La minuta del Banco de México

TIERRA NUESTRA

    Los datos de inflación en México para el mes de junio fueron ya publicados. Un nivel de tasa de inflación anual como el que se reporta, de 7.99%, es preocupante. La reacción inmediata ante esa afirmación fue la apreciación del peso, debido a que aumentó la probabilidad de que el Banco de México incremente en 0.75 puntos el nivel de su tasa de interés de referencia en su próxima reunión.

    No obstante, esta tasade inflación es menor a la observada en mayor, un mes antes en Estados Unidos (8.6%) y Europa (8.1%).

    En la minuta de la sesión de la Junta de Gobierno del Banco de México, correspondiente al 22 de junio del año en curso, recién dada a conocer, se anuncia tal posibilidad. Una tasa de interés más alta es atractiva para los prestamistas, pues eleva sus rendimientos, pero es perjudicial para el que toma crédito en préstamo. El ahorro se ve estimulado, pero se desalientan la inversión y el consumo, particularmente las compras a través de tarjetas de crédito.

    El crecimiento económico tenderá a verse frenado. Sin embargo, en las circunstancias actuales de la economía, se prefiere hacer que la inflación caiga a niveles más aceptables socialmente. La generalidad de las personas puede no percibir la existencia de desempleo asociada al freno de la inversión, pero si nota claramente que los precios están aumentando. Lleva tiempo para que las personas sitúen a la desocupación en el centro del debate público.

    La idea de una inflación transitoria -coyuntural- ya es cosa del pasado. Esa narrativa se desechó, a fuerza de evidencia. Ahora se reconoce globalmente el carácter permanente de la inflación, aunque aún no se afirma del todo la idea de que puede ser de naturaleza estructural. Si es este fuera el caso, tendería a persistir durante tiempo prolongado. Lo cual también llevaría a que el crecimiento económico global fuera más lento de los deseable.

    La inestabilidad desatada por motivaciones geopolíticas puede estar indicando un carácter estructural del fenómeno de la inflación. Algunas economías no podrían hacer frente a una situación de lento crecimiento económico y del empleo, lo cual sugiere el aumento de la frecuencia en rupturas sociales y políticas dentro de los países. Existe riesgo de estallidos sociales.

    Actualmente, la economía global está en desaceleración, pero es posible que también entre en recesión. Ese escenario dependerá de que tan restrictivas sean las políticas monetarias en Estados Unidos y en Europa, y qué tanto China se vea afectada por las medidas para frenar los efectos de la pandemia de coronavirus. Una caída severa de la demanda china de mercancías puede arrastrar a países que dependen de las exportaciones a ese país.

    No todas las economías nacionales tienen margen para recurrir a medidas compensatorias de políticas monetarias que inducen un menor crecimiento, a través de un gasto público más elevado, ya que quemaron sus cartuchos durante la pandemia. El panorama es incierto, esto es lo que se afirma en la minuta del Banco de México.

    Para el caso de México el manejo de las expectativas es importante. El banco central no puede permitir que se asienten expectativas de inflación al alza a mediano y largo plazo, de ahí que haya tenido que adoptar un enfoque cada vez más agresivo de política monetaria. No sorprendería, incluso, que fuera más allá, y aplicara aumentos superiores a 0.75 puntos porcentuales.

    En la minuta del Banco de México se afirma que se espera que en el segundo trimestre continúe la recuperación de la economía mexicana, jalada por un mejor comportamiento del sector servicios, un mejor desempeño del sector manufacturero y debido al comportamiento de las exportaciones. Datos recientes publicados respecto a exportaciones, inversión y consumo validan ese pronóstico. En tal sentido, el país se está cociendo aparte respecto a otras economías.

    Sin embargo, como se observa en la minuta, las condiciones de holgura de la economía del país se han venido reduciendo.