Las negociaciones ilícitas de una ex primera dama

SORTILEGIOZ
29/04/2021 04:07
    A la ex primera dama y sus negociaciones ilícitas, les permitieron reparar el daño para extinguir la acción penal, y con ello evitar ser juzgados o terminar en prisión. La señora de Vega de Lamadrid se comprometió a regresar el dinero, así como instalaciones.

    Cuando en mayo de 2020, la Fiscalía General del Estado de Baja California cateó la casa del ex Gobernador panista Francisco Vega de Lamadrid, iban por evidencia del destino y uso de más de mil 200 millones de pesos, que de acuerdo a una denuncia presentada por el gobierno de Morena encabezado por Jaime Bonilla Valdez, desconocen su paradero. No localizaron nada que les permitiera resolver la suerte del recurso. Pero aquel día no salieron con las manos vacías.

    Hallaron los investigadores, entre la documentación revisada en la casa del ex Gobernador, información que los llevó a una cuenta de cheques de una asociación civil cuya presidenta era su esposa, la señora Brenda Lucila Ruacho Bernal, con un total acumulado de 6 millones 811 mil 505 pesos. Dos meses atrás, el mismo gobierno de Morena había interpuesto una denuncia contra la ex primera dama de Baja California, por negociaciones ilícitas y coalición de servidores públicos.

    La esposa del ex Gobernador Francisco Vega de Lamadrid, y el gobierno de este, establecieron las negociaciones con la fundación Teletón de Televisa para la construcción de un Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil, conocido como CRIT. En el 2015 lo inauguraron.

    Como supone la construcción de un centro de rehabilitación infantil, la llegada de los pacientes fue copiosa. Las familias se trasladaban hasta Tijuana, donde se construyó la unidad del Teletón, desde los distintos municipios del Estado, lo que les exigía gastos adicionales como hospedaje, alimentación, transporte.

    En un afán de “ayudar” a las familias de otros municipios, la señora Ruacho tuvo la idea de construir unas villas, estancias para los niños en rehabilitación y sus acompañantes, de manera que evitaran el gasto de hospedaje. Entonces inició un periodo de solicitud de donaciones a empresarios y sociedad en general. Entre mayo y septiembre de 2017, la entonces primera dama logró recaudar 6 millones 811 mil 505 pesos, que fueron depositados a la cuenta de su fundación “Cree en tus sueños A.C.”, en la cual ella aparece como presidenta del patronato.

    El dinero, que solicitó a nombre del DIF de Baja California, para ser utilizado en la construcción de las estancias del CRIT, nunca fue transferido a las arcas del gobierno del Estado, o del Desarrollo Integral para la Familia. La señora Brenda Ruacho, se quedó con él desde entonces.

    El esposo de Ruacho Bernal gobernó Baja California hasta noviembre de 2019. Durante dos años, transcurridos entre el tiempo que solicitó las donaciones y el fin del periodo gubernamental de Vega, Ruacho no transfirió el dinero de su asociación civil personal, al gobierno estatal o el DIF. Se lo quedó.

    Fue hasta la documentación localizada en el cateo a la casa de la pareja panista, que se obtuvo información y se localizó la cuenta de cheques. La señora, conforme lo denunciaron los morenistas y lo dedujeron los investigadores ministeriales, había incurrido en negociaciones ilícitas y coalición de servidores públicos, pues en el entramado para quedarse con el dinero, participaron también Jorge Alberto Vargas Bernal como Director General del DIF, y María del Rosario Beltrán Bueno, quien era entonces Directora de Recursos Financieros del DIF.

    El artículo 216 del Código Penal Federal, dice que “al que cometa el delito de coalición de servidores públicos se le impondrán de dos años a siete años de prisión, y multa de treinta a trescientas veces el salario mínimo vigente... y destitución e inhabilitación de dos años a siete años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos”.

    Pero Brenda Ruacho llegó a un acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Baja California, para salir impune y no ser procesada por delitos de corrupción, que a partir de esta administración federal, son considerados graves.

    A la ex primera dama y sus negociaciones ilícitas, les permitieron reparar el daño para extinguir la acción penal, y con ello evitar ser juzgados o terminar en prisión. La señora de Vega de Lamadrid se comprometió a regresar el dinero, así como instalaciones. Pues una parte de las villas sí se construyeron, pero con dinero del DIF, no con lo recaudado por Ruacho.

    La Fiscalía General del Estado tenía congeladas las cuentas donde fueron a parar los casi siete millones de pesos con los que Brenda Ruacho defraudó a la sociedad bajacaliforniana, al DIF y al CRIT. La Fiscalía ya ha notificado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de la liberación de las cuentas, para que la señora ex primera dama pueda tener acceso a las mismas y realizar la transferencia del dinero a las arcas del Desarrollo Integral para la Familia, y con ello haber cumplido el acuerdo de reparación del daño, y quedar libre de culpa.

    El proceso de regreso del dinero estiman se llevará unas dos semanas.

    Brenda Lucila Ruacho Bernal, se quedó por más de dos años con casi siete millones de pesos que pidió a la población para una obra benéfica, pero saldrá impune al regresar lo hurtado. Las negociaciones ilícitas de la ex primera dama no la llevarán tras las rejas. Hace unos días, protegida por el Estado, acudió a las oficinas de la Fiscalía General del Estado, para firmar el convenio de reparación del daño.

    El caso de su esposo, el ex Gobernador Vega, sigue pendiente.

    La ex primera dama de Baja California, como la de Veracruz, Karime Lozano, utilizaron su posición para defraudar a la sociedad. La primera ya la libró, mientras la segunda está a la espera de ser extraditada a México.

    En Baja California, siempre comparamos el gobierno de Vega con el de Javier Duarte de Ochoa, actualmente en prisión, pero poco se ha investigado al panista. Falta eso, que la Fiscalía General del Estado de Baja California, vaya por el marido de Brenda Ruacho, a ver si también regresa el dinero, o revela donde está.