"La función financiera en la pyme; inversiones permanentes"
En el presente artículo hablaré acerca de la importancia que la función financiera sea gestionada en la pyme de manera eficiente y responsable considerando que es vital para la sobrevivencia y crecimiento de las empresas en general.
Como sabemos la pyme requiere de recursos económicos para funcionar y sobra decir que es vital que éstos sean aplicados de la manera más eficiente posible bajo los criterios de cumplir con su objeto social, obtener la rentabilidad proyectada y mantenerse en operación tolerando una dosis de riesgos previamente establecida.
La función financiera precisamente consiste, por una parte, en determinar con el mayor grado de precisión posible las necesidades económicas expresadas principalmente en dinero que requiere la pyme para: a) cumplir con su objeto social, b) generar la rentabilidad de la empresa de acuerdo al plan de negocios establecido, y en su caso, c) cumplir objetivos de responsabilidad social a los cuales sus dueños se hayan comprometido. Por otra parte, la función financiera también se ocupa de detectar y acudir a las fuentes de financiamiento, es decir las personas o Instituciones que se encargarán de proveer los recursos, con el fin de obtenerlos en las mejores condiciones posibles para la pyme, lo anterior manteniéndose dentro del rango de riesgo previamente establecido y con estricto enfoque al plan de negocios diseñado. Hasta aquí podemos concluir que uno de los objetivos fundamentales de la función financiera es establecer el monto de las necesidades económicas de la pyme y las fuentes de financiamiento que sufragarán estas necesidades.
Las necesidades económicas requeridas se clasifican para este efecto en: a) necesidades de capital permanente y b) necesidades de capital de trabajo. En este artículo me referiré a las primeras.
Las inversiones en el capital permanente (conocidas contablemente como activos no circulantes) se refieren a la cantidad de recursos necesaria que le permita a la pyme efectuar las erogaciones para adquirir maquinaria, equipo, edificios, equipo de transporte, etc., necesarios para que pueda llevar a cabo su objeto social de acuerdo con la capacidad de producción y/o venta establecida en el plan de negocios. Cabe mencionar que esta capacidad se determina, primero por el estudio de mercado que previamente se ha realizado y ha quedado debidamente plasmado en el plan de negocios y segundo, por la cantidad de recursos económicos a los que, de manera razonable, puede tener acceso la pyme. El tamaño de estas inversiones generalmente es directamente proporcional a la capacidad instalada de producción de la pyme. Estas inversiones permanentes son las que generan los llamados “costos fijos” tales como depreciación, seguros, intereses, mantenimiento, etc., de tal suerte que en la medida en que estas inversiones son mayores se tenderá a contar con una capacidad de producción mayor y por consecuencia un costo de producción unitario menor, siempre que logre colocarse en el mercado la capacidad instalada. No lograr lo anterior constituye un riesgo implícito en este tipo de inversiones por lo que es necesario que antes de realizarlas se elaboren las corridas financieras, estudios y proyecciones adecuadas.
Las fuentes de financiamiento tradicionales a las que acude la pyme para financiar sus inversiones permanentes son: a) capital de dueños o accionistas, b) préstamos bancarios de largo plazo, c) reinversión de utilidades, d) Arrendamientos y e) Alianzas comerciales.
El capital de los dueños se refiere a las aportaciones que estos realizan tanto al constituir la pyme como durante su operación con el fin de darle certeza de solvencia, permanencia y confiabilidad. Este capital no necesariamente tiene derecho a retiro por sus dueños y en su lugar, estos reciben a cambio dividendos siempre que se obtengan utilidades. Además de aportar recursos, los dueños también son responsables de fijar los objetivos de la pyme (a corto y largo plazo) y vigilar que éstos sean cumplidos, para ello los dueños o accionistas constituyen la máxima autoridad dentro de la pyme y tienen la responsabilidad de allegarse y mantener al capital humano idóneo para ello.
Los préstamos de largo plazo son los que se obtienen para adquirir las inversiones permanentes o de largo plazo que la pyme utilizará para llevar a cabo su objeto social. Éstos se obtienen principalmente de instituciones financieras y se procura empatar las fechas de pago de estos con la vida útil de las adquisiciones. Generalmente estos préstamos se respaldan con las propias inversiones realizadas y con avales de los dueños y son pagados por la pyme con las utilidades operativas obtenidas.
La reinversión de utilidades se deriva de las utilidades que obtiene la pyme en un ejercicio social (un año) menos los montos que los socios acuerden separar para pagarse los dividendos. En este sentido es muy importante que la pyme cuente con la política adecuada relacionada con el pago de dividendo que prevea los distintos escenarios que puedan presentarse en el futuro. El no contar con esta política ha ocasionado pérdidas severas para las pymes que han logrado sortear su etapa de sobrevivencia y que, en su etapa de frenética expansión, se olvidaron de establecer al interior de la pyme, reglas corporativas claras y visionarias en relación a este tema.
Los arrendamientos, ya sea en su modalidad de arrendamiento “puro” o financiero” son instrumentos que se utilizan para financiar las adquisiciones permanentes, sobre todo cuando se agotan las opciones anteriormente señaladas ya que su costo financiero reflejado como “renta” suele ser mayor que los intereses por préstamos de largo plazo. El caso típico es el arrendamiento de inmuebles, pero también se utilizan para la adquisición de equipo de transporte y de cómputo.
Finalmente, las alianzas comerciales son acuerdos que se llevan a cabo con otras empresas para que éstas provean algún servicio no esencial para la pyme que le evite a esta erogar en inversiones permanentes tales como equipo de transporte cuando se contrata el servicio de traslado de mercancías con una compañía fletera o algún servicio de maquila que es parte de un proceso que lleva a cabo la pyme. La ventaja de esta fuente de financiamiento es que no distrae recursos económicos y mantiene el enfoque del capital humano en sus procesos esenciales; las desventajas son que generalmente tienen un costo mayor y pudieran salirse del esquema de alineamiento que tiene la pyme.
La combinación o mezcla de estas fuentes de financiamiento dependerá de la disponibilidad de las mismas y de los lineamientos del plan de negocios de la pyme considerando los aspectos de rentabilidad, riesgo, nivel de crecimiento y las oportunidades o contingencias que se le presenten a la Pyme en el desarrollo de sus actividades.
Algunas reglas que deben considerarse cuando se llevan a cabo inversiones permanentes son; a) financiar inversión de largo plazo con deuda a largo plazo, b) evaluar el efecto de la inversión en la capacidad instalada y el mercado, c) elaborar flujos pro forma del proyecto de inversión y d) medir el efecto de costos fijos y variables en los productos y/o servicios.
samuel.campos@contadoressca.com
Profesor de ICAMI en el área de Contabilidad y Finanzas
ICAMI Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo