"Ley y presupuesto: dos ruedas para avanzar la educación"
@Mexicanos1oSin
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En un apasionante libro, Leoluca Orlando, ex Alcalde de Palermo, narra las peripecias a través de las cuales la ciudad que gobernó durante cuatro periodos combatió el dominio de la mafia. En su relato, Orlando nos dice que, para él, la sociedad es como una carreta que, para avanzar, requiere siempre de dos ruedas. Por una parte, la ley, y por otra, una cultura de respeto a la misma. Bastará con quitar sólo una de ellas para que en vez de avanzar, la carreta de vueltas en círculos sobre su propio eje, sin terminar nunca de llegar a su destino. De la misma manera, si pensamos en nuestros sistemas educativos como una carreta, lograr el anhelado avance de los aprendizajes de todos los estudiantes en México, requiere principalmente dos ruedas: la de las leyes y la del presupuesto.
Durante semanas hemos advertido los riesgos que tiene dejar a esta carreta de la educación pública sin 13 programas para mantener la rueda del presupuesto en su lugar. Y respecto a la afectación en Sinaloa, hemos hablado de las consecuencias negativas que tendrá para el estado la eliminación de tres programas esenciales y la drástica reducción de otro para el año 2021.
Primero, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo el cual el PPEF 2021 planea desaparecer a pesar de que ha demostrado impactar positivamente en los aprendizajes de los estudiantes que enfrentan los mayores retos y necesidades en el sistema educativo.
Segundo, el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, que rebaja a cerca de 108 pesos por maestro el monto para financiar su formación y mejora profesional, precisamente en uno de los momentos de mayor necesidad de preparación producto de la pandemia.
Finalmente, dos programas claves para asegurar una mínima atención a las niñas y niños más excluidos de la sociedad: el Programa de Atención Educativa para la Población Escolar Migrante y el Programa de Atención a la Diversidad de la Educación Indígena.
A pocos días del plazo para la aprobación del paquete fiscal para el año 2021 en Ciudad de México, reiteramos el llamado a diputadas y diputados federales de todas las siglas partidistas, a cumplir con su responsabilidad con la niñez y juventud en Sinaloa. Hoy es necesario que protejan los recursos mínimos para no perder programas clave para la inclusión y la equidad educativa como los que ya hemos mencionado.
Y rechazar un Presupuesto Federal que vulnere los derechos de las niñas, niños y jóvenes es tan sólo el primer paso.
Entre los años 2015 y 2020, México invirtió en promedio cerca del 3 por ciento de su Producto Interno Bruto en educación, lejos del 5 por ciento promedio de países en la OCDE, de acuerdo con una publicación del Centro de Estudio de las Finanzas Públicas. Y dentro de ese presupuesto 7 de cada 10 pesos se utilizaron en sueldos de maestros, funcionarios y en costos administrativos. Y sólo alrededor de 1.5 pesos se destinaron a programas vinculados directamente a mejorar los aprendizajes de los estudiantes. Por lo mismo, no es de extrañar que los resultados de pruebas PISA del año 2018, ninguno de los más de 7 mil estudiantes mexicanos que dieron la prueba -ni siquiera en los colegios más exclusivos del país- haya alcanzado el nivel más avanzado de la prueba de matemáticas (mismo que en países como Corea, alcanza sobre el 5 por ciento de estudiantes).
Garantizar el derecho a aprender de toda una generación de futuras ciudadanas y ciudadanos no será nunca tarea sencilla. Mucho menos en medio de una pandemia que nos tiene contra la espada y la pared. Nuestra exigencia no debe detenerse en el rescate de “lo mínimo”. Un sistema educativo para las mexicanas y mexicanos del Siglo 21 no puede construirse con base en “mínimos”. Por lo tanto, no cesará nuestro activismo ciudadano alrededor de los recortes en materia educativa. Y por supuesto, no crea usted, amable lector, que nos olvidamos de la otra rueda de la carreta, renovada recientemente a partir de la aprobación de la nueva ley de educación para Sinaloa. Esperamos pronto tener oportunidad de referirnos a ella. Será hasta entonces.