Le estamos dando la espalda a la UAS
¿Y la activación social para rescatarla?

OBSERVATORIO
04/04/2025 04:02
    ¿Por qué el silencio ciudadano, al ras del consentimiento, ante los abusos de quien es Rector y ensaya el salto desde su calidad de indiciado a la burlesca reelección? ¿Deveras la UAS no merece el más mínimo esfuerzo para salvarla de sus secuestradores? ¿Qué poder tan grande está detrás de Madueña que nadie corre el riesgo de amonestarlo?

    Mientras la Universidad Autónoma de Sinaloa va a un momento culminante, que le abre la posibilidad de sacudirse a quienes insaciablemente la saquean, los sectores y factores sociales, políticos y económicos que debieran preocuparse por encarrilarla hacia un futuro libre de ataduras no se están ocupando en intervenir en la defensa de una de las pocas reservas morales que quedan en la tierra de los once ríos. Este silencio, quizás por indiferencia o tal vez por claudicación, es como el grito de la gente que en lo individual o lo colectivo se rinde frente a la delincuencia que se apodera de todo.

    Bajo la intimidación que impone el crimen organizado que está por llegar a siete meses de sometimiento a través de las armas, procedemos a entregarle al hampa lo más valioso cuya consecución ha sido a costa de sacrificar vidas humanas. En este contexto se camufla otro modo de delincuencia que aprovecha el pasmo colectivo para apoderarse de inapreciables patrimonios públicos, de antemano sabiendo que no saldremos a defenderlo.

    Es que de tanto que hemos estado escondidos por miedo a los narcos que se confrontan al interior del Cártel de Sinaloa, dejamos en los escondrijos el valor civil que necesitamos para ir a defender a la centenaria casa de estudios de sus predadores ordinarios, en cuyos planes no está ni por asomo la intención de soltar el botín. Si no damos la batalla a favor de la oportunidad para que nuestros hijos reciban educación de buena calidad y puedan a acceder a un mejor futuro, qué es entonces lo que nos puede motivar a luchar.

    La pérdida de la tranquilidad que le corresponde otorgarnos al Gobierno a través de la mejor seguridad pública posible está ocasionando también el menoscabo de la UAS como formadora de ciudadanos honestos, libres, justos y socialmente útiles. Cuando en las aulas universitarias los estudiantes otean la corrupción, opacidad, latrocinio y mafias que acceden al poder por medios ilegítimos, cuál buen porvenir se les define con tal cátedra retrógrada.

    Las comparecencias de Los Mochis, Guamúchil y Mazatlán dejan rastros de todos los agravios habidos y por haber contra la UAS, denigrando tanto a los universitarios que sus derechos quedan invalidados, pisoteados. Ayer, los operadores de Radio UAS, la emisora oficial de la campaña de Madueña, bloquearon la señal a los asistentes para que nadie pudiera transmitir en vivo la intervención de Denise Díaz desde sus redes personales. Y acudieron a la misma táctica del miércoles de impedir a estudiantes asistir en apoyo de la candidata y utilizar la estructura universitaria para llevarlos al evento de Jesús Madueña.

    Hoy les toca a la candidata y candidato a Rector el turno de comparecer en Culiacán. Démonos la oportunidad de ver a Madueña y cofrades despedazar a la UAS en la obsesión por volver a disponer de sus finanzas. Observemos también, en un ejercicio de autocrítica, la actitud pasiva que invade a acríticos líderes de opinión, dirigentes de sectores económicos siempre en pie de lucha, empresarios que asiduamente se manifiestan por lo mejor para Sinaloa, organizaciones cívicas que son contrapeso en los abusos de instituciones públicas, y comisiones que tutelan las garantías constitucionales. Busquémoslos entre la bruma del “piérdase aquí toda valentía” donde se han esfumado en la crucial coyuntura de defensa de la Universidad.

    La pusilanimidad que ahora guardan se convierte en el decreto que declara a Jesús Madueña como dueño absoluto de la UAS, apoderado ilegal de los derechos y libertades de estudiantes y maestros, jefe del clan de la corrupción que al desfalcar proclama la transparencia a los cuatro vientos, amo y señor de catervas capaces de poner en vilo las finanzas universitaria y reciben a cambio pactos de impunidad. Santo patrono de los que nadan sin ahogarse en las sentinas de la corrupción uaseña.

    ¿Por qué el silencio ciudadano, al ras del consentimiento, ante los abusos de quien es Rector y ensaya el salto desde su calidad de indiciado a la burlesca reelección? ¿Deveras la UAS no merece el más mínimo esfuerzo para salvarla de sus secuestradores? ¿Qué poder tan grande está detrás de Madueña que nadie corre el riesgo de amonestarlo ? ¿Nos resignamos a que en aras de la continuidad del saqueo, se joda la Universidad? ¿Y la casta de universitario con dignidad acabó vendiendo las convicciones por alguna prebenda de unos cuantos pesos?

    Nadie responda. El edicto de la patética Comisión de Elecciones y Consultas prohíbe pronunciar cualquier palabra o planteamiento que manche a Jesús Madueña, aquel que todavía no termina de cruzar su particular pantano y ya luce un plumaje cubierto de inmundicia.

    Reverso

    Oscureció hasta el faro,

    Cuando a Mazatlán llegó,

    La estrategia del descaro,

    Que a la UAS ya desfalcó.

    El tenebroso Willy

    A pesar de estar denunciado ante las instancias correspondientes como el principal agresor de la candidata a la Rectoría Denise Díaz, a Wilfrido “Willy” Ibarra Escobar se le hace fácil hacer acto de presencia en las comparecencias de ella y desde el poder que ejerce detrás del trono en Radio UAS orquesta el cobarde ataque contra la mujer que lucha sola contra todo el aparato institucional que con recursos financieros, técnicos y humanos dispuestos a favor de Jesús Madueña intenta depravar el proceso que en otras circunstancias tendría que ser la lección que en apego a la Ley Orgánica emerja desde el campus como prototipo de democracia auténtica. ¡Ah, pero la Comisión de Elecciones esto lo considera peccata minuta!