En los últimos días y en diversas ocasiones, el Canciller Marcelo Ebrard, uno de los aspirantes de Morena que disputa la candidatura presidencial, se ha referido al tema de las reglas de la contienda interna.
Ebrard, que conoce bien la política mexicana y la manera de operar del Presidente y de Morena, en el partido que milita, ha dicho que será “la ley de la selva” si no hay reglas claras para organizar la disputa interna.
En sus intervenciones ha reclamado al presidente del partido, Mario Delgado, no haber convocado a la y los aspirantes para acordar las reglas del proceso interno.
Los otros contendientes de manera automática, siguiendo un guión previamente establecido -dicen lo mismo-, han salido en defensa de Morena, su presidente y descalificado a Ebrard. Es claro que tienen línea.
Eso, sin duda, eleva el nivel de preocupación de Ebrard, que desde diciembre de 2022 solicitó a Delgado un encuentro entre la y los aspirantes para establecer las reglas y delinear la ruta a 2024.
Ebrard sabe de lo que es capaz López Obrador y su partido, y de la sumisión total de los otros aspirantes. A él, el Presidente y Morena lo ven como independiente y eso no les gusta.
La mayor fortaleza de Ebrard en sectores amplios de la sociedad es su no alineamiento incondicional al Presidente, que es su mayor debilidad de cara a él, que solo acepta la sumisión de los suyos.
De esta realidad, bien conocida por él, que ya en otra ocasión se enfrentó al Presidente por la candidatura a la Presidencia -en esa ocasión cedió, según piensan algunos de sus allegados- se deriva su preocupación sobre la conducción del proceso interno.
Ebrard, de manera pública y abierta ha manifestado su preocupación por la falta de claridad de cómo se habrá de conducir la elección interna. Hoy día, la opacidad es total.
Él sostiene que la y los aspirantes deberían ya de dejar sus cargos en el Gobierno para, en el marco de las reglas aprobadas, entrar oficialmente -extraoficialmente llevan meses- a la campaña interna.
Delgado, ante la presión de Ebrard, ha dicho que después de la elección de Coahuila y el Estado de México, citará a una reunión de la y los aspirantes el 8 y 10 de junio, para acordar las reglas.
A esa reunión Ebrard llega en desventaja. Las declaraciones de los otros contendientes dan cuenta de que entre ellos hay acuerdos previos.
Quienes conocen al Presidente dicen que él, no otro, va a diseñar las reglas del proceso interno. Él no solo es el fundador, sino el dueño del 100 ciento de las acciones de Morena.
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@RubenAguilar
Animal Político / @Pajaropolitico
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