La creación del Parque Nacional Bajos del Norte, un gran paso para la conservación
Hay buenas noticias para los océanos. Este lunes 8 de enero de 2024 se decretó el Parque Nacional Bajos del Norte (PNBN) con el objetivo de proteger la vida marina y traer bienestar a la gente de Yucatán, en especial, a las y los pescadores.
Esta nuevo Parque Nacional se concibió desde la ciencia y la sociedad, de la mano de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, quienes supieron identificar el potencial del área para cuidar los mares mexicanos y hacerlo con una mirada informada y para el bienestar social.
El PNBN posee grandes extensiones de arrecifes de coral en una zona de bajos -hasta 10 metros de profundidad- que le dan origen a su nombre. Se ubica a 240 kilómetros de Puerto Progreso en Yucatán, su lejanía de las costas ofrece la oportunidad de conocer e indagar sobre lugares menormente impactados por las acciones humanas que son relevantes para la ciencia y estudiar el impacto del cambio climático, las especies invasoras o enfermedades coralinas.
Este Parque Nacional es el Área Natural Protegida (ANP) más grande del Golfo de México. Alberga 197 especies de peces, 56 especies de moluscos, 82 especies de cnidarios, seis de las cuales están bajo una categoría de riesgo y son protegidos por la NOM-059-SEMARNAT-2010 de especies amenazadas o en peligro de extinción. También es hogar de cinco especies de tortugas marinas (caguama, blanca, carey, lora y laúd), tiburones como martillo común, toro, ballena, entre otras.
En este tesoro escondido Oceana inició la primera de sus expediciones científicas en México hace dos años (2021). Los resultados de las investigaciones concluyeron que se trata de un lugar de valor biológico y ecosistémico invaluables, con arrecifes de coral que requieren una mayor protección y cuidado.
La ciencia demostró que en ese sitio ocurren procesos ecológicos vitales. Muchas especies de interés pesqueros, como pulpo (Octopus maya y O. vulgaris), langosta espinosa (Panulirus argus) y mero rojo (Epinephelus morio), tienen en Bajos del Norte la segunda zona de dispersión de larvas más importantes de esta zona de la península de Yucatán y enriquecen tanto en población y genes al Arrecife Alacranes, el cual es de gran importancia para la pesca y que también es una ANP.
El Parque Nacional Bajos del Norte fue pensado para proteger la vida marina, pero también para traer bienestar a la gente de Yucatán. Aquí el mero rojo y otros tipos de mero encuentran el refugio, la alimentación y un lugar para crecer. Este lugar alberga una riqueza única que conecta al Golfo de México con las zonas protegidas del Caribe Mexicano.
Con la creación del ANP, las más de 300 embarcaciones de pesca industrial dejarán de tocar una pequeña zona, que apenas representa el 2.71 por ciento del total del PNBN, pero a la larga se verán beneficiadas por el desbordamiento de peces más allá de los límites del área protegida, generando una derrama económica y social que fortalece la pesca y permite hacerla sustentable en el tiempo.
Falta camino que recorrer. Decretar un área es solo el primer paso para una conservación real y efectiva. Un Programa de Manejo correcto, en conjunto con el sector pesquero, con el presupuesto adecuado, con un plan de inspección y vigilancia, serán parte de los desafíos del nuevo Parque Nacional.
Desde Oceana estamos felices de que se amplíe la protección de los océanos, de que la ciencia que se produjo, del trabajo que se hizo de la mano del sector pesquero, el apoyo de la ciudadanía, y la colaboración constante contribuyeron a crear la mayor ANP del Golfo de México. Esto nos acerca a cumplir como país el compromiso de proteger el 30 por ciento de nuestro territorio para 2030.
Este logro también es de quienes han abanderado esta campaña por proteger los hábitats marinos de nuestro País, a ustedes, infinitas gracias.
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El autor es Miguel Rivas Soto (@migrivass), doctor en Ciencias (ecología) por el instituto de Ecología de la UNAM y es director de la campaña de santuarios marinos en Oceana para México.