Legitimar a Rector o Rectora de UAdeO
¿Democratizar sin nueva Ley Orgánica?
A partir del miércoles iniciará la fase cardinal del procedimiento en marcha para designar a la Rectora o Rector de la Universidad Autónoma de Occidente en un ejercicio que determinará la idoneidad de quien ocupe el cargo y evidenciará la buena o mala disposición a permitir la democracia interna, con estudiantes y profesores definiendo en libertad qué autoridades necesitan para que la consolidación académica de la casa de estudios se traduzca en excelentes profesionistas aportados al desarrollo de Sinaloa.
Vale anotar desde el principio que tampoco se trata del esquema perfecto de participación ya que a la comunidad universitaria solamente se le permite opinar y no está claro cómo se procesa tal punto de vista en la Junta de Gobierno ni qué controles operarán contra la práctica de manipulaciones y acarreos. Pero eso es lo que hay en espera de que el Congreso del Estado salga del bache de indecisión en lo que respecta a la aprobación de nuevas leyes orgánicas para las universidades públicas, estableciendo el valioso voto libre de quienes son la razón de ser de cualquier centro educativo.
No está por demás insistir que el proceso de la UAdeO será muy observado, en la forma y el fondo, en estos momentos en que las instituciones de educación superior están llamadas a involucrar a sus comunidades académicas en acciones de conducción, transparencia, planes de estudios y libre manifestación de las ideas. Tal escudriñamiento se posará mucho en el Gobernador Rubén Rocha Moya y la Rectora Sylvia Paz Díaz Camacho pues de ellos depende que la UAdeO dé pasos firmes a la concepción de Universidad sin grilletes.
Para las universidades públicas la intervención independiente de alumnos, profesores y trabajadores significa el oxígeno vital que les evite el colapso por la asfixia que imponen grupos de poder que antes de pensar qué futuro les espera a los jóvenes, resuelven cuáles son los intereses personalísimos de caciques y demás estructuras parasitarias que anidan en el campus. ¿Podrá la Universidad Autónoma de Occidente esbozar un modelo con vislumbres de academia sin los lastres de dueños y amos de estos recintos educativos?
Lo empezaremos a saber a partir de que el viernes la Junta de Gobierno, factor de decisión y a la vez único responsable de que las cosas salgan bien, aprobó que tras el cumplimiento de los requisitos buscarán la Rectoría Ezequiel Avilés Ochoa, Fridzia Izaguirre Díaz de León, Pedro Flores Leal, Jorge Antonio Gastélum Escalante, José Alfredo Inzunza Valenzuela, Juan Carlos López Leyva, Guadalupe Arlene Mora Romero y José Guadalupe Robles Hernández.
Lo que sigue es que 22 de noviembre iniciarán las comparecencias públicas en la Unidades Regionales de Los Mochis y Guasave en el primer día, al siguiente en Culiacán y el 24 en Mazatlán, teniendo los participantes 20 minutos cada uno y al final habrá la ronda de preguntas y respuestas durante 20 minutos. En ese lapso controlado y abierto a las audiencias a través de las redes sociales institucionales la comunidad lince y los sinaloenses en general sabrán de qué madera están hechos los aspirantes.
A partir del 27 de noviembre se realizará la auscultación a la comunidad universitaria, ese día en Los Mochis y El Fuerte; el 28 en Guasave y Guamúchil; el 29 en Culiacán y el 30 en Mazatlán. La opinión podrá ser verbal o por escrito. Aquellos que decidan por la segunda opción deberán identificarse plenamente ya que hacerlo anónimamente no está permitido. “En caso de una opinión no favorable, se deberán incluir las pruebas que la sustenten. Los documentos en físico deberán ser entregados durante el proceso de auscultación en cada sede”.
Las comparecencias y la auscultación serán la clave para que la Junta de Gobierno delibere el 15 de diciembre, previo a las entrevistas privadas que les hará a los que buscar relevar en el cargo a Díaz Camacho, y que tal veredicto de unos cuantos convenza a los profesores y estudiantes sobre la pertinencia, y la neutralidad sobre todo, de lo que determine el órgano decisor. Impensables los sesgos, fingimientos y desvíos que más allá del espacio lince traerían señales de esperanza o abatimiento para el destino de las instituciones de educación superior que son baluarte de los sinaloenses en busca de los porvenires tan ofrecidos como incumplidos.
Es una verdadera lástima que la UAdeO no haya estrenado Ley Orgánica en la coyuntura que se volverá a repetir hasta dentro de cuatro años. Ceñida la elección a un estatuto interno desfasado, a un cónclave de notables, sería más obra providencial que de normatividad avanzada el excelente colofón de una Rectora o Rector que llegue con el arropamiento del consenso, con la legitimación de la democracia.
Por eso el llamado a la no intromisión que perpetúe a camarillas o la mano gubernamental que les quite a los universitarios el derecho a decidir.
Que maestros y estudiantes,
Sean los únicos padrinazgos,
Que con sus presencias gigantes,
Empequeñezcan los cacicazgos.
En el otro frente, la Universidad Autónoma de Sinaloa, a la camarilla que tiene secuestrada la sección de académicos del Sindicato Único de Trabajadores le vale un comino la urgencia de democratizar la vida interna y usa cláusulas torcidas del estatuto laboral para frenar cualquier disidencia que ponga en riesgo la continuidad del “proyecto” que por cierto está a punto de quebrar. Ni viendo la tempestad se ponen a rezar y acuden al artículo 99 que burdamente dice que uno los requisitos para ocupar un puesto en el Comité Ejecutivo a nivel secretario del Suntuas es no haber demandado al sindicato. No se miden, son capaces de todo con tal de mantener privilegios propios de las peores mafias del poder.