La protección animal: tema transversal en las agendas públicas

    Es increíble el poder que las investigaciones tienen para avanzar hacia nuestra meta: erradicar la crueldad animal. Con ellas hemos exigido los cambios urgentes y necesarios que se requieren para que se respeten los intereses de todos los animales que ahora, mientras lees esto, están sufriendo terriblemente en las granjas industriales y que mueren de la forma más cruel y violenta que podamos imaginar en los mataderos.

    Hace apenas unos meses estuve junto con el equipo legal de Igualdad Animal México en la Cámara de Diputados, para presentar una iniciativa histórica que podría reconocer la sintiencia de todos los animales, incluidos los más invisibilizados hasta ahora, que son los criados para consumo y a partir de ahí otorgarles protección.

    Aunque aún falta camino para lograr que este cambio legislativo sea una realidad, el simple hecho haber logrado presentarla nos da un indicio claro de que el avance de la protección animal dentro de las legislaciones es notorio.

    Si bien hasta el día de hoy las leyes para los animales son pocas, ambiguas y les falta claridad para que sean llevadas a la práctica y sean ejecutables, y en muchas de ellas solo contemplan a algunos animales como perros, gatos o animales utilizados en espectáculos, dejando siempre a los animales criados y matados para comida en total desprotección, también es cierto que cada vez más ciudades, municipios, estados y países castigan los actos de crueldad hacia los animales, gracias al trabajo de la sociedad organizada.

    Ejemplo de ello es cómo Igualdad Animal en los ocho países donde tiene sede -incluido México- ha logrado incidir en la agenda pública y política para trabajar en lograr protección legal a vacas, cerdos, pollos, gallinas, borregos, peces, y otros animales, considerados máquinas de producción, criados para consumo, donde los intereses de las grandes industrias pesan sobre todas las cosas y sin escrúpulos inciden en nuestras instituciones y gobierno.

    Es increíble el poder que las investigaciones tienen para avanzar hacia nuestra meta: erradicar la crueldad animal. Con ellas hemos exigido los cambios urgentes y necesarios que se requieren para que se respeten los intereses de todos los animales que ahora, mientras lees esto, están sufriendo terriblemente en las granjas industriales y que mueren de la forma más cruel y violenta que podamos imaginar en los mataderos.

    Con las investigaciones hemos logrado movilizar a más de un Congreso en el mundo a favor de los animales. En 2019, el Congreso de Jalisco proyectó nuestra investigación “Rastros de México”, el video muestra cómo a los animales se les mata estando aún conscientes y con extrema violencia, logrando tipificar como delito la crueldad hacia los animales en mataderos y rastros.

    En días pasados, el equipo de Igualdad Animal en Italia encabezado por Alice Trombetta, directora de la organización en aquel país, presentó en el Senado italiano un emotivo discurso sobre el Festival de la Carne de Perro de Yulin y las investigaciones que hemos realizado en Asia. Mientras se transmitían las imágenes de nuestras investigaciones en el recinto, Alice hablaba sobre cómo estos trabajos de investigación son un instrumento muy importante de la verdad, indispensable para lograr cambios reales y duraderos, para poder cambiar las políticas públicas.

    Con esta investigación en específico, logramos desmantelar un matadero de perros acusado de comerciar ilegalmente con más de 1.5 millones de perros y gatos al año por su carne o su piel. También conseguimos que las autoridades cerraran 33 mercados de perros y gatos y abrir el debate y el camino para que el Gobierno chino eliminara a los perros de la lista de animales considerados “ganado”.

    En estos casos los gobiernos han escuchado nuestras demandas y así hemos podido trabajar en conjunto, sin embargo, en la mayoría de los casos los intereses de las industrias obstaculizan el camino.

    En 2018, se presentó “La Proposición 12”, también conocida como “Ley de Prevención de la Crueldad con los Animales de Granja”, considerada como la ley más fuerte de Estados Unidos que mejora las condiciones de vida de los animales de granja: establece requisitos mínimos para que los productores proporcionen un espacio adecuado a las gallinas, los cerdos utilizados para la cría y los terneros utilizados para la ternera. También impide a las empresas de California vender productos animales procedentes de granjas de fuera del estado que no cumplan los requisitos mínimos.

    A pesar del apoyo popular, la Proposición 12 ha contado con la oposición de la industria cárnica que, notoriamente, elige los beneficios por encima del bienestar animal. Sin embargo, sus intentos de anular la ley habían sido hasta ahora infructuosos... pero todo podría cambiar ya que el pasado 17 de junio, el gobierno de Biden presentó un escrito en el que se ponía del lado de la industria porcina.

    Este es tan sólo un ejemplo de la influencia que las grandes empresas cárnicas tienen sobre el proceso político. Sin embargo, estoy convencida que desde el activismo y la sociedad civil está el poder de darle la dirección correcta a la gobernanza de nuestros países, incidiendo en las agendas públicas para construir un mundo más justo y compasivo.