medía desde un enfoque meramente económico, en 2009 el Coneval innovó con una metodología para su medición multidimensional (1), lo que posicionó a México como un pionero en la materia. Desde entonces, realiza la medición bienal de la pobreza, que permite entender su evolución y proponer estrategias para atenderla de mejor manera.

    -Evaluación de las políticas de desarrollo social: la evaluación constante es clave para promover que las acciones que el Gobierno realiza con el fin de garantizar derechos sociales y reducir la pobreza se realicen de manera más eficiente. El Coneval se encarga de liderar estas evaluaciones (2), como lo hizo con los programas emblema de la actual administración, que en sus primeras versiones presentaron graves deficiencias, como no tener bien definida su teoría de cambio, que es básicamente el objetivo del programa y cómo se piensa alcanzarlo. Sin la asesoría del Coneval, el impacto de estos programas sería significativamente menor y los recursos públicos se gastarían de manera ineficiente.

    -Asesoría a gobiernos locales: el Coneval apoya a gobiernos estatales y municipales con el fortalecimiento de capacidades para mejorar el diseño y evaluación de sus políticas de desarrollo social. Según la última actualización, existen alrededor de mil programas y acciones de desarrollo social estatales y 10 mil municipales; sin la asesoría del Coneval, la calidad de estos programas, que ya por sí es cuestionable en muchas regiones, disminuiría aún más y ocasionaría desperdicio de recursos económicos y humanos.

    Pero, ¿cómo esto nos beneficia de forma concreta a la población en general? A partir de todo este trabajo, el Coneval emite recomendaciones que, cuando hay voluntad política, se traducen en mejores servicios públicos, por ejemplo, con mejor atención en las clínicas de salud o en las escuelas públicas. Otro beneficio es el gasto eficiente de nuestros impuestos. Cuando un programa está mal diseñado y/o implementado y no se evalúa para identificar sus áreas de mejora, se pueden generar un círculo vicioso donde el programa se sigue ejecutando por mera inercia, independientemente de su costo y resultados, lo que significa un desperdicio de recursos. En última instancia, las acciones del Coneval son pasos pequeños pero firmes hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.

    ¿Es caro el Coneval?

    Primero hay que saber cuánto nos cuesta esta institución. Para el 2024 al Coneval se le asignó un presupuesto de 411.26 millones de pesos (mdp), lo que representa una reducción de 35.04 por ciento en términos reales en comparación con el último año del anterior sexenio (2018), cuando se le asignaron 633.11 mdp (3). Durante el sexenio que recusó concluyó, el presupuesto de la institución se redujo más de una tercera parte en términos reales.

    Un producto o servicio se considera “caro” cuando el beneficio que se obtiene es bajo en relación al precio que se paga. Realizar este ejercicio con los servicios y productos que provee el Coneval es complicado, pero podemos tratar de realizar una aproximación a partir de la cantidad de recursos sobre la que podría generar un uso más eficiente. Tomando en cuenta que el presupuesto asignado en 2024 a sólo ocho de los programas sociales prioritarios es de 646 mil 785 millones de pesos, el presupuesto del Coneval no representa ni la milésima parte del dinero sobre el que podría generar mayor eficiencia. Bajo este escenario, más que un gasto caro, parece una inversión sensata.

    ¿Cómo impactaría la desaparición del Coneval?

    Lo barato sale caro, y la desaparición del Coneval, que podría parecer un ahorro a simple vista, en realidad se traduciría en que la política de desarrollo social, a la que se le destinan cada año miles de millones de pesos, sea menos eficiente, ese dinero se desperdicie y se beneficien menos personas.

    A pesar de que desde el Gobierno federal se asegure que el Inegi realizará las mismas tareas que el Coneval, lo cierto es que los golpes tanto presupuestales como a su autonomía y gobernanza impactarán en una menor capacidad de operación y cumplimiento de las funciones que realiza el Coneval. En el mejor de los casos, podremos aspirar a una medición de la pobreza de buena calidad, pero seguramente la evaluación de los programas y políticas de desarrollo social a nivel nacional y local disminuirá significativamente.

    Las buenas intenciones y la política no son suficientes para construir un México más justo e inclusivo. Lo que se mide se puede mejorar, por eso se necesitan instituciones como el Coneval que con solidez técnica e independencia ayuden a las y los gobernantes a tomar las mejores decisiones basadas en evidencia para promover el bienestar de la población.

    El autor es Néstor Genis (@GenisNestor), coordinador de Inclusión y Desarrollo Sostenible en Ethos Innovación en Políticas Públicas (@EthosInnovacion).

    1. Además del ingreso se consideran seis dimensiones sociales: acceso a servicios de salud, seguridad social, servicios básicos de vivienda, alimentación nutritiva y de calidad, calidad y espacios de vivienda y rezago educativo. También se considera el contexto territorial mediante el grado de cohesión y el grado de accesibilidad de la carretera pavimentada.

    2. El tipo de evaluación puede variar dependiendo del tipo y momento del programa. Las evaluaciones que comúnmente realiza el Coneval son: diseño, desempeño, procesos, resultados, impacto, etc.

    3. Pesos constantes para el año 2024.