La visita de Sheinbaum y el ruido de Adán

OBSERVATORIO

    A Claudia Sheinbaum Pardo casi no se le conoce en Sinaloa y recíprocamente ella está muy poco al tanto de lo que es el estado. De las cuatro “corcholatas” del Movimiento Regeneración Nacional para obtener la candidatura a la Presidencia de México, es la que menor contacto tiene con la tierra de los 11 ríos, por lo cual su visita a Culiacán significaría un primer curso inductivo sobre la realidad local, ofrecido por el Gobernador Rubén Rocha Moya. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México tampoco posee aún el equipo fuerte que la promueva aquí en la aspiración de ser la primera mujer que tome a cargo el timón nacional.

    Para cuando Andrés Manuel López Obrador buscó por tercera vez en 2018 la titularidad del Ejecutivo federal había estado al menos 15 veces en Sinaloa y tejido con la rapidez de la araña Nephila sus redes de operadores y simpatizantes en la entidad. Se aferró a las estructuras de la débil izquierda sinaloense y enseguida las involucró en el movimiento que lo llevó al poder. Había trabajado 12 duros años en su proyecto político hasta que le cuajó.

    En su recorrido mañanero por las calles de Culiacán, el único baño de pueblo que el domingo le permitió, Sheinbaum debió darse cuenta del bajo nivel de conocimiento público que tiene, a tal grado de que Rocha debía especificarle a los deportistas y transeúntes que “ella es Claudia, ¿la conocen? Quiere ser Presidenta de México” adelantándose a que la gente la viera como una persona más en cualquier día acompañando al Gobernador.

    De los pretensos a suceder a López Obrador, el mejor posicionado en la percepción estatal es Adán Augusto López Hernández porque el Partido Sinaloense le ha armado un marketing de imagen que tiene como eje la campaña “que siga López porque estamos Agusto” juego de proselitismo subliminal que por cierto el sábado reunió en el Centro de Convenciones de Mazatlán a centenares de personas (5 mil afirman los organizadores) que se sumaron “a la continuidad del proyecto de transformación”.

    Quizás el notado activismo a favor de Adán Augusto López ya le tenga garantizado que gane en Sinaloa la encuesta mediante la cual Morena elegirá al candidato, pero lo que llama la atención es que ni Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal estén en esa intensa labor de proyección que en esta primera fase debe ser para que los electores identifiquen a quienes les pedirán el voto. Ya debiera preocuparles el hecho de que el actual Secretario de Gobernación, a través de Héctor Melesio Cuén Ojeda, les estén comiendo el mandado.

    Rocha Moya ha decidido sostenerse como factor de ecuanimidad en la competencia interna de su partido y ayer lo refrendó ante Sheinbaum al ofrecerle la más elemental cortesía política que como Gobernador les debe a aspirantes que también son servidores públicos. Aunque falta por ver si a Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, y Marcelo Ebrard Casaubón, Secretario de Relaciones Exteriores, también los mantiene a raya dándoles el trato meramente institucional y no la cargada a sus aspiraciones.

    Todo indica que Rocha les seguirá el juego a todos y esperará la señal que dé López Obrador para meterse con todo a la campaña formal. Finalmente, el Gobernador ha aclarado en demasía que más allá del actual cargo que desempeña no tiene mayores aspiraciones y que lo único que impulsará es que el actual proyecto de Nación continúe más allá de 2024. De que será un factor decisivo, claro que sí, por el control político que ejerce en Sinaloa.

    Yendo un poco más allá de lo que se ve con las visitas de los presidenciales de Morena, al Mandatario estatal se le nota con mayor faena integradora fuera de Morena que dentro de estas siglas. Está juntando sus muchas “canicas” con las poquísimas de otras siglas, al atraer a segmentos de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y del mismo PAS, construyendo mayorías electorales para la votación del 2 de junio de 2024.

    Con esas esferitas multicolores a la mano Rocha podría obtener mejores resultados llegado el momento de ofrendárselas al o la que sea ungida con la bandera guinda, ya superada la reyerta intramuros en que acabará sin duda la pelea por la candidatura. Y lo hará el Gobernador a contracorriente de morenistas que le reclaman la decoloración ideológica de la 4T sinaloense. Véanlo: ahí sigue recogiendo orfandades políticas para lo que se les pueda ofrecer no a las “corcholatas” sino al Presidente López.

    Pues como que se ha definido el carácter de la pasarela para los muy anticipados candidatos a ocupar Palacio Nacional cuando AMLO se vaya. Así como con Sheinbaum ayer, a quien aquí pocos saben de ella: placeándola para que la conozcan, permitiéndole que haga campaña como lo hizo en el auditorio de la UAS repleto de acarreados con ralo interés en la conferencia “Políticas exitosas de gobierno”, y firmando convenios con los gobernadores de los estados que visita.

    Y mientras tanto el “fuego amigo” movilizándose para que, el que venga, sienta que en Sinaloa la encuesta será para quien la trabaja, tal como Adán Augusto le ha encargado al PAS y Cuén Ojeda que le haga la chamba y le saque brillo a su “corcholata” que, no vaya siendo, sea la premiada.

    Reverso

    Si probó tacos de cabeza,

    Y los pidió con muchos sesos,

    Sabrá que en estos procesos,

    Nunca triunfa la ligereza.

    Auscultar al surco

    Buenas respuestas dieron los senadores Imelda Castro y Raúl Elenes al ofrecer a los productores del campo de Sinaloa que buscarán se detengan momentáneamente las discusiones en la Cámara alta sobre las iniciativas de reforma a la Ley de Salud para prohibir el uso de agroquímicos, en tanto se profundizan los análisis al respecto. Podría ser el inicio de la instalación de una mesa de diálogo federal-estatal permanente como válvula de escape de tantas presiones en el agro local.