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"LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD"

"Las emociones durante las fiestas de fin de año"

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LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
02/01/2021

    En la época del año donde se disparan las reuniones de celebración, hay muchas emociones presentes en la mesa de los recuerdos.
    Hay que reconocer que el 2020 fue más que especial, desde las formas tan diferentes de celebrar estás reuniones, hasta por las condiciones de seguridad y los protocolos de “protección mínima”. A lo anterior debemos sumar la ausencia física o terrenal de seres queridos, que seguramente se han hecho presentes en los recuerdos que tocan nuestras mentes y corazones.
    Constantemente hemos comentado el impacto de los rituales y celebraciones tradicionales para generar recuerdos con sentimientos de nostalgia, en los estudios del comportamiento humano se observa un incremento de la depresión en esta época del año. Quienes siguen mi columna pueden reconocer que un exceso de pasado está relacionado con esas crisis emocionales.
    Recientemente nuestras conversaciones se han orientado a encontrar respuesta al reto de ser un buen acompañante durante los procesos de duelo en situaciones de pérdida de familiares, reiterando con insistencia casi compulsiva la necesidad de entender que las emociones no se controlan, se reconocen, se aceptan, se verbalizan y se aprende a manejarlas, a regularlas.
    ¿Recuerdas qué emociones dominaban al niño que sigue en ti, durante la espera de la llegada de Santa Claus o del Niño Dios? Yo lo recuerdo como si fuera ayer, una alta ilusión que hasta insomnio me provocaba, y no era por los grandes regalos como sucede en la actualidad, era por detalles inolvidables como una bolsa de dulces, una autopista, una pelota, pero la emoción de la sorpresa se activaba a su máxima expresión. Hoy, la comercialización ha robado a nuestros niños esos momentos tan preciados, tenemos niños que antes de noviembre ya juegan con sus regalos de Navidad. ¿No entenderán los padres que ningún regalo físico puede sustituir la espiral maravillosa de emociones que ayuda a construir mejores espacios en la mente y el corazón?
    Cada vez más, la globalización unifica formas de celebración, pasamos de los romeritos a las crepas, del guajolote al pavo, de los buñuelos al cheesecake. Al final, creo que el menú es lo menos importante, es la reunión de corazones unidos por una luz de esperanza la que brinda armonía y sentido a la vida.
    Después de más de 82 años del arranque por parte de la Universidad de Harvard del estudio longitudinal de mayor impacto sobre el bienestar, sus hallazgos rompieron con aquella creencia de que este se derivaba de la fama y el dinero, para empoderar a las relaciones sanas como la mejor forma de afrontar las dificultades en la vida. Un gran número de investigaciones de los comportamientos ante el COVID 19, aseguran que lo que más extrañamos son las reuniones con nuestros grupos de afinidad, es el poder brindar sin miedo, es el dar un fuerte abrazo y un beso a los seres que amamos.
    Quizás uno de los retos más grandes al sentarnos en la mesa de celebración fue no tener la compañía de muchas personas, que cada uno celebramos en distintos lugares, que hay que mantener por respeto esa distancia física permitida por los protocolos internacionales y, sobre todo, hacer del abrazo físico un desafío a la imaginación.
    ¿Cómo poder digerir el sentimiento de las ausencias y su duelo desde una distancia que limita el abrazo de oso lleno de oxitocina?
    Primero aceptando que, aunque diciembre sea por excelencia la época del año de paz y felicidad, no fue así ante la mirada de algunas personas; sobre todo de aquellas que, por primera vez, se enfrentaron a la ausencia de ese ser querido que ha fallecido. Entendiendo que en este tipo de celebraciones afrontamos un gran reto, los recuerdos y las emociones que se intensifican provocando sentimientos de añoranza y tristeza por esa pérdida.
    Hay que reconocer que en la mente de muchos de ellos puede estar la idea de que lo mejor era haber podido dormirse el día 23 de diciembre y levantarse después del día de Reyes, aunque esto es muy poco recomendable, porque no haría más que aumentar el dolor profundo por el que se está atravesando.
    ¿Cómo ayudar en este tipo de situaciones, que aún están por presentarse?: Haciendo de la reunión un momento agradable, evitar “echarle limón a la herida” y buscar conversaciones que signifiquen una dosis de optimismo para el que sufre.
    La constante más impactante y sostenida en la evolución de la vida es el cambio, aceptar que nada volverá a ser como antes; por desgracia, la pérdida marca un antes y un después. Por este motivo, se puede crear un nuevo ritual que nos lleve a sentirnos mejor ante los recuerdos, aceptando que el tiempo será un buen ayudante si se decide aprender de esta dolorosa situación.
    Estoy seguro de que muchas emociones llegan en cascada ante los recuerdos, hay que darnos permiso de sentir y de vivir una realidad que nos acompañará en muchos otros momentos de brindis y celebraciones. Recordando siempre que la adversidad reta a nuestros aprendizajes, y a pesar de todo podemos vivir en bienestar subjetivo.
    Te deseo un inicio del 2021 lleno de sueños y esperanzas. Continuaremos desde mi página Lic Oscar Garcia Coach buscando ser buenos acompañantes de tu caminar.