La UAS en paro: defender la corrupción
Salvar al PAS; sacrificar a universitarios

OBSERVATORIO
    El argumento de detener la vida institucional de la Universidad para defenderla a ésta, ya no convence ni siquiera a los universitarios que bajo amenazas de quitarles sus derechos y libertades legítimas estuvieron durante casi dos décadas sometidos a un cacicazgo.

    Paralizar las labores académicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa como estrategia del Partido Sinaloense para arropar al ex encargado del Despacho de Rectoría, Robespierre Lizárraga Otero, a quien el Juez de Control declaró jurídicamente inhabilitado para ejercer el cargo por presuntos delitos cometido contra la casa de estudios, no se les había ocurrido a Héctor Melesio Cuén Ojeda ni a Jesús Madueña Molina, los otros dos líderes duros en la defensa de la UAS como botín de un grupo faccioso. Y en cuanto le pusieron las riendas universitarias en sus manos, Candelario Ortiz Bueno estrenó dócil el relevo con la desafortunada decisión de, ahora sí, encadenar al águila rosalina.

    Mala señal, pues bien que la coyuntura pudo significar el asomo de la independencia de la UAS frente a poderes fácticos que simulan transiciones de mandos y les ponen cadenas de sumisión a los que ungen a modo de líderes de parapeto. Pero agregarle a la Universidad otra crisis aparte de las que ya enfrenta los hará responsables del daño a alumnos y docentes que se mostrará a partir de hoy, si es que los padres de familia y la sociedad se los permite. Convertido en defensor de oficio de Robespierre Lizárraga, al alma máter Ortiz Bueno la reduce a abogada del diablo.

    Por supuesto que el argumento de detener la vida institucional de la Universidad para defenderla a ésta, ya no convence ni siquiera a los universitarios que bajo amenazas de quitarles sus derechos y libertades legítimas estuvieron durante casi dos décadas sometidos a un cacicazgo. Es esa mentira parte del plan de alcances insospechados para aportar a la idea del colapso de la gobernabilidad en Sinaloa. En medio de la dificultad de la seguridad pública por la actual violencia de alto impacto, los pasistas que se apoderaron del campus enfocan el paro de labores a encubrir a Madueña y Lizárraga y a la vez tumbar a Rubén Rocha.

    Cuando Lizárraga acude ante el Juez que le revisó las medidas cautelares por los procesos judiciales a que está sujeto, sabía de la inhabilitación para continuar a cargo de la Rectoría que desempeñaba por capricho no por legitimidad, ya que la Ley Orgánica establece en el artículo 35 que “las faltas temporales del Rector Titular que no excedan de 40 días hábiles serán cubiertas por el Secretario General de la institución, las mayores a dicho término pero menores de 80 días hábiles por un Rector Interino y si las faltas exceden este último término se convocará a un nuevo proceso de elección, para designar nueva persona titular de la Rectoría, que concluirá el periodo”.

    Es decir, al PAS dejó de importarle quién esté al frente de la UAS pues lo fundamental es que le sea leal al “proyecto” de secuestrar a la institución educativa para seguir incubando allí al partido. A más de un año de que un Juez determinó la primera destitución de Madueña, nunca se operó la designación de Lizárraga como Rector interino y cursó los 365 días sin tampoco hacer lo siguiente que ordena la norma interna: convocar a elección del nuevo titular de Rectoría. El cálculo político determinó que nadie le garantizaba mayor lealtad a Cuén Ojeda que el incondicional Robespierre.

    Los pasistas que se aferran al cacicazgo que Cuén Ojeda fundó en junio de 2005 continúan pateando el bote en espera de que suceda la aberración de la justicia perdonándoles el desfalco perpetrado en la Universidad que ya supera los 700 millones de pesos. Sin tampoco lograr frenar el reciente proceso legislativo que aprobó la Ley Orgánica que restaura el poder de los universitarios por encima del dominio de una camarilla, era de esperarse que reaccionaran con el hígado en vez de hacerlo con el cerebro al quitarle el Poder Judicial la charola de impunidad a Lizárraga Otero.

    A ver. ¿Los que defienden al siniestro siamés UAS-PAS se han tomado siquiera la molestia de revisar las carpetas de investigación que contienen las pruebas de delitos que constituyen corrupción, que acusan a Jesús Madueña y Robespierre Lizárraga de al menos solapar dichos saqueos de recursos públicos que la Universidad necesita en su premisa de educación de excelencia para miles de jóvenes? ¿Por qué el recién destituido encargado de Rectoría se negó a atender los varios llamados que le realizó el Congreso del Estado para participar en las mesas de trabajo de la reforma a la Ley Orgánica y organizar la correspondiente Consulta Universitaria?

    ¿A qué se debe que en los canales de difusión institucional o en las aulas no se le informe a la comunidad uaseña del episodio de Huertos del Pedregal donde, según lo dio a conocer el mismo Ismael “El Mayo” Zambada, saludó a Héctor Melesio Cuén, quien afirma el jefe del Cártel de Sinaloa “era un viejo amigo mío”? ¿Por qué los funcionarios de la UAS pasistas se empecinan en que este centro educativo siga bajo el control suyo, siendo que tienen al PAS por si quisieran prolongar su participación en la vida política de Sinaloa? ¿Qué derecho o poder factual les asiste a Candelario Ortiz y cofrades al plantear ahora un paro laboral donde los estudiantes serán los perjudicados y los profesores entrarán a una aventura laboral por un problema que no los involucra a ellos porque los indiciados están debidamente identificados?

    Corre a partir de este día otra cuenta regresiva en la UAS. Una última apelación a la razón es válida para los directivos de la Universidad que poco arriesgan en lo particular pues a pesar de no ejercer el puesto de Rector siguen cobrando como si lo fueran. Reflexionen de sus actos y consecuencias por habilitar a Candelario Ortiz como el que pasará a la historia por entorpecer los sueños de progreso de miles de estudiantes y padres de familia cuya obra en construcción de mejores futuros nadie ni nada debería detener.

    Reverso

    Por ese buen apellido de Bueno,

    ¿Les resultaría bueno para qué?,

    Pues para el PAS es todoterreno,

    En “lo que ordenen, obedeceré”.

    Preguntándole al viento

    ¿Qué papel desempeñan en el tema UAS los diputados del PAS Angélica Díaz y Víctor Antonio Corrales? ¿Existe la posible interlocución emergente y más sensata de Manuel “El Cacho” Cárdenas Fonseca para conservar al partido y liberar a la Universidad? ¿Cuál es la postura al respecto de Héctor Melesio Cuén Díaz, el hijo incómodo?

    - sicairos6204@gmail.com