La guerra y las víctimas civiles

    En la Segunda Guerra Mundial, cuando Berlín estaba rodeado, cuando los nazis no tenían posibilidades de volver a reconstruir su ejército, los alemanes resistieron, y los soviéticos y los aliados occidentales bombardearon y destruyeron totalmente la ciudad con miles de habitantes civiles que habitaban en ella.

    Cuando los japoneses habían perdido posibilidades de éxito, resistieron sin oportunidad de triunfo y el bombardeo a Tokio, las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, produjeron las mayores pérdidas de civiles en una guerra, en la historia del mundo. Casi 400 mil muertes de civiles en solo tres actos de guerra.

    En Vietnam cuando la guerra estaba empantanada y Estados Unidos consideró que debía cortar los suministros del norte, inventó un ataque electrónico en el golfo de Tonkin, para justificar el bombardeo masivo y sistemático a Hanoi y Vietnam del Norte, fueron miles y miles de muertos civiles, las víctimas de esa estrategia.

    Con el falso pretexto de eliminar el cúmulo de armas de destrucción masiva en Irak, se invadió el país, se destruyó toda una nación y son ya millones de muertos civiles, pagando la guerra por el petróleo y la influencia en el Medio Oriente, aplaudido por el nacionalismo norteamericano exacerbado después de los ataques a las Torres Gemelas.

    En todos los casos, la criminal lógica de los invasores , frente al sentimiento nacionalista profundo de los defensores, trajo como resultado el asesinato de civiles, para que los militares de ambos bandos pudieran comprender su situación real en el campo de batalla, quienes habían ganado y quienes esperaban un milagro que nunca sucedió.

    Por eso, en estos momentos en la guerra de Ucrania, y antes de que sucedan las catástrofes narradas líneas arriba, solo se justifica, el fin inmediato de las acciones bélicas de los beligerantes.

    Desde el pensamiento de los pacifistas, se debe terminar con la propaganda nacionalista de ambos lados, hacer la evaluación fría de los avances militares, el respeto original al pueblo ucraniano y a los tratados y acuerdos previos al inicio de la guerra, pero ante todo evitar que los halcones de Rusia y los halcones de Occidente, tiren a la basura el principio, (porque aun en la guerra hay prioridades) de que en una guerra no deben morir civiles, solo militares y en el menor número posible.

    Además no se deben usar los pequeños países para resolver los problemas geopolíticos de las grandes alianzas económicas, de los imperios, impulsando su propio desarrollo capitalista.

    Porque la guerra en Ucrania no es una guerra nacionalista, es una guerra de grandes financieros de Occidente y Oriente. Todos sabían, que ante la invasión de Ucrania por Rusia, los miembros de la OTAN no iban a participar militarmente e iban a dejar solo a los ucranianos poniendo los muertos y ellos sacando las ganancias y haciendo nuevas inversiones que les dejarán nuevas ganancias. El único que creía, que por la frontera Europea occidental, iban a entrar los ejércitos de la OTAN a defenderlo era el Presidente de la nación invadida, por eso reclamaba, que no le estaban cumpliendo.

    La guerra debe terminar ya, se debe evitar el ataque a la población civil por ambas partes. Rusia, dijo que solo iba a desarticular la fuerza militar de Ucrania. Ucrania no debe usar a su población civil como escudo ante su circunstancia actual.

    Como desde 1965, bajo el himno de la paz de Bob Dylan: “La respuesta está en el viento” y ” give peace a chance” de Jhon Lennon hoy Volvemos a alzar la voz por el fin de la guerra, ahora en Ucrania.