La Navidad y la banalidad del mal: tiempos para reflexionar sobre el lazo social
El valor de la navidad radica en el deseo de fortalecer los lazos sociales, de ser más solidarios, generosos y empáticos con propios y extraños. Sin embargo, esta navidad se enmarca en un contexto global de guerras y conflictos por todas las esquinas del mundo: la guerra en Ucrania, la guerra en medio oriente, la brush war (guerra de baja intensidad, localizada, pero constante) del narcotráfico en México. El escenario de amenaza nuclear se reaviva en una especie de retro futurismo entre la guerra fría del siglo pasado y la geopolítica multipolar de la actualidad. Además, se suma el cambio climático, en varias partes del mundo vemos sus efectos: la DANA, el incremento de temperatura, la crisis hídrica, los huracanes, etc.
Hanna Arendt, filósofa alemana de origen judío acuñó el concepto “banalidad del mal” en su libro Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal (1963). En este texto, Arendt reflexiona sobre Eichmann y su actitud en el juicio que le realizaron por los crímenes que ejecutó en el holocausto y establece que este funesto personaje no era un fanático ni un sociópata, sino una persona que actuaba sin reflexionar críticamente sobre las acciones que realizó y que tenía una obediencia ciega a la autoridad, arraigada en una ideología fascista.
Otro ejemplo de este concepto lo vemos en la película Don’t Look Up (Netflix 2021) protagonizada por Di Caprio y Jennifer Lawrence, en donde dos científicos alertan a medios y autoridades sobre el impacto de un meteoro que se acerca a la tierra y que destruirá al planeta. Sin embargo, vemos en la película cómo gobiernos y personas se mantienen indiferentes y acríticos con la situación que se avecina. Es decir, que en ese escenario hipotético nadie reflexiona, la sociedad sigue con la fiesta del consumo y segura de que todo seguirá marchando bien.
La Navidad tiene que seguir, es importante que las tradiciones se actualicen y se mantengan vivas, que la vida luche contra la muerte. Sin embargo, en LEXIA analizando macro fuerzas del cambio identificamos que el lazo social fracturado y sus efectos (individualismo, desigualdad, poca confianza institucional, violencia, etc.) pueden generar escenarios futuros de caos y suma incertidumbre en el futuro. En nuestro estudio Sueños y aspiraciones de las y los mexicanos (2023) identificamos que 51 % de los mexicanos considera que México es un país muy dividido y 63 % de los mexicanos cree que cada uno jala por su cuenta. Datos que expresan dicha fractura en la relación social.
Imaginemos una Navidad en 2035: si la situación social, política y climática continúa, ¿cómo será la Navidad en 2035 si persistimos en este camino? ¿Podrá mantenerse el espíritu de unión y empatía en una sociedad fracturada? ¿Las clases bajas y más precarizadas podrán seguir comprando regalos? ¿Cómo sería el clima en diciembre? ¿El invierno será nuclear? Simples preguntas para pensar.
Si no hay una reflexión verdaderamente crítica y colectiva sobre el mundo que hemos creado y el daño que le hacemos al planeta, seguiremos banalizando el mal en un movimiento inercial que nos puede llevar a un escenario de caos y riesgo de la vida misma. Siguiendo el concepto de Arendt, ¿de dónde vienen las órdenes; a quien obedecemos? ¿Qué ideología nos permea? No seamos Eichmann, seamos Mandela, Gandhi e incluso Jesús.
En esta Navidad regalémonos pensamiento crítico, realicemos una profunda reflexión sobre como desde nuestra trinchera podríamos curar el lazo social, retejerlo siendo más empáticos, compasivos y abiertos a lo radicalmente otro. Pensemos en cómo podemos curar al planeta, a nuestra tierra, en imaginar una relación con los otrxs que no se base en la competencia, el interés sino en el bien común.
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El autor es Adrián López, psicólogo social, profesor de asignatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana e Insight manager en LEXIA. Con más de 15 años de experiencia en estudios sociales, culturales y de mercado.
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