Lanzamos el Primer Concurso de Buenas Prácticas en Seguridad Ciudadana

    Con el objetivo de ubicar los proyectos e iniciativas de la sociedad civil, la academia e instituciones públicas en materia de seguridad basado en evidencia, la Ibero CDMX lanza el Primer Concurso de Buenas Prácticas en Seguridad Ciudadana.

    El pasado viernes 4 de octubre lanzamos el Primer Concurso de Buenas Prácticas en Seguridad Ciudadana y la convocatoria para postular proyectos, iniciativas prometedoras o iniciativas con evidencia de impacto está abierta hasta el 4 de noviembre. Convocado por el Programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero CDMX, este hecho sin precedentes ayudará a cambiar la historia frente a la prolongada crisis de violencias, delincuencia e impunidad.

    ¿Por qué un concurso y por qué desde la academia y la sociedad civil? Nuestra experiencia incluye más de tres décadas de diálogos con especialistas, activistas y operadores institucionales en América Latina comprometidos con la seguridad ciudadana y podemos afirmar que los concursos ayudan a visibilizar y apoyar el trabajo de mucha gente a favor de las mejoras. Nuestra principal fuente de aprendizaje son los concursos internacionales lanzados por el Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de Chile, mismos que lograron identificar centenas de iniciativas en la región.

    Hay amplísima documentación confirmando año tras año que en buena parte de México se repiten políticas de seguridad que no funcionan para construir entornos de convivencia libres de violencias y delincuencia. Pero también sabemos que la propia crisis ha animado a más y más personas en la sociedad civil, en la academia y en las instituciones públicas a construir experiencias en el camino correcto para salir de dicha crisis.

    El Concurso permitirá iniciar una ruta que identificará experiencias maduras o en proceso de maduración que merecen ser reconocidas y apoyadas con base en métodos de evaluación especializados. Son 21 personas las que integran el Comité Evaluador; algunas de ellas participaron en las mesas de diálogo en el evento de lanzamiento y siete más las que forman el Jurado Internacional; las bases del Concurso aseguran la transparencia de los criterios de evaluación.

    Una de las mayores virtudes de este ejercicio sin precedentes en México es que pondrá en marcha el mapeo público, hasta hoy inexistente, de proyectos e iniciativas que enseñarán dónde estamos en la construcción de capital social e institucional comprometido con la seguridad ciudadana, ponderado a través de herramientas técnicas que no puede ser manipuladas por interferencia política alguna.

    Están llamados a participar organizaciones de la sociedad civil, todo tipo de colectivos sociales, sector empresarial, autoridades y toda persona involucrada en proyectos de prevención de las violencias y el delito. Son siete ámbitos temáticos: prevención de las violencias o conductas problemáticas de niños, niñas y adolescentes, prevención de la violencia familiar y prevención situacional; policía comunitaria, mediación, resolución pacífica de conflictos y construcción de paz y protección a personas líderes defensoras de Derechos Humanos y periodistas. El formato para postular es amplio porque es muy diversa la información que debe sistematizarse y evaluarse.

    Estamos trabajando en la celebración de alianzas con entes públicos y privados que ayudarán a construir de manera progresiva una plataforma de reconocimientos y estímulos para quienes obtengan las mejores evaluaciones, pero todos los proyectos e iniciativas participantes se beneficiarán al ser parte de esta nueva red de intercambio y aprendizaje. El Concurso además acercará a quienes desarrollan las experiencias en el camino correcto con quienes tienen recursos para apoyarlas.

    Como su nombre lo dice, este es el primer concurso y nuestra visión proyecta crear un abanico de posibilidades para concursar quizá anualmente. Estamos explorando las posibilidades de organizar también concursos locales a lo largo del país, tematizados en función de la agudeza de las problemáticas asociadas a las violencias y la delincuencia en territorios específicos.

    A 30 años de creado el Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Estado mexicano no diseñó una base de información pública que nos enseñe qué funciona y qué no, así comprobado con los métodos adecuados. La crearemos desde este esfuerzo independiente y colectivo.

    La seguridad será nuestra cuando sea seguridad ciudadana y solo la alcanzaremos si hacemos realidad su piedra angular: la coproducción entre sociedad e instituciones públicas.