La cobardía de Graue le abre la puerta, sin duda, a la intromisión que AMLO pretenderá hacer en la sucesión en la Rectoría de la UNAM en noviembre próximo

    El Rector de la UNAM tenía, al menos, dos herramientas legales para declarar nulo el título universitario de la Ministra Yasmín Esquivel por haber plagiado su tesis -delito más que comprobado-, pero no se atrevió a dar el paso justiciero, necesario y valiente. ¿Por qué Enrique Graue no lo hizo? Por miedo a López Obrador. Por temor a que le recortaran recursos a la Universidad. Por cobardía a ser quemado en la hoguera “mañanera” de Palacio Nacional. Por cualquier otra razón, a Graue le temblaron las corvas.

    Graue tuvo la gran oportunidad de dignificar a la UNAM, lanzando el mensaje de “aquí se castiga a quienes plagian tesis sin excepción de persona”. En sus manos tenía el chance invaluable de hacer justicia universitaria ante un delito comprobado, público y vergonzante, pero no lo hizo. Fue cobarde. Gallina.

    Porque el panorama, era:

    Si Yasmín Esquivel es cínica, la UNAM es digna y su Rector es congruente y valiente: el título universitario de Esquivel quedará nulificado ante la tesis plagiada, delito más que comprobado por la propia Universidad. Que quede como ejemplo y castigo para quienes se atrevan a plagiar tesis.

    ¡Ese era el mensaje! Pero Graue fue timorato en extremo.

    Y que quede claro: no castigó a la amiga del Presidente, sencillamente, porque no lo quiso hacer, pudiéndolo hacer. Por miedo. Por cobardía.

    Aún más:

    El Consejo Universitario de la UNAM emitió un comunicado el pasado 18 de enero, en el cual no sólo ratifica el plagio de la tesis de Esquivel -tal y como lo comprobó la FES Aragón en su momento-, sino que pidió invalidar su título universitario al no cumplir “con los requisitos esenciales que se exigían en 1987 para obtener el título de licenciada en Derecho”, y advirtió que es falso que la UNAM no cuente con los mecanismos necesarios para anular un título obtenido de manera fraudulenta. “De no hacerlo, se pone en riesgo la credibilidad de todos los títulos emitidos por nuestra Alma Mater”.

    Así, Graue tenía la mesa puesta. Contaba con todos los elementos legales y éticos para nulificar el título universitario de Esquivel. Tenía el respaldo del Consejo, de la comunidad universitaria y de la opinión pública para hacerlo. Pero fue cobarde. No tuvo la grandeza del Rector Barros Sierra en 1968 cuando enfrentó, en las calles y al frente de los estudiantes, la represión de Díaz Ordaz. Hay niveles.

    ¿Cuáles son esos dos preceptos a los que Graue pudo haberse asido para nulificar el título a la cínica Ministra de la SCJN, Yasmín Esquivel? Veamos:

    ESTATUTO GENERAL DE LA UNAM. Artículo 97. II) El alumno que haya prestado o recibido ayuda fraudulenta en las pruebas de aprovechamiento, será suspendido hasta por un año, sin perjuicio de la nulidad del examen sustentado. III) El alumno que falsifique certificados, boletas de exámenes y documentos análogos, o use o aproveche los propios documentos cuando la falsificación sea imputable a terceros, será expulsado de la Universidad. (Si bien Yasmín Esquivel ya no era alumna en funciones, la interpretación de estas sanciones se podrían haber extendido sin ningún impedimento al objetivo final del castigo: la expulsión y nulificar el examen sustentado que, inevitablemente, desembocaría en la no obtención del título universitario, quedando este nulificado de manera consecuente).

    PLAGIO Y ÉTICA. “De acuerdo con el libro Plagio y ética, publicado por la UNAM en 2018, la Oficina de la Abogacía tiene notas informativas desde 2007 con recomendaciones para actuar en casos de plagio de tesis por parte de alumnos.

    “La primera de ellas, emitida el 21 de junio de 2007, titulada ‘Para los egresados de la UNAM que presentan obras ajenas como tesis para su examen profesional’, la oficina señala que se acordará la nulidad del examen profesional sustentado y la revocación del título profesional, además del procedimiento establecido en la legislación universitaria.

    “En otra nota informativa de la Abogacía General, con fecha del 29 de enero de 2007, que aborda el caso de alumnos que cometan plagio de algún trabajo académico presentado durante sus estudios, serán suspendidos hasta por un año. (Fuente: LatinUs. Caso Esquivel: la UNAM sí cuenta con recomendaciones para los plagios; incluyen retirar el título y anular el examen profesional. 21/Enero/2023).

    Hasta aquí, los preceptos legales que Graue prefirió ignorar.

    “Con el caso de Yasmín Esquivel, al haber enviado el asunto al Gobierno federal, la UNAM abdicó en su autonomía. Un error grave. La Rectoría evadió el bulto ante el plagio plenamente demostrado...”, aseguró el analista político Jesús Silva-Herzog. Tal cual.

    ***

    La cobardía de Graue le abre la puerta, sin duda, a la intromisión que AMLO pretenderá hacer en la sucesión en la Rectoría de la UNAM en noviembre próximo. Es otra de las tentaciones dictatoriales que se han manifestado abiertamente desde Palacio Nacional. Ante ese riesgo, era el momento preciso de lanzarle un mensaje a López Obrador desde Rectoría: “La UNAM es autónoma y no permitirá injerencia de ningún otro poder”. Pero volvemos al origen: Graue fue gallina y prefirió ser servil al poder presidencial.

    Graue le tuvo miedo a AMLO.

    La UNAM, empinada.

    Lo veremos.